La difracción del sonido está detrás de muchos fenómenos de nuestro día a día. Es lo que te permite, por ejemplo, comunicarte con alguien que está en otra parte de tu casa, incluso aunque las habitaciones no se encuentren al lado.
Las ondas sonoras viajan y son capaces de cambiar su recorrido en un proceso en el que influyen, y mucho, las leyes de la física. En el sector audiovisual, conocer este fenómeno es imprescindible para conseguir una buena acústica, una de las razones por las que los/as técnicos/as de sonido hacen cursos sobre el comportamiento de las señales. ¡Descubre los secretos detrás de su curvatura!
Qué es la difracción del sonido y cómo ocurre
Por difracción del sonido entendemos el fenómeno que hace que una onda sonora, que se difunde en línea recta, cambie su orientación y se desvíe. Es una de las formas en las que puede comportarse una señal de audio, como la reflexión o la refracción del sonido.
Ocurre cuando una onda se encuentra con un obstáculo o con una abertura capaz de modificar su rumbo. Esta capacidad depende de una relación: la que se establece entre la longitud de la señal y el tamaño del elemento contra el que impacta. En función de esto, se dan dos casos:
- Obstáculos o aberturas pequeñas o de similares a la longitud de onda: cuando el elemento es igual o menor a la longitud de onda, hay una potente difracción del sonido. La señal es capaz de rodearlo y de curvarse para continuar.
- Obstáculos o aberturas grandes: si el objeto es muy grande, el sonido no lo “abraza”. En su lugar, lo atraviesa, como ocurre cuando escuchas el ruido de la casa vecina en un piso o pareado.
Agudos y graves: una difracción del sonido diferente
Determinar el tamaño de un obstáculo es sencillo. Pero, ¿cómo sabemos si una onda tiene mayor o menor longitud? Una pista la podemos encontrar en su frecuencia. Las ondas graves son más largas que las agudas, y, por eso, presentan una difracción del sonido mayor.
Eso significa que, en un recinto en el que haya una única fuente de audio, tu percepción variará en función de dónde te sitúes. Y no hablamos solo de la intensidad del sonido: como las notas graves se difractan más, es probable que escuches las pistas en una frecuencia más baja.
Ejemplos cotidianos de difracción del sonido
Puedes comprobar los efectos de la difracción del sonido en muchas situaciones. Por ejemplo, en una simple conversación, cuando escuchas música o si acudes a un evento. Veamos algunos casos habituales en los que el sonido se curva:
- En el cine: si alguien sale de una proyección y tú te encuentras fuera, las ondas sonoras podrán llegar a ti incluso si estás en un lateral. ¿Por qué? Porque se curvarán rodeando el hueco de la puerta, especialmente las notas más graves.
- En la calle: seguro que has ido alguna vez a una feria o a una fiesta popular, y has escuchado que empezaba una representación, aunque no la vieses. Eso es gracias a la difracción del sonido, que hace que el audio rodee las esquinas de las calles.
- Detrás de un altavoz: los altavoces emiten el sonido, pero también actúan como un obstáculo. Cuando se topan con la estructura que los forman, los sonidos graves son capaces de rodear el aparato, lo que te permitirá escuchar parte de las frecuencias si te sitúas detrás de ellos. Este fenómeno se produce tanto con un altavoz pasivo como con un altavoz autoamplificado, así que puedes comprobarlo tengas lo que tengas.
La importancia de la difracción en la acústica y el diseño de espacios
La acústica estudia el modo en el que las ondas sonoras se propagan por un espacio. Y la difracción del sonido tiene mucho que decir en este suceso.
Por ejemplo, cuando estás en una conferencia y alguien alto se sienta frente a ti, no dejas de escuchar a los/as ponentes. No importa si ni siquiera eres capaz de ver el escenario, porque el sonido se curvará alrededor de esa persona y continuará su trayecto hasta tus oídos.
De hecho, la difracción es uno de los elementos que el/la técnico/a de sonido debe considerar para lograr que el audio llegue hasta el fondo del auditorio. Porque no solo te permite que escuches la ponencia —siguiendo con el ejemplo anterior—, sino que ayuda activamente a que el sonido vaya hasta las últimas butacas.
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Cómo los técnicos de sonido utilizan la difracción a su favor
Teniendo en cuenta lo que acabamos de explicar, no es extraño que la industria haya aprendido a usar a su favor la difracción del sonido. Muchas veces, se utiliza para reducir problemas acústicos o ruidos no deseados. Las principales aplicaciones son:
- Disminución de la reflexión: que el sonido “rebote” al impactar contra una superficie es otro comportamiento habitual de las ondas. Eso puede provocar eco, que es cuando la señal de audio se repite unos milisegundos después de su emisión. Para reducirlo, se instalan difusores acústicos o se crean paredes irregulares, con elementos que el sonido pueda rodear.
- Aislamiento: en recintos donde es importante mantener a raya el ruido exterior, como los estudios, la difracción puede ser un aliado. Si, por ejemplo, se colocan barreras acústicas alrededor del espacio, el sonido se curvará en torno a él, en lugar de atravesarlo y colarse dentro.
- Dirección del sonido: para garantizar que el audio llene la sala, es posible aprovechar su difracción. Hay elementos específicos para guiar las ondas hacia los puntos que nos interesan.
Experimentos simples para entender la difracción del sonido
¿Quieres comprobar tú mismo/a la difracción del sonido? Lo bueno de las leyes físicas es que la mayoría de las veces es posible ponerlas a prueba sin necesidad de muchos recursos e incluso desde la comodidad de la propia casa. ¿Listo/a para experimentar? ¡Prueba esto!
- Experimento uno: pídele a un/a amigo/a que te hable desde una habitación con la puerta entrecerrada y escúchale desde el pasillo. Vete abriendo y cerrando la puerta y fíjate en cómo cambia la fuerza sonora en función de si tiene o no que rodear el obstáculo.
- Experimento dos: coge una caja y hazle una pequeña hendidura en uno de sus lados. Detrás, coloca tu móvil y reproduce música. Verás que el sonido es más fuerte directamente frente al hueco, mientras que baja y suena más grave en el área circundante.
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