La diferencia entre preproducción y producción audiovisual se encuentra en lo que se conoce como timeline o línea temporal. Porque el proceso de producción tiene distintas fases, que se estructuran a lo largo de un plazo establecido. La preproducción, lógicamente, precede a la producción; pero al mismo tiempo forma parte de ella.
¿Te parece un lío? Entonces, sigue leyendo y lo comprenderás.
Fases de una producción audiovisual. Las “tres magníficas”
Una producción audiovisual es un producto destinado a ser difundido a través de medios audiovisuales. Puede ser una producción de bajo presupuesto y corta duración, o una superproducción destinada a romper las taquillas de los cines de todo el mundo. Independientemente del tipo de proyecto, todas las producciones se articulan por fases.
Y a lo largo del proceso, todas las fases tienen una importancia indiscutible. Las tres fases que conforman una producción audiovisual son la preproducción, la producción en sí y la postproducción, como puedes ver a continuación:
- La preproducción, como su propio nombre indica, es la fase que precede a la producción. Es el germen de todo lo que vendrá después; y en muchísimos casos, es crucial para la continuidad y el éxito del proyecto. Durante la preproducción, el productor o productores se reúnen con el cliente para hablar sobre el proyecto y darle forma: de aquí saldrán los presupuestos, el equipo, las localizaciones, los estudios…
- La producción consiste en la puesta en marcha de todo lo acordado durante la preproducción, empleando los medios conseguidos en la primera fase. Es probablemente la fase más dinámica, emocionante y creativa de todo el proceso… Pero también la más estresante y agotadora. En la producción intervienen prácticamente todos los integrantes del departamento y del equipo técnico.
- La postproducción, por último, es la fase en la que se coge el carbón en bruto y se convierte en un diamante. Dicho de forma menos metafórica, es el momento en el que los metros de película se convierten en un largometraje, un corto, un documental, un piloto para una serie, un anuncio de televisión, un videoclip… Y una vez terminado, se promociona, vende y distribuye.
Y la primera diferencia entre preproducción y producción audiovisual es…
Una de las características que identifican a cada una de las fases son los técnicos y especialistas que trabajan en ellas. Y precisamente, una de las primeras diferencias entre la preproducción y la producción audiovisual tiene que ver con este aspecto.
Durante la preproducción, los especialistas que intervienen en las tareas de esta fase suelen ser dos: el director de producción y el productor ejecutivo.
Cada uno tiene su cometido, pero el que más va a tener que poner de su parte es, sin duda, el ejecutivo. ¿Por qué? Pues porque es el momento de conseguir la financiación, es decir, el dinero para realizar la producción. En este sentido, pueden darse hasta tres situaciones distintas:
- El productor ejecutivo es también el que invierte el dinero, o forma parte de los inversores. Si es así, su tarea será gestionar los fondos (junto con el resto de los productores, si los hay, y el director de producción) y hacer un presupuesto ajustado por partida.
- El productor ejecutivo no invierte dinero, pero se lo facilitan. Esta segunda situación, tendrá que gestionar el dinero que le entregue el cliente o los inversores que hayan apostado por el proyecto. Su tarea será hacer presupuestos detallados, justificar todos los gastos, buscar un equipo de trabajadores (si no cuenta ya con ellos), “pelear” las condiciones de todos con el propio cliente, llegar a acuerdos… En definitiva, todas las tareas necesarias para dar el pistoletazo de salida al rodaje.
- El productor ejecutivo debe buscar el dinero. Esta situación es, probablemente, la más complicada de sacar adelante… Pero también la más emocionante, si lo tuyo es “resolver y conseguir”. Si te conviertes en un productor capaz, con capacidad de convicción, fiable y con una buena lista de contactos, no te faltará el trabajo.
La fase de producción: el corazón del proyecto
Además de la diferencia entre preproducción y producción audiovisual que supone conseguir financiación, también hay que señalar que eso no es todo lo que se realiza durante la primera fase. También hay que gestionar permisos, formalizar contratos, contratar seguros, hacer cronogramas y planes de trabajo…
Si te parece todo un mundo, ¡no hemos hecho más que empezar! Te recomiendo que leas el artículo sobre las funciones de un productor audiovisual para conocer a fondo todo lo que estos especialistas (auténticos multitaskers) pueden y deben asumir.
En definitiva, el propósito de la fase de preproducción es tenerlo todo listo para que el rodaje fluya sin problemas. Aunque esto es prácticamente imposible (siempre hay cosas que no se pueden prevenir o contratar: un día de lluvia en una localización, alguien que se pone enfermo, un aparato que se estropea…), la gran mayoría de los inconvenientes se pueden prever. Lo importante es tener contempladas soluciones o planes B para salir adelante en cualquier situación.
Entonces, ya hemos terminado con la preproducción. Llega el momento que estábamos esperando: comienza el proceso de creación. En la fase central interviene prácticamente todo el equipo del departamento.
Jefes, auxiliares, ayudantes, secretario productor, director… Todos tienen su tarea. Y de hecho, todos y cada uno de ellos tienen una importancia fundamental.
Por eso, si quieres trabajar en este campo es importante que tengas una formación “360º” con la que poder cubrir cualquier puesto. Desde el auxiliar de producción hasta el productor ejecutivo, hay muchos perfiles a los que tendrás acceso si realizas un buen curso de producción audiovisual. No dejes de informarte sobre los cursos más completos y prácticos, que te convertirán en un especialista de primer nivel.
Durante la fase de producción participarás en el rodaje de todos los planos. También es el momento de grabar la banda sonora, filmar exteriores, diseñar los títulos y los gráficos… Probablemente pases días y días de la ceca a la Meca tramitando y llevando contratos, permisos, caterings, localizaciones… y decenas de cosas más.
Puedes estar seguro: el trabajo de un productor audiovisual y de su equipo es casi una tarea 24/7. ¡Tenlo en cuenta si quieres que sea tu futura profesión!
Ya conoces la diferencia entre preproducción y producción audiovisual. Y ahora…
…es el momento de ponerte manos a la obra para llegar a trabajar en el sector. Aún quedaría otra fase por definir: la postproducción. Es el momento de coger todo lo que se ha creado y darle forma. Montar, editar, cortar y suprimir, añadir, colocar gráficos y títulos e insertar efectos especiales, entre muchas otras cosas. De nuevo, mil y una tareas donde interviene la figura del productor audiovisual y el equipo que le rodea.
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