Los mejores directores de fotografía: Haskell Wexler

Haskell Wexler director de fotografía

La Dirección de Fotografía busca, en líneas generales, plasmar de forma visual la idea del Director de una película. Por este motivo, es poco habitual ver Directores de Fotografía con un registro visual homogéneo a lo largo de sus obras, ya que por lo general priorizan la adaptación a la especialización. Un caso extraño en este sentido es Haskell Wexler, de quien hablaremos en nuestro artículo de hoy, que hizo de su visión creativa una firma distintiva de sus trabajos.

 

¿Quién fue Haskell Wexler?

Wexler nació en el seno de una familia rica judía de Chicago en 1922. Su padre, Simon, y su madre, Lottie, lo mandaron a estudiar a una progresiva escuela de la ciudad más grande del estado de Illinois.

Durante cuatro años formó parte de la Marina Mercante, desde 1941 hasta 1946, donde obtuvo una condecoración por haber sobrevivido al ataque y hundimiento de su barco por parte de un submarino alemán.

Tras recibir el alta en 1946, y pasar un breve tiempo trabajando junto a su padre, decidió que quería convertirse en cineasta.

 

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Primeros pasos en el mundo del cine

Cuando le comentó a su padre que quería convertirse en un profesional del séptimo arte, este le ayudó para crear su propio estudio. En él, Haskell Wexler comenzaría a filmar películas en fábricas del medio oeste americano, aunque no le iría muy bien y terminaría cerrando un año más tarde debido a la gran cantidad de pérdidas que generaba la empresa.

En cualquier otro caso este intento de convertirse en productor cinematográfico hubiese sido un desperdicio de tiempo y dinero, pero en el caso de Wexler fue una especie de escuela de cine alternativa para una persona que no había tenido nunca un contacto directo con la producción de películas de ningún tipo.

 

Haskell Wexler como profesional del cine

Tras el cierre de su estudio en 1947, Wexler consiguió un trabajo como asistente de cámara. Desarrolló, en este puesto, todo tipo de proyectos, desde docu-dramas y cortos hasta documentales y publicidades.

Así pasaría más de una década en la industria, hasta que finalmente, en 1963, Wexler decide autofinanciarse, producir y dirigir la fotografía de The Bus, un documental con el que sigue a un grupo de freedom riders (activistas de los derechos civiles que viajaban en buses interestatales hacia el sur estadounidense, todavía segregado, para reclamar por el cumplimiento de las decisiones de la Corte Suprema).

Ese mismo año formó parte del que sería su primera producción de gran presupuesto: América, América, un cuento épico basado en la vida del tío del director de la película, Elia Kazan (que fue nominado a los Óscar como mejor director).

 

Su primer Óscar

Tres años después de América, América, Haskell Wexler es nominado a los Óscar como Mejor Director de Fotografía por la película ¿Quién teme a Virginia Wolf?, película que contó con la participación de Elizabeth Taylor y que contaba la historia de una pareja con una relación sumamente tóxica que invita a otra pareja a tomar unas copas después de una fiesta.

Wexler se haría finalmente con ese galardón, con la curiosidad de que fue el último premio Óscar que se entregó a la mejor fotografía en blanco y negro.

 

Otras producciones

Tras filmar ¿Quién teme a Virginia Wolf?, Wexler trabajó en otras producciones como En el calor de la noche (donde al ser la primera gran producción a color con un protagonista de raza negra, tuvo que modificar la iluminación tradicional para evitar unos brillos indeseados en la tez de Sidney Poitier), El asunto de Thomas Crown, Medium Cool (donde además se estrenó como director y guionista) o American Graffiti (en este caso como consultor visual).

En todas estas películas Wexler fue marcando su impronta, hasta convertirla en una marca registrada de su trabajo.

 

Su segundo Óscar

En 1976, Haskell Wexler filmó  la película que le merecería su segundo Óscar, Esta tierra es mi tierra, una película biográfica del cantante folk Woody Guthrie (a quien Wexler había conocido durante su tiempo en la marina), que evocaba espléndidamente los puntos más oscuros de la depresión (recolectores de cultivos migrantes, comedores populares, vagabundos saltando a trenes de carga, tormentas de polvo…) en color desaturado.

En esta película se utilizó por primera vez la Steadicam. El resultado más atractivo de este nuevo invento fue en una toma sumamente innovadora para la época en la que el camarógrafo comenzó con una grúa de plataforma totalmente elevada que se abalanzó hasta llegar al suelo, donde se bajó y caminó con la cámara a través del set.

 

El perfil político de Wexler

Wexler fue particularmente activo en todo lo relacionado a la política: el sindicato de pasajeros de autobuses de Los Ángeles, el Subcomandante Marcos (líder zapatista mexicano), la Marcha de 1963 en Washington  o la tortura en Brasil en la década de 1970 fueron temas que ganaron su atención o su ayuda.

También estuvo particularmente activo en el propio sindicato de la industria del cine pidiendo que eliminaran el estatuto sobre no emplear a nadie «dedicado al derrocamiento del gobierno de los Estados Unidos”, una cláusula invocada con frecuencia durante la época de la lista negra de Hollywood de los años 50 y 60, que se usaba para despedir o silenciar gente que no comulgaba con las ideas del gobierno.

La situación llegó a tal punto que incluso el FBI tenía un archivo de 500 páginas enteramente dedicado a Wexler en el que se detallaban todas sus actividades y trabajos realizados.

 

El perfil más controvertido de Wexler

Wexler era, aparte de una persona con una visión fotográfica destacada, un profesional difícil de tratar en el día a día. Él no tenía dudas que en la relación Director/Director de Fotografía el artista era el último, por lo que a menudo sentía que los directores se interponían en su visión artística.

Este tipo de actitudes fueron las que hicieron que fuera despedido de La conversación, de Francis Ford Coppola, y de Alguien voló sobre el nido del cuco, de Miloš  Forman, siendo reemplazado en ambos casos por Bill Butler (que, curiosamente, se llevaría un Óscar a mejor Fotografía por ambas películas).

 

Hasta aquí llegamos con el repaso sobre la vida y obra de Haskell Wexler, un Director de Fotografía que podía tener su lado controvertido pero cuya visión fotográfica del cine ha quedado absolutamente fuera de toda discusión.

 

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