Si eres un amante del cine, no puedes dejar escapar este análisis sobre la fotografía de El árbol de la vida, un filme donde cada fotograma brilla más que el anterior.
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El árbol de la vida: argumento y presentación
Antes de proceder con el análisis exhaustivo de la dirección fotográfica de este filme es preciso que conozcas unas pinceladas de su argumento. A partir de aquí te encontrarás con spoilers, por lo que si tienes pensado ver esta película, ahora es el momento.
Dirigida por Terrence Malick, El árbol de la vida es un drama existencialista que consiguió reunir a un reparto que nos tiene acostumbrados a producciones más taquilleras y menos alternativas. Entre los rostros conocidos podemos resaltar a Brad Pitt, Jessica Chastain y Sean Penn.
La historia de El árbol de la vida
La peculiaridad de El árbol de la vida es que prima más la interpretación de las fotografías que la propia narración de la película. Así, el argumento nos sitúa en los años 50, cuando una familia recibe la noticia de que su hijo de 19 años acaba de morir.
Entre medias, aparecen imágenes simulando el origen del mundo. El eje principal del filme narra la infancia y adolescencia de Jack, un niño que veremos en forma adulta a lo largo de la película (interpretado por Sean Penn), y su mala relación con su padre (Brad Pitt).
A lo largo de los 139 minutos que dura la película, los espectadores profundizan en una complicada relación a través de planos fotográficos lentos y detallados.
El final se presenta como un ciclo, con un Jack mayor que consigue retomar la relación con sus padres, acompañado de imágenes que simulan el fin de la tierra, un simbolismo que se puede interpretar también como el fin de la vida de Jack.
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Al principio de la película una madre, interpretada por Jessica Chastain, señala un árbol recién plantado en el jardín de la casa familiar. Dirigiéndose a su hijo pequeño le explica que cuando él crezca, todavía no habrá terminado de crecer el árbol. Una clara metáfora simbólica que justifica el título de la película.
Fotografía de El árbol de la vida
La fotografía de El árbol de la vida es compleja pero refleja en cada fotograma una belleza inalcanzable por cualquier otro filme. La combinación de imágenes reales con la creación de pasajes sobre el cosmos consigue genera rcierta confusión entre los espectadores. La película no tiene un ritmo fácil, tampoco un argumento claro, pero puede ser un espectáculo para los sentidos.
Emmanuel Lubezki fue el encargado de coordinar la fotografía de la película. Un director fotográfico experimentado que quiso exprimir al máximo la creatividad a través de planos puramente detallistas y expresivos.
El uso de sombras
Destacan los pasajes donde Lubezki opta por filmar fotogramas con prevalencia de sombras en movimiento. Se trata de una forma de ejemplificar el bien y el mal, es decir, la complicada relación entre padre e hijo, que lucha por encontrar un equilibrio que nunca llega.
La luz natural
Lubezki opta por el uso de la luz natural para sus planos. Incluso cuando se filman interiores podemos ver cómo los personajes suelen situarse próximos a una fuente de luz natural como son las ventanas. Optar por este tipo de iluminación dota de realismo y suavidad a las diferentes escenas.
Angulaciones de planos en la fotografía de El árbol de la vida
La fotografía de El árbol de la vida es puramente subjetiva, un aspecto que podemos apreciar claramente en planos donde Lubezki opta por hacer uso de diferentes ángulos. Por ejemplo, podemos ver al pequeño Jack con planos nadir cuando se dirige a su padre y, en contraposición, planos cenitales cuando es el adulto el que toma la dirección de la conversación.
También hay escenas donde vemos cierta distorsión para generar el efecto comentado por los planos.
Uso del steadycam
Si nos centramos en recursos puramente técnicos, el steadycam ha sido uno de los soportes elegidos por Lubezki para la grabación de los diferentes planos. La steadycam aporta estabilización en el rodaje. Además de optar por este recurso, podemos observar en el filme cómo hay cierta predilección por los planos detalle de los protagonistas, sobre todo si hablamos del personaje que interpreta Jessica Chastain.
Los paisajes naturales no rodados
¿Te lo creerías si te dijéramos que los paisajes naturales que aparecen en el filme son fragmentos de documentales ya rodados en los años 60? Es totalmente cierto. Lubezki y Malick optaron por la incorporación de fragmentos de planos naturales ya rodados. Y es que la naturaleza es uno de los puntos más destacados de la dirección fotográfica de El árbol de la vida.
El origen del universo en un laboratorio
Las imágenes cósmicas que podemos observar al inicio y fin de la película se crearon gracias a la combinación de una serie de efectos generados con líquidos y calor. El artífice de estas mezclas fue Doug Trumbull. El plano elegido para rodar este cosmos improvisado fue el cenital. Los resultados fueron espectaculares.
Emmanuel Lubezki, el genio tras las cámaras
La fotografía de El árbol de la vida no habría sido posible sin la destreza y creatividad de Emmanuel Lubezki (El Chivo), encargado de la dirección fotográfica de la cinta.
Lubezki es uno de los directores de fotografía más reconocidos en el mundo audiovisual. Además de El árbol de la vida, fue el encargado de la dirección fotográfica de Gravity, Birdman y El renacido, entre otros. Cuenta con 3 premios Óscar gracias a su trabajo en esas tres películas.
El árbol de la vida estuvo nominada a esa estatuilla por mejor fotografía, pero finalmente no consiguió ganar el premio.
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