Las innovaciones tecnológicas sirven, entre otras cosas, para implementar las nuevas técnicas o recursos surgidos de este avance a fines para los que inicialmente no fueron pensados. Uno de los ejemplos más clarificadores es la fotografía.
El desarrollo técnico de la fotografía ha permitido a los fotógrafos profesionales emplearla en multitud de situaciones y con diversos objetivos, como retratar una prenda de ropa, publicitar una colonia en un cartel gigante o reflejar nuestro rostro en el DNI o en cualquier otro documento oficial. Hoy vamos a centrarnos en una de estas aplicaciones que más ha influido en el diagnóstico y la investigación en la medicina: la fotografía médica.
¿En qué consiste la fotografía médica?
La fotografía médica es nada más y nada menos que la creación de una imagen fija de una parte del cuerpo humano que permita indagar en la investigación, diagnóstico y control de una enfermedad o para el estudio de la ciencia médica, así como para la difusión del conocimiento en ámbitos científicos y de formación.
Como puedes imaginar, la técnica fotográfica ha permitido mostrar en imágenes partes del cuerpo que no se habían visto antes y ha tenido un papel protagónico en la invención de la radiología, la endoscopia, la microscopía o la termografía médica.
Aplicaciones de la fotografía médica
La mayoría de enfermedades e infecciones afectan a partes del cuerpo que no pueden verse a simple vista, por lo que la fotografía médica resulta imprescindible para realizar diagnósticos tan cotidianos como el de un traumatismo, permitiendo al doctor ver si hay algún hueso dislocado o roto. Estas son algunas de esas aplicaciones más habituales de la fotografía médica:
- El diagnóstico puntual: una imagen médica puede mostrar al doctor qué está mal en el cuerpo del paciente. Una radiografía, por ejemplo, sirve para localizar tumores, fracturas y casi cualquier tipo de anomalía.
- La planificación del tratamiento: las fotografías permiten a los médicos establecer la gravedad de una lesión o enfermedad y con ella, saber la envergadura de la intervención y posterior tratamiento.
- Evaluación del tratamiento: permite a los profesionales sanitarios comparar imágenes de la zona afectada para comprobar la eficacia del tratamiento y si es o no necesario cambiarlo.
- Monitoreo de una enfermedad: se puede observar el avance o retroceso de una enfermedad en sus distintas para establecer la repercusión del daño para la salud del paciente.
Consejos para obtener una buena fotografía médica de nuestra dentadura
Para practicar y poner a prueba tus habilidades, vamos a empezar por la fotografía médica más sencilla que puedes realizar: la de la dentadura. Antes de ponerte a sacar imágenes de los dientes de un amigo, debes tener muy claros los parámetros básicos que rigen la fotografía, es decir, la velocidad de obturación, la apertura del diafragma, la profundidad de campo y la ISO.
Una vez sepas cómo funcionan todos estos elementos y cómo se relacionan entre sí, ya estarás plenamente capacitado para realizar cualquier tipo de fotografía; de paisaje, un retrato e incluso una fotografía médica.
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Configuración de la cámara para fotografía médica
Vamos a realizar una llamada fotografía intraoral. Para ello tendremos que retratar el interior de la boca, un lugar de difícil acceso y donde no abunda la luz. Por eso, necesitarás centrarte en la obtención de imágenes claras, sin aberraciones, con una representación realista de los colores y con la menor cantidad de ruido (grano) posible.
Para ello vamos a emplear un equipo básico, formado por cámara, flash y trípode. En cuanto a los parámetros de la cámara, te recomendamos que cierres el diafragma a f/8 o más, que utilices la mayor velocidad de exposición que te permita el flash y con el ISO más bajo posible (idealmente en 100). Los parámetros exactos variarán en función de la cámara, del objetivo empleado y de la luz ambiental. Está solamente en tu mano calcular los parámetros adecuados para tu situación.
¿Qué objetivo utilizo para la fotografía médica de dentaduras?
El objetivo más empleado para retratar dentaduras en clínicas dentales es el teleobjetivo medio, hasta los 250 mm como máximo (un 55-210, por ejemplo, podría valer). Tendrás que situarte a una distancia considerable del paciente (o persona retratada) pero gracias al teleobjetivo podrás conseguir un enfoque perfecto de toda la dentadura, a diferencia del resultado que lograrías en caso de utilizar un objetivo macro.
Flash y fondo
El flash que se suele emplear en este tipo de fotografías es el llamado flash anular. Con él evitaremos la aparición de sombras indeseadas, propia de los flashes de zapata, e iluminaremos correctamente la cavidad bucal.
Para que la fotografía pueda serle de alguna ayuda al dentista deberás centrarte en enfocar correctamente los dientes, para lo cual te recomendamos que tapes el fondo de la boca para evitar que se vea la lengua y el resto de la cavidad bucal. Podrás servirte de un simple trozo de plástico negro esterilizado que colocarás detrás de la línea de dientes superior. De esta manera conseguirás que puedan apreciarse con todo detalle los dientes bajo fondo negro.
Para retratar correctamente una dentadura puedes valerte de separadores o espejos linguales para acceder a todos los rincones sin problema
Si quieres facilitar la tarea, te puedes servir de separadores o retractores de mejillas para mantener abierta la boca durante la toma. Estas son herramientas de uso diario para cualquier dentista y podrías obtenerlos. También puedes valerte de pequeños espejos como el lingual o el oclusal para retratar las líneas de las muelas, que se encuentran pegadas a las mejillas.
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