Desde la aparición de la primera película hasta la actualidad han ido apareciendo numerosas técnicas de grabación cinematográfica. Combinaciones de planos, tipos de enfoque… pero de todas ellas, si hay una que destaque sobre el resto son los plano secuencia. Tras leer este artículo, comprenderéis el por qué.
La importancia del plano secuencia
La técnica cinematográfica de los plano secuencia comenzó a ganarse su fama gracias a obras maestras de grandes directores como Orson Welles o Alfred Hitchcock.
Los planos secuencia están considerados desde entonces como el cúlmen de la perfección en lo que se refiere a técnicas de rodaje cinematográfico.
Si eres capaz de ejecutar un buen plano secuencia serás considerado un director de prestigio. Parece sencillo, ¿verdad? Pero lo cierto es que la realidad es que el plano secuencia es una técnica para la que se requiere mucha precisión técnica. Pero vayamos por partes.
¿En qué consiste un plano secuencia?
La dificultad de un plano secuencia es que para conseguirlo hay que rodar una toma sin cortes durante un tiempo bastante largo. Varios minutos o decenas de minutos.
La idea del plano secuencia es que el espectador observe todo lo que ocurre en la pantalla sin necesidad de pestañear. Es una técnica utilizada para dar la impresión de estar siguiendo y viendo muy de cerca lo que hace el personaje.
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Apoyos técnicos para la realización de un plano secuencia
Conseguir un plano secuencia exitoso es el resultado de un trabajo en equipo. Para poder llevarlo a cabo se precisa una buena infraestructura técnica ya que necesitarás hacer largos travellings con la cámara desde diferentes ángulos de seguimiento de la acción grabada.
Para lograr un buen plano secuencia se requiere de una sincronización perfecta entre actores, extras y cámaras. Todo el equipo deberá bailar una coreografía perfectamente orquestada mientras se filma. Muchas veces hay que regrabar más de una vez porque un simple error invalida la secuencia completa.
Plano secuencia en la actualidad
El concepto de plano secuencia ha ido cobrando popularidad en el último año por la película 1917, dirigida por Sam Mendes. Dos horas de rodaje sin apenas cortes. El film obtuvo varias nominaciones en los Oscars, entre ellas a mejor director por sus espectaculares planos secuencias.
Si todavía no la has visto, cuando lo hagas sentirás estar dentro de una trinchera de la Primera Guerra Mundial. Los planos secuencia de Mendes otorgan realismo a la acción. Durante toda la película te dará la sensación de estar dentro un videojuego, donde te sitúas detrás del personaje principal y lo sigues allá a donde va. Apenas verás el rostro de los actores, sino que lo que más predominará será su parte trasera. Es parte de la magia del plano secuencia.
Nada es improvisado en un plano secuencia
Como comentábamos, para lograr un buen plano secuencia, los actores y cámaras deberán seguir estrictamente lo indicado en el guion. La película de Mendes es un buen ejemplo. En una escena donde los soldados corren en un campo de minas, verás cómo el protagonista se choca con alguno de ellos mientras escapa. Todo está milimétricamente pensado. Maravilloso, ¿a qué sí? Perfección pura en cuanto a técnicas cinematográficas.
Potenciación del plano secuencia. Claves en la edición
Que un plano secuencia sea una técnica de rodaje sin cortes no significa que no lleve una posproducción detrás. Claro que un plano secuencia transmite muchísimo en la gran pantalla, pero si lo hace es porque va acompañado de otros elementos.
La música, para envolver la acción
Una buena sonora conseguirá potenciar las emociones que se buscan transmitir con el rodaje. El espectador encontrará en la música una guía a cómo debe interpretar lo que están viendo sus ojos. Puede haber suspense, emoción, amor, drama, furia… Existen un sinfín de posibilidades que solo la música con la imagen son capaces de producir.
Luz y sombras, para crear escenarios
Si bien los decorados y la vestimenta consiguen trasladarnos a momentos y lugares en una película, el plano secuencia se potenciará también con la iluminación y los colores de la escena. La postproducción audiovisual permite ajustar parámetros que ayuden al espectador a crear en sus mentes la dimensión visual buscada por el director. De esta forma, los avances en los programas de edición nos permiten jugar con las tonalidades de color así como con la exposición de la luz.
Al fin y al cabo, como puedes observar, un buen plano secuencia es una combinación de los diferentes equipos técnicos que participan en la producción de una película. Sin olvidarnos, por supuesto, del encargado de edición de vídeo.
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