La importancia de la intensidad del sonido en el trabajo de un/a técnico/a de sonido

intensidad-sonido

Si tienes un smartphone, seguro que te avisa si tus auriculares están demasiado altos. El móvil es capaz de detectar la intensidad del sonido que estás reproduciendo, y de advertirte sobre cuándo puede dañar tus oídos.

Prevenir esas lesiones es, precisamente, una de las responsabilidades de los/as especialistas del audio, que también vigilan el volumen para salvaguardar el equilibrio entre las pistas y generar experiencias sonoras agradables. En nuestro Curso de Técnico/a de Sonido conocerás más a fondo esta característica fundamental que separa una onda sonora de lo que consideramos ruido. ¡Descubre cómo se mide y por qué es importante!

¿Qué es la intensidad del sonido y por qué es fundamental para un técnico de sonido?

La intensidad del sonido es una de sus cualidades clave. ¿Por qué? Porque, como hemos visto, tiene la capacidad de hacerte daño si su valor supera los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Con intensidad nos referimos a la cantidad de energía con la que se emiten las ondas sonoras en un espacio. Sería algo parecido al volumen, aunque este concepto define la percepción de dicha intensidad. Hay que tener en cuenta que esta cambia en función de varios aspectos, como la dirección en la que se transmite el audio o si hay o no obstáculos en el lugar donde se propaga.

Según la OMS, la intensidad media del sonido que se proyecta no debe superar los 70 decibelios. Los decibelios son las unidades que se emplean para medir el volumen y, para que te hagas una idea, irían de los 30 dB de un susurro a los 150 dB de los petardos.

Una cuestión de equilibrio

Dado que los/as técnicos/as de sonido son los que ajustan la potencia de las pistas, es importante que respeten los niveles recomendados para evitar exposiciones sonoras peligrosas para la audiencia. Pero ese no es el único motivo por el que tendrás que vigilar los vatios por metro cuadrado.

Cuando un altavoz emite un volumen excesivo, las palabras o la música que se transmite puede distorsionarse. Imagina que vas a una conferencia y la intervención del/la ponente se escucha altísimo. Además de peligroso, ¡no entenderías mucho de lo que está diciendo! Otras razones para prestar atención a la intensidad del sonido son:

  • Calidad de la experiencia: los sonidos muy fuertes pueden hacer que el público sienta dolor, pero también pueden ocultar defectos en las pistas. Hay que ajustar bien el volumen de cada una para que estén equilibradas y para poder solucionar posibles resonancias.
  • Control de las emociones: la música tiene un importante componente emocional. Las mejores bandas sonoras de las películas, por ejemplo, usan intensidades altas para los momentos más críticos —un combate, el éxito del/la protagonista—, y dejan las bajas para las escenas menos trascendentes.
  • Normativa: a nivel estatal, existe una Ley del Ruido, y las ciudades también tienen sus propias ordenanzas contra la contaminación acústica. Si el/la técnico/a adapta la intensidad del sonido como debe, el evento se ahorrará más de una multa.
Si estás interesado/a en el
Curso de Técnic@ de Sonido

Cómo medir la intensidad del sonido: herramientas y técnicas esenciales

Los/as técnicos/as de sonido usan herramientas distintas para medir la potencia de un audio. La mayoría de ellas constan de un micrófono que capta las ondas sonoras y de una pantalla —analógica o digital— que refleja las mediciones en forma de gráficos. ¡Veamos los instrumentos más comunes!

  • Sonómetro: funciona de forma similar al oído humano, determinando la presión sonora de las ondas.
  • Analizador de espectro: además de evaluar la intensidad del sonido por su presión, es capaz de segmentarlo en distintas frecuencias. Esto proporciona una mayor variedad de datos para ajustar su calidad.
  • Dosímetro: cuantifica la exposición sonora de un sujeto durante un periodo temporal. Es útil, por ejemplo, para comprobar si los niveles de ruido de una fábrica son peligrosos a largo plazo para sus trabajadores/as.
  • Micrófono de medición: es uno de los tipos de micrófonos más curiosos. Se utiliza para grabar el nivel de ruido de un espacio, pero, a diferencia de las anteriores herramientas, no arroja datos por sí mismo.

Curso de Técnic@ de Sonido

El «modus operandi»

Cuando manejan estos instrumentos, los/as especialistas deben respetar determinados principios para asegurar una medición precisa:

  • Calibración de dispositivos: antes de evaluar la intensidad del sonido, hay que asegurarse de que las herramientas parten de los parámetros correctos. ¿Cómo? Comparando sus mediciones con las de otros instrumentos estándar y llevando a cabo las adaptaciones que corresponden.
  • Toma de posición: hay que colocarse a la distancia correcta de la fuente sonora y orientar el dispositivo de medición teniendo en cuenta la configuración del espacio.
  • Análisis de resultados: en ocasiones, los/as técnicos/as de sonido recurren a softwares especiales para valorar los niveles de ruido y elaborar informes.

Impacto de la intensidad del sonido en diferentes entornos de trabajo

El trabajo de un/a técnico/a de sonido es determinante en todas las áreas de la industria audiovisual. Además de conectar los equipos y solucionar errores, debe tener en cuenta la acústica y la clase de pistas que se van a transmitir.

Si no hace una instalación de sonido profesional, eso se notará en el resultado —y mucho—. ¡Mira cómo influye su labor en estos tres ambientes del sector!

  • Producciones audiovisuales: en las películas conviven diálogos, música, efectos, ruidos de ambiente… Si la intensidad de sonido de la banda sonora es mayor que la de las conversaciones, por ejemplo, generaría malestar entre el público.
  • Eventos en directo: los conciertos suenan alto —entre los 100 y los 120 dB—, pero tampoco hay que pasarse. Además de la posible saturación, la audiencia podría sufrir pérdidas auditivas permanentes.
  • Producción musical: a ti te parece que es solo una melodía, pero una canción está hecha de capas y más capas. Hay que darle a cada una el protagonismo que merece, como cuando aderezas un guiso con varias especias. También conviene controlar la intensidad del sonido que se reproduce mientras el/la especialista trabaja en el proyecto. ¡Los/as técnicos/as no son inmunes a los volúmenes elevados!

¡Conquista la industria audiovisual!

La intensidad sonora es solo uno de los fundamentos del audio. El timbre, el tono e incluso cómo se refleja en las superficies llega a cambiar por completo su percepción, así que debes controlar todos los parámetros para crear experiencias auditivas de calidad.

En Treintaycinco mm contamos con un Curso de Técnico/a de Sonido que te dará las claves para configurar las pistas como un/a experto/a. Mediante un enfoque teórico-práctico y una metodología flexible, aprenderás a abordar cualquier proyecto de la industria y demostrarás lo que sabes en un periodo de prácticas de hasta 300 horas. ¡Infórmate ya!

Fuentes y recursos de información

Comprobamos el contenido y la veracidad del conocimiento presentado en este artículo a través de nuestro proceso editoria y de verificación de la información, para asegurarnos de que sea preciso y confiable.

Conoce el proceso editorial

¡Consigue gratis nuestro índice del temario!

Técnico de Sonido icono

Curso de Técnic@ de Sonido

  • Este campo es un campo de validación y debe quedar sin cambios.
¡Un asesor se pondrá en contacto contigo lo antes posible!