¿Te ha pasado alguna vez estar tan concentrado en una película que te has llegado a sobresaltar cuando en ese momento alguien te toca o dice algo? A la hora de conseguir envolver a alguien con una película, entran en juego varios factores: la trama, la interpretación de los actores y el sonido de los efectos especiales. Hoy venimos a hablaros de este último.
Historia del sonido de los efectos especiales
Los efectos especiales cinematográficos se componen de sonidos que consiguen simular acciones o emociones. El gran creador de esta idea fue Jack Foley, de donde viene el término “Foley”, que significa añadir a escenas ya grabadas extras de audio para conseguir con el sonido efectos especiales.
Los primeros pasos de Foley se sitúan en la primera mitad del siglo XX, momento en el que no había apenas desarrollo técnico en lo que se refiere al cine. Pero su técnica era totalmente artesanal y conseguía unos efectos sonoros de gran calidad. Estos son algunos ejemplos:
- Crear el efecto de huesos rotos con un Apio. Al retorcerlo y romperlo se genera un chasquido y realmente parece que se ha roto un hueso.
- Utilizar el papel de burbuja para simular una hoguera recién encendida. El sonido de romper las pequeñas burbujas crea la sensación de que están estallando pequeñas cenizas y además crea un sonido envolvente.
- Usar un globo para imitar el sonido que hacen las puertas con bisagras mal engrasadas.
La trascendencia de su trabajo ha hecho que a día de hoy se mantenga su nombre para designar a una parte del equipo técnico de sonido: los “foley artist”. Se trata de profesionales que continúan creando sonidos a partir de elementos naturales, en lugar de usar la tecnología que tenemos hoy día.
¿Qué aporta el sonido a los efectos especiales?
Si has llegado hasta aquí supongo que te habrás dado cuenta de que el sonido juega un papel importantísimo en escena. Es el encargado de, junto a la interpretación del actor, aportar emoción a lo narrado.
El sonido en efectos especiales consigue aumentar la potencia de lo que se está viendo en la pantalla. Se trata de un elemento poderoso que hay que saber manejar a la perfección, de lo contrario, un sobreuso del mismo puede crear verdaderos esperpentos.
El papel del técnico de sonido en los efectos especiales
El técnico de sonido es el profesional encargado de integrar los efectos sonoros en las películas. Se trata de una tarea de postproducción, es decir, sobre lo que ya está grabado.
De esta forma, el técnico de sonido ha de demostrar que sabe manejar su biblioteca de sonidos para engrandecer lo ya rodado. Además de añadir efectos sonoros, puede subir o bajar el volumen de los sonidos captados en escena, bien para amplificarlos, bien para reducir ruidos innecesarios.
Para ser un buen técnico de sonido es necesario tener una formación integral que permita desempeñar su trabajo de la forma más profesional. Si estás interesado en formarte, la escuela de 35 mm cuenta con un curso de técnico de sonido muy completo. Te permitirá introducirte en la profesión.
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Tipos de efectos sonoros
Existen multitud de efectos sonoros para utilizar en las películas. Cada uno de ellos tiene un uso diferente y el técnico de sonido tiene que saber cuándo se puede introducir y cuándo no.
Efectos ambientales
Serían aquellos que se utilizan para describir un lugar. Por ejemplo, en una película de miedo, el efecto ambiental conseguirá generar suspense y terror en las escenas en las que una persona baje las escaleras del sótano. Un clásico.
Sin embargo, si estamos ante una película romántica, el efecto sonoro ambiental será dulce y nos transmitirá ternura en los momentos más tiernos entre los protagonistas. Los efectos ambientales bien usados consiguen trasladarnos a lugares sin necesidad de ver la escena. Con los ojos cerrados somos capaces de identificar si se trata de una escena de acción, terror, drama…
Efectos sonoros ornamentales
Este tipo de efectos actúan como refuerzo en las escenas. Hay diferentes tipos. Por ejemplo, escuchar el sonido de una olla a presión de fondo ayuda a crear ambiente en una escena dentro de una vivienda familiar. Se trata de un efecto sonoro que no es imprescindible para la película, pero le da un punto más de realismo a lo que se narra.
Por su parte, en una escena donde vemos a un chico entrando en un piso y oye cómo se rompen unos platos, estaremos frente a un efecto sonoro ornamental que sí es crucial para la película. Ese sonido alerta al personaje de que está pasando algo en la cocina. ¿Qué podría ser? ¿Un asesinato, una infidelidad? En este grupo se incluyen los famosos efectos especiales, tales como disparos, explosiones, golpes, fenómenos meteorológicos…
El sonido y los efectos especiales en la actualidad
Como ves, los efectos sonoros tienen un amplio recorrido en la historia. Por eso han ido creciendo paralelamente al desarrollo de la industria cinematográfica.
Los grandes directores saben que sus películas no son nada sin buenos efectos sonoros, por lo que se vieron forzados a prestar atención a esta división técnica en la producción de largometrajes.
Así, a día de hoy existen bibliotecas infinitas de efectos sonoros con las que se pueden conseguir los resultados deseados. No obstante, será solo el buen criterio de un técnico de sonido el que sepa diferenciar cuál es el efecto sonoro ideal para cada momento.
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