En su estreno como directora y guionista, Isabel Coixet entró por la puerta del séptimo arte apuntando maneras. Su filme Demasiado viejo para morir joven recibió una candidatura al Goya y la presentó como la cineasta sensible y brutalmente honesta que demostraría ser en los años siguientes. Hoy, la catalana se ha ganado a pulso su sitio en las bambalinas de la pantalla grande. En este artículo repasamos las claves de la mirada artística de Isabel Coixet y sus películas, en especial una de las más recientes, La librería. ¡Acompáñanos!
La librería: el poder de las historias
Delicada, humana y revolucionaria. Solo las películas de Isabel Coixet podrían reunir en una misma frase adjetivos como esos. Se trata de algunas de las críticas que mereció La librería, un trabajo que lleva el sello de la catalana en cada segundo de metraje. Y no es para menos. La propia autora, encargada tanto de la dirección como de guionizar la historia, se ha confesado una ferviente amante de los libros.
Precisamente ellos son los protagonistas de este filme. El metraje se basa en la novela de Penelope Fitzgeral, y nos traslada a la Inglaterra de los años 50 para retratar la lucha de una viuda, Florence Green, decidida a oponerse al vecindario en el que se instala para abrir la primera librería.
Isabel Coixet: películas a cientos, un solo discurso
Desde que comenzara a jugar con la cámara de niña, la filmografía de la directora no ha parado de crecer. Actualmente hay más de una veintena de largometrajes entre las películas de Isabel Coixet, y en ellos no resulta difícil entrever esas cuestiones que, para la artista, importa retratar en el cine.
La librería es un buen espejo en el que observar esos detalles. La trama se construye en torno a la fortaleza de Florence Green, y hace patente la reivindicación feminista que a Coixet le gusta introducir en sus relatos.
La literatura, especialmente presente en esta obra, es otro de sus fetiches. También el retrato del día a día. En la parte técnica, La librería reproduce varios de los recursos que ya forman parte de su marca. Las películas de Isabel Coixet suelen echar mano de las voces en off, de planos que resaltan miradas y de unos espacios cuidados rodados entre su Barcelona natal y Belfast, Irlanda del Norte.
Con Emily Mortimer y Bill Nighy, Coixet no vacila en meter de lleno a los espectadores en Old House, el refugio de Green. La lucha de la librera se convierte fácilmente en la del público y logra, como hace siempre, crear un cine de personas.
Curso de Dirección Audiovisual
Florence Green, el álter ego de Coixet
El éxito de La librería se saldó con 12 nominaciones a los Goya, y el galardón a Mejor Película, Dirección y Guion Adaptado. Sin embargo, antes que le público, fue Coixet la primera en quedar cautivada.
Una década atrás, la propia directora había tenido que rendirse ante The bookshop, la novela de Fitzgerald. Cuenta que se sintió tan identificada con la protagonista que quiso llevarla al cine, para rodar bajo su sello “las reacciones, la ingenuidad” y “la pasión por los libros” que veía en sí misma.
Más que una directora de cine
La librería y La vida secreta de las palabras son dos imprescindibles dentro de las películas de Isabel Coixet. Pero la catalana va más allá de la labor de directora. La artista escribe y adapta guiones, hace documentales y combina sus películas con la publicidad.
Actualmente, se encuentra preparando un reportaje sobre los abusos sexuales que se produjeron en el Aula de Teatre de Lleida. Tiene otros, como el que dirigió en 2012 sobre el desastre del Prestige, o la entrevista Escuchando al Juez Garzón, que tanto dio que hablar.
Como sus películas, se trata de piezas muy comprometidas socialmente. En cuanto a sus anuncios, no se ha limitado a dirigirlos. En 2020, protagonizó una popular campaña de Ikea, en la que confesaba que se había negado a dirigir un filme que acabó ganando cuatro premios Oscar.
La búsqueda de las musas en las películas de Isabel Coixet
Las películas de Isabel Coixet son historias muy centradas en los personajes, en la vida íntima, y en los efectos que la muerte o la soledad dejan tras de sí. Si te interesa el cine y te apetece rodar tus propias obras, es poco probable que no te hayas tropezado con alguna de sus piezas.
No hace mucho, salió en Netflix el documental Palabras, mapas, secretos y otras cosas. En él se cuenta cómo la artista logra dar forma a sus ideas, aunque ya ha dejado varias pistas en entrevistas y reportajes. ¡Te dejamos algunas!
- La inspiración, en un vistazo: además de leer hasta lo que no se ha escrito, Isabel Coixet extiende a la vista las ideas. Tiene un corcho lleno de recortes, artículos, fotos y pegatinas que le han llamado la atención, y que pueden encender en cualquier momento la chispa de una nueva historia.
- El 90% es trabajo: la autora no niega que a veces hay ideas felices, pero gran parte de su éxito es trabajo. Para sus películas, Isabel Coixet se sienta a dar forma a sus ideas, excavando y descartando las ocurrencias que no funcionan.
- Fijarse y escuchar: el próximo Goya puede estar en cualquier parte. Aunque su trabajo es contar, Coixet no pierde la oportunidad de oír los relatos de otros en busca de la semilla de un guion.
¡Crea tus propias historias con nuestro Curso de Dirección Audiovisual!
¿Te gustan las películas de Isabel Coixet? ¡Pues no te limites a verlas! En 35mm tenemos un Curso de Dirección Audiovisual para que puedas rodar tus propios metrajes.
En el programa, aprenderás todo lo que necesitas para dar forma a tus ideas. Conocerás las técnicas de grabación, los secretos de producción y los entresijos de iluminación y sonido que debe dominar todo buen director cinematográfico.
Dispondrás de tutores, clases magistrales y prácticas en empresas a lo largo del proceso. Al acabar, te aseguramos que podrás analizar con otros ojos las películas de Isabel Coixet… ¡y hacer las tuyas!
¡Apúntate, que rodamos!