“Lo más gratificante es cuando un oyente te conoce y te dice ‘Oye, gracias porque escuchando tu programa me río y olvido los problemas’”. Frank Blanco locutor, presentador y autor. Rostro conocido por haber estado al frente de programas como Anda Ya (Los 40 Principales) o Zapeando (La Sexta), el presentador colabora con 35mm impartiendo masterclass en las que habla desde cómo hacer una escaleta y guion de un Morning Show hasta los mejores trucos para una buena improvisación. ¿El objetivo? Acercar a nuestro alumnado a la realidad del mundo laboral a través de sus 30 años de experiencia en el sector.
Con solo 15 años ya presentabas un programa para niños en la emisora de tu pueblo, Mollet del Vallés. ¿Se puede decir que siempre tuviste claro que querías dedicarte a este mundo?
No. Ni mucho menos. De hecho, yo siempre digo que ha sido la vida la que me ha traído hacia aquí porque el hecho de que yo con 15 años viviera esa experiencia fue casual. Había este programa que yo escuchaba desde casa y la presentadora, que era un encanto, siempre dejaba participar a los niños y les preguntaba cosas. A mí eso me gustó, un día fui de público y me preguntaron a mí. No sé si fue porque le hice gracia pero me empezaron a preguntar todos los días, de ahí me dieron una sección y al final se nos fue de las manos y acabé presentándolo.
Es verdad que cuando ya fui más mayor sí que decidí que esto era mi pasión y acabó siendo también mi profesión pero, en aquel momento, solo sabía que me divertía mucho y que me gustaba, nunca imaginé que estaba empezando una carrera.
¿Qué es lo más gratificante de la profesión?
Yo siempre he hecho programas de entretenimiento y de humor. Nunca me he planteado hacer un programa denso porque lo que busco es alegrar. Por eso, sin duda, lo más gratificante es cuando un oyente te conoce y te dice ‘Oye, gracias porque escuchando tu programa me río y olvido los problemas’.
Ahora mismo, con la pandemia de por medio, todos asumimos que estamos en un mal momento pero, hay mucha gente que, al margen de eso, tiene situaciones muy difíciles y cuando algunos de ellos me cuenta su historia y me agradece ese ratito de evasión, eso no tiene precio.
¿Y lo más duro?
Lo más duro, para mí, es el coste personal de algunos proyectos. Cuando hacía Anda ya en Los 40, durante 7 temporadas yo viví por y para el programa. Esto pasa en algunos proyectos porque son muy exigentes, implican mucho tiempo, muchos contenidos y a mucha gente… Hay programas así, de los que no puedes desconectar.
Por otro lado, cuando estás al frente de un proyecto muy potente, hay mucha exigencia y muchas expectativas por parte de los jefes y eso conlleva una presión que, además, no se puede trasladar nunca al micrófono o a la pantalla. Esa es la parte complicada pero, al final, todo se compensa con la gratificación que supone el éxito.
En tus masterclass, ¿qué esperas aportar al alumnado de 35mm? ¿Y al revés?
En gran parte, me gusta participar en este tipo de actividades porque, en un acto de egoísmo, pienso que me aportan mucho más a mí de lo que yo puedo aportar. Yo, en estos casos, hablo siempre desde mi experiencia, mi forma de ver y entender la profesión y mi verdad, que no significa que sea la absoluta ni la correcta porque además creo que todos estamos siempre en un constante aprendizaje. Y me gusta compartir eso.
Lo que me llevo, generalmente, siempre es mucho más valioso y son las opiniones, las preguntas, las impresiones, los debates que se generan a raíz de los distintos puntos de vista. Muchas veces me sorprenden con cosas en las que quizás yo no había caído o me rebaten, y me encanta porque a veces hasta me convencen (risas).
¿Qué cualidades debe tener, en tu opinión, alguien que quiera dedicarse al mundo de la locución?
Hay una fundamental y puede parecer una tontería pero lo digo siempre: hay que saber leer. Como no sepas leer, en esta profesión, estás muerto. Ya puedes tener la voz más bonita del mundo y puedes ser un gran actor o actriz pero, si no sabes leer, no tienes nada que hacer.
Con leer me refiero a no trabarse, a entonar bien, a respetar los signos… Es decir, a todo lo que implica la lectura. Y, si además tienes una gran comprensión lectora, eso ayuda mucho en programas en directo en los que muchas veces te entran textos de última hora y tienes que integrarlo. Entonces, si tienes la capacidad de leerlo y comprenderlo rápidamente, te va a ayudar mucho a que no se note y a que el resultado de tu trabajo sea mucho más profesional.
“Con práctica y formación, tengas la voz que tengas puedes convertirte en una estrella”
¿Cómo de importante es la formación en un sector tan competitivo?
La formación es fundamental pero, en mi opinión, la profesionalidad completa la da la experiencia. Obviamente, lo ideal es compaginar ambas y hacerlo en paralelo porque entiendo que habrá alumnos que ya estén haciendo cositas por su cuenta y a los que mis consejos o mi charla les resulte mucho más efectiva.
Obviamente la formación es esencial, pero de nada vale quedarse solo con la teoría. Siempre hay que buscar compaginarlo con la práctica y con esa curiosidad de experimentar.
¿Con trabajo y práctica, una voz puede pasar de normal a profesional, a tener “ese algo” que funciona ante el micro?
Absolutamente sí. Hoy en día ni siquiera hace falta que tengas una voz “bonita” como tal. Cuando yo era pequeño recuerdo que, en las radios o en los doblajes, todo eran voces muy poderosas y objetivamente perfectas y preciosas. Mi sensación es que, a medida que he ido creciendo, se ha ido ampliando este abanico y ahora escuchamos muchas voces, con todos mis respetos, corrientes tanto en radio, como en anuncios, películas, series…
Eso demuestra que la base ya no es necesariamente lo bonita que tengas la voz, porque al final con eso naces y no lo puedes cambiar pero, con práctica y con formación, tengas la voz que tengas puedes convertirte en una estrella.
En tu caso, ¿realizas algún ejercicio para calentar la voz cuando te enfrentas a una grabación larga?
Pues sí. Hace tiempo tuve algunos problemillas de voz y recurrí a distintos especialistas. Al final, una amiga mía logopeda me recomendó un ejercicio muy interesante que consiste en coger una botella pequeña de agua, llenarla por la mitad, introducir una especie de pajita pero algo más ancha y, a partir de ahí, hay distintos ejercicios que consisten en soplar con diferentes ritmos, intensidades…
Sin ir más lejos, el año pasado, cuando presentaba Typical Spanish en TVE, eran grabaciones muy largas y yo siempre dedicaba mis 10 minutos previos a calentar y cuidar un poquito mi voz.
Un consejo para alguien que esté empezando o piense en dedicarse a esto.
Me reitero en lo de leer. Cuando haces doblaje no tienes mucha capacidad de improvisación en cuanto a texto pero, cuando eres comunicador, cuanto más enriquecido estés y más léxico tengas, mucho mejor. Y eso te lo da el leer.
Y luego, ser constante y, por supuesto, ser uno mismo. Este último es muy importante porque en esta profesión es muy común que, en un momento dado, prescindan de ti y desaparezcas de algún proyecto por el motivo que sea. Hace mucho tiempo alguien me enseñó que, si tienes que vivir esta situación a nivel profesional, que sea por defender algo en lo que crees, es decir, por ser fiel a ti mismo y no por tratar de ser algo que no eres.