Desde que comenzamos nuestro repaso por los mejores directores de fotografía de la historia hemos visto el trabajo de muchos de los grandes exponentes de esta profesión. Pero nos dimos cuenta que estábamos cayendo en el mismo error que cae la industria del cine: eran todos hombres. Hoy decidimos cambiar eso y hablar de una mujer que, gracias a una visión creativa prodigiosa y a un mimo absoluto por la imagen, ha logrado hacer historia: hoy toca hablar de Rachel Morrison.
¿Quién es Rachel Morrison?
Nacida en Cambridge, Massachusetts, donde pasó toda su infancia y adolescencia, Rachel Morrison empezó a relacionarse con la fotografía desde muy pequeña, aunque el cine la fue atrapando poco a poco. Tanto es así, que cuando decidió ingresar en la Universidad de Nueva York lo hizo para estudiar una doble especialización en fotografía y cine, ya que no podía decidirse por ninguna de las dos.
Sus estudios no acabarían ahí, ya que tras la universidad (cuando ya había decidido dedicarse enteramente al cine), se sacó también un master en el American Film Institute y se graduó con una Maestría en Bellas Artes en 2006.
Sus primeros pasos en el cine
Rachel Morrison comienza su andadura por el séptimo arte en el mundo independiente, desde donde comienza a acrecentar su figura con películas como Sound of my voice (2011) o la destacada Fruitvale Station (2013), que recibió el Premio del Público y el Gran Premio del Jurado a la Mejor Película en el Sundance Film Festival (donde estrenó siete películas en ocho años).
Con el tiempo fue haciéndose un nombre y una reputación, y sus deslumbrantes imágenes, que son elegantes e inquietantes a la vez, se fueron haciendo cada vez más familiares para el público.
Mudbound, el gran salto
La progresión de Morrison fue brutal, a tal punto que en 2017, solo seis años después de su primer film, realizó la película que la llevaría a marcar un hito absoluto en la historia del cine mundial: gracias a su trabajo en Mudbound, la película que explora la lucha entre blancos y negros por el sueño americano en el Delta del Mississippi de la década de 1940, Rachel Morrison se convirtió en la primera mujer en formar parte de las nominaciones al Óscar 2018 por mejor fotografía.
Finalmente sería Roger Deakins quien se llevara la estatuilla por Blade Runner 2049 (tras 13 nominaciones infructuosas previas). Pero la realidad es que eso no hizo mella en el valor de lo que Morrison había logrado: en una profesión en la que las mujeres no llegan a ocupar el 10% de los grandes films, haber conseguido que Mudbound formara parte de las películas nominadas al Óscar 2018 fue un logro de proporciones inimaginables.
Este logro no solo pone en valor el impecable trabajo de Morrison, del que hablaremos a continuación, sino que abre la puerta a muchísimas otras mujeres que tienen mucho que decir en la profesión de Dirección de Fotografía Cinematográfica.
“Saber que en Hollywood es difícil entrar si eres mujer no me detuvo. Al revés, lo hizo más atractivo. Fue un reto, hacer algo que no esperan de ti”.
La fotografía de Mudbound
La traducción de la palabra mudbound sería “embarrado”, algo que guarda relación con la película, en la que cuando llueve y las aguas crecen, el puente que lleva a la ciudad queda bajo las aguas y las tierras de las dos familias protagonistas quedan hundidas en el barro.
Morrison hace del nombre una imagen y nos mete de lleno de una historia que nos atrapa en el barro y no nos deja salir. Filmada en unos perfectos colores terrosos, la fotografía de esta película de época marca perfectamente la diferencia racial de la que se habla en la película: mientras la familia negra (los Jackson) vive a la luz de las velas, la familia blanca (los McAllan) disfruta de electricidad; del mismo modo, la paleta de colores es distinta para unos y otros (tonos marrones y verdes para los Jackson, y tonos más pasteles para los McAllan).
Pero la imagen no se limita solo al tema racial: las tomas dedicadas a la II Guerra Mundial cuentan con su propia imagen, de marcados tonos marrones y verde militar, que se combinan a la perfección con los del resto de la película.
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