“No tenía ningún vínculo. Nadie a mi alrededor se dedicaba a nada artístico”, cuenta María García para crear un universo en el que entendamos cómo llegó a la Fotografía Digital y a la Dirección de Fotografía. Pero cuando un lenguaje te atrapa, y sientes que es el tuyo, no hay muros tan altos que no se puedan saltar. Desde que se expresa tras el objetivo, siente que todo en su vida profesional ha cobrado más sentido y ha conseguido introducirse en el mundillo laboral.
“He participado en varios eventos a través del centro”.
Nuestra Máquina de Talento estudiaba Bellas Artes atraída por la pintura, el dibujo… pero sentía que la fotografía era su manera real de expresarse a nivel artístico. Mientras sus compañeros visualizaban sus proyectos en esculturas, la herramienta y punto de fuga de María era pensar en píxeles y encuadres.
Un proyecto serio
“Empecé por mi cuenta leyendo y practicando pero al final me lo tomé más en serio”, recuerda. E hizo foco en Treintaycinco mm. “He participado en varios eventos a través del centro”, dice. Y siente que en su elección sólo hay puntos positivos porque entiende su manera de expresarse y su enfoque profesional tiene sentido.
“He estado súper feliz y motivada durante toda la formación y me ha gustado mucho el contenido y el poder tener flexibilidad”, comenta esta fotógrafa, que prevé compatibilizar la fotografía en exteriores con las sesiones de estudio y un papel activo en las redes sociales. ¿Se te va relevando tu futuro?