La Nouvelle Vague fue un movimiento cinematográfico surgido en Francia a finales de los años 50 que revolucionó el mundo del cine. Los directores que formaron parte de este movimiento rompieron con las convenciones del cine clásico de Hollywood y crearon películas con un estilo más personal, íntimo y experimental.
Películas como «Al final de la escapada» de Jean-Luc Godard o «Los 400 golpes» de François Truffaut se convirtieron en obras maestras que cambiaron para siempre la forma de hacer y pensar el cine.
En este artículo, exploraremos el origen y las características de la Nouvelle Vague, los principales directores que formaron parte de ella, las películas más destacadas y el legado que dejó este movimiento. Sin duda, uno de los más influyentes en la historia del cine.
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¡Comenzamos!
Orígenes de la Nouvelle Vague
La Nouvelle Vague surgió como una reacción contra el cine comercial francés de los años 50, dominado por directores veteranos y producciones de gran presupuesto. Jóvenes críticos de la revista Cahiers du Cinéma como François Truffaut, Jean-Luc Godard y Claude Chabrol comenzaron a realizar cortometrajes inspirados en el neorrealismo italiano y el cine de autor estadounidense.
Estos jóvenes cineastas, a los que se unieron Eric Rohmer y Jacques Rivette, defendían un cine más personal y de autor, alejado de los convencionalismos del cine francés tradicional. La llegada de cámaras más ligeras y el uso del sonido directo les permitió rodar en ubicaciones reales con presupuestos muy bajos.
El contexto previo a la aparición de la Nouvelle Vague estaba marcado por el dominio de la tradición del «cine de papá» en Francia durante los años 40 y 50. Se trataba de un cine academicista, artificioso y basado en estudios, donde primaban los decorados de cartón piedra y una puesta en escena muy teatral.
Frente a esto, los jóvenes realizadores de la Nouvelle Vague abogaban por un cine más auténtico y realista, que mostrara la vida tal y como era, filmando en escenarios naturales y no en estudios. Querían acabar con los convencionalismos del cine francés imperante.
La influencia del neorrealismo italiano, surgido tras la Segunda Guerra Mundial, fue decisiva. Películas como «Ladrón de bicicletas» de Vittorio de Sica los inspiraron a llevar la realidad a la gran pantalla.
También bebieron de las innovaciones narrativas de directores estadounidenses como Orson Welles o Alfred Hitchcock.
Los avances tecnológicos en el campo del sonido y la llegada de cámaras más ligeras (como la Éclair 16mm) les permitieron grabar sonido directo y obtener una mayor libertad y espontaneidad a la hora de filmar en exteriores reales. Así podían rodar sus óperas primas con presupuestos muy bajos.
«Le beau Serge» (1958) de Chabrol y «Les quatres cents coups» (1959) de Truffaut fueron las primeras muestras del nuevo cine galo: historias de personajes marginados filmadas en las calles de París u otras localizaciones naturales, con equipos reducidos y estética documental.
La Nouvelle Vague nacía como una respuesta artística y generacional contra el academicismo del cine de sus mayores. Los jóvenes realizadores querían dotar al cine francés de modernidad, apertura al mundo real y una voz propia alejada de los convencionalismos imperantes de la industria.
Características e influencias de la Nouvelle Vague
A continuación, te desvelamos las principales características de la Nouvelle Vague.
¡Toma nota!
Actores no profesionales
Los directores de la Nouvelle Vague utilizaban actores no profesionales y personas comunes de las calles como protagonistas. Querían más realismo y cercanía en sus películas, en contraste con las estrellas tradicionales del cine francés. Preferían caras frescas y actuaciones naturales.
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Improvisación en los diálogos
También buscaban improvisación y espontaneidad en los diálogos y la narrativa. Dejaban que los actores expresaran con naturalidad sus líneas, evitando actuaciones estudiadas o artificiales. Fluía la creatividad.
Cámara en mano y estilo documental
Otra característica fue el uso de cámara en mano para lograr un estilo casi documental. Muchas escenas eran filmadas caminando por las calles, dando la sensación al espectador de estar presente.
Uso de tomas largas
La Nouvelle Vague a menudo utilizaba tomas largas que permitían capturar la acción de una manera más realista y fluida.
Locaciones reales
Asimismo, la Nouvelle Vague usaba locaciones reales en vez de sets de filmación. Rodaban en las calles, cafés, parques y otros escenarios de la vida real, otorgándole gran autenticidad a las películas.
Edición discontinua
También utilizaban una edición discontinua con cortes abruptos entre escenas. Rompían con la fluidez clásica del cine francés, creando un ritmo entrecortado.
Temas de juventud y vida moderna
En cuanto a las temáticas, abordaban asuntos relacionados con la juventud, amores casuales y la vida urbana moderna. Querían retratar la realidad social de los jóvenes franceses de su época.
Producciones independientes
Por último, eran producciones independientes de bajo presupuesto y equipos de filmación pequeños. Tenían una naturaleza espontánea y libre en su creación.
Uso de la música
La música también fue un elemento importante en las películas de la Nouvelle Vague, ya que se utilizó para crear una atmósfera y un tono específicos en las escenas.
Influencia del neorrealismo italiano
La Nouvelle Vague también se vio influenciada por el neorrealismo italiano, un movimiento cinematográfico que se enfocaba en la representación realista de la vida cotidiana y en la denuncia de las condiciones sociales y políticas.
Influencia del cineasta Jean-Luc Godard
Jean-Luc Godard fue uno de los cineastas más influyentes de la Nouvelle Vague, y su película «Breathless» (1960) se considera un ejemplo clásico de este movimiento. Godard se enfocó en la experimentación y la ruptura con las normas cinematográficas, y su influencia se puede ver en muchas de las películas de la Nouvelle Vague.
La Nouvelle Vague francesa renovó el cine con su estilo improvisado, sus actores no profesionales, locaciones reales, temas de juventud y producciones independientes que rompieron con las convenciones del cine clásico francés.
https://youtu.be/tvaOizyVmw0
Los cineastas más importantes de la Nouvelle Vague
A continuación, te presentamos los cineastas más trascendentales de la Nouvelle Vague francesa:
François Truffaut, Jean-Luc Godard, Éric Rohmer, Claude Chabrol y Jacques Rivette. Cinco nombres fundamentales que lideraron este movimiento rupturista y dejaron películas que cambiaron la historia del cine para siempre.
François Truffaut
Uno de los fundadores clave de la Nouvelle Vague, dirigió clásicos como «Los 400 golpes» (1959) y «Jules y Jim» (1962) que lo convirtieron en un cineasta de culto. Sus películas retrataban personajes inadaptados y rebeldes con un estilo libre y espontáneo muy innovador para la época.
Otras obras maestras de Truffaut fueron «La piel suave» (1964), «La noche americana» (1973) y «La mujer de al lado» (1981). Truffaut destacó por retratar la infancia y la juventud desde una perspectiva muy humana, como en «Los 400 golpes» o «El amor a los veinte años» (1962). También cultivó el melodrama con gran sensibilidad, como demuestra «Domicilio conyugal» (1970).
Truffaut fue clave en el desarrollo de la política de «autor» en la Nouvelle Vague: el director como gran creativo individual con un estilo y temas muy personales. Truffaut falleció prematuramente en 1984, pero dejó una obra inmortal.
Jean-Luc Godard
El director más radical, controvertido e innovador de la Nouvelle Vague. Filmes como «Sin aliento» (1960) o «Vivir su vida» (1962) revolucionaron el lenguaje cinematográfico con saltos narrativos, tratamiento del tiempo, referencias a la cultura pop y una estética rupturista que rompió todos los moldes.
Sus obras irradian un espíritu anárquico y son un reflejo muy personal de su director. En los 60 Godard llevó el cine político a nuevos terrenos con obras como «El desprecio» (1963) o «Masculino, femenino» (1966). En su etapa maoísta posterior al 68 su cine se volvió más experimental y críptico, con títulos de culto como «La Chinoise» (1967).
Godard falleció con 91 años el 13 de septiembre de 2022, dejando tras de sí una huella imborrable y convirtiéndose en un mito del cine moderno gracias a obras tan revolucionarias como las de su etapa inicial en los 60.
Éric Rohmer
Sus «Comedias y proverbios» analizaban las complejas relaciones humanas y el amor con gran inteligencia e ironía. Películas como «La rodilla de Clara» (1970) o «El amigo de mi amiga» (1987) muestran su interés por la conversación y los dilemas morales de la pequeña burguesía.
Rohmer destacó por un estilo verbal y reposado alejado de las estridencias de Godard o Truffaut. Cultivó el retrato sentimental con un toque intelectual, explorando sutilmente los claroscuros del alma humana. Obras como «Pauline en la playa» (1983) o «El rayo verde» (1986) contienen momentos mágicos de gran fuerza emocional.
Era uno de los estilistas más refinados y minimalistas de la Nouvelle Vague, construyendo pequeñas joyas cinematográficas cargadas de miradas, silencios y profundos diálogos. Falleció en 2010 después de medio siglo dejando una obra esencial.
Claude Chabrol
Cultivó el suspense y los thrillers con tintes de crítica social. Filmes como » Los primos» (1959) o «El carnicero» (1970) muestran una mirada ácida y distanciada sobre la burguesía y las hipocresías sociales. Un maestro del género que fue apodado el «Hitchcock francés».
Chabrol tuvo una carrera extensa con más de 50 películas, donde combinó el entretenimiento con una disección profunda de la naturaleza humana. Sus héroes solían ser personas corrientes ocultando terribles secretos. Destacan títulos como «El ojo maligno» (1962), «La ruptura» (1970) o «Betty» (1992).
Con su estilo elegante y distinguido, Chabrol fue quizás el director más accesible y popular de la Nouvelle Vague, pero sin renunciar a una aguda visión crítica de la realidad en sus tramas. Falleció en 2010 como toda una institución del cine francés.
Jacques Rivette
Fue uno de los críticos de Cahiers du Cinéma que participó en la creación de la Nouvelle Vague junto a Truffaut y Godard. Menos conocido que sus colegas, cultivó un estilo experimental y de largo metraje.
Destacan títulos radicales como «La religiosa» (1966), censurada durante dos años, o la monumental «Out 1: Noli me tangere» (1971) de más de 12 horas de duración. En películas como «Céline y Julie van en barco» (1974) desplegó una imaginación desbordante y juegos metaficcionales.
Sus obras más aclamadas fueron «La bella mentirosa» (1991), elegancia del thriller clásico. Rivette fue uno de los realizadores más vanguardistas e inquietos de la Nouvelle Vague. Falleció en París el 29 de enero de 2016 a los 87 años.
5 películas esenciales de la Nouvelle Vague
La Nouvelle Vague dejó decenas de obras maestras que siguen siendo referencias obligadas del cine. A continuación, te proponemos 5 títulos imprescindibles para adentrarte en este fascinante movimiento: joyas irrepetibles que contienen todo el espíritu revolucionario y la creatividad desbordante de sus cineastas. ¡No te las puedes perder!
Los 400 golpes (1959)
Director: François Truffaut
Actores: Jean-Pierre Léaud, Claire Maurier, Albert Rémy
Antoine Doinel es un problemático niño de 13 años que vive con sus padres en París. Sus constantes travesuras y fugas escolares lo llevan a un centro de menores. Allí intentará rehacer su vida.
La película está inspirada en la infancia del propio Truffaut. Fue candidata a mejor guion original en los Oscar y lanzó a la fama a Jean-Pierre Léaud.
Los 400 golpes es una obra maestra del cine y un retrato conmovedor de la infancia problemática. Truffaut logra una poética melancolía y sensibilidad única en esta historia de iniciación.
Película completa en castellano.
https://youtu.be/FhumBw3zmUU
Al final de la escapada (1960)
Director: Jean-Luc Godard
Actores: Jean-Paul Belmondo, Jean Seberg, Daniel Boulanger
Michel es un ladrón que mata a un policía en un tiroteo. Se fuga con la americana Patricia, iniciando un viaje donde el amor y la muerte se entremezclan.
Belmondo improvisó los diálogos y Godard filmó sin permiso en los Campos Elíseos. Un título clave de la Nouvelle Vague.
Con su estilo revolucionario, Godard firma aquí uno de los manifiestos fundacionales de la Nouvelle Vague. Una fusión de amor, poesía y violencia que rompió moldes en su época.
La coleccionista (1967)
Director: Éric Rohmer
Actores: Patrick Bauchau, Haydée Politoff, Fabrice Luchini
Adrien presta su apartamento en París a su amiga Haydée mientras él se va de vacaciones. Ella usa el lugar para citas románticas con distintos hombres.
Comenzó como un cortometraje que luego Rohmer convirtió en un largometraje. Destaca el naturalismo en las actuaciones.
Inteligente comedia moral donde Rohmer disecciona las relaciones humanas y los dilemas éticos con su característico estilo hablado y repleto de sutilezas.
Le beau Serge (1958)
Director: Claude Chabrol
Actores: Gérard Blain, Jean-Claude Brialy, Bernadette Lafont
François regresa a su pueblo natal y se reencuentra con su amigo Serge, ahora alcohólico tras la muerte de su hijo. intentará ayudarlo.
Primera película de Chabrol y una de las pioneras de la Nouvelle Vague. Rodada en locaciones reales con actores no profesionales.
Drama negro que inaugura la carrera de Chabrol y la Nouvelle Vague con un retrato crudo y naturalista sobre la decadencia de la provincia francesa.
Película completa con sub. en castellano.
Jules y Jim (1962)
Director: François Truffaut
Actores: Jeanne Moreau, Oskar Werner, Henri Serre.
Jules y Jim son dos amigos que se enamoran de la misma mujer, Catherine. Con ella vivirán un apasionado triángulo amoroso que perdurará por décadas.
Basada en la novela homónima de Henri-Pierre Roché. La música de Georges Delerue y la fotografía de Raoul Coutard son memorables. Jeanne Moreau alcanzó la consagración con su personaje.
Jules y Jim es considerada una obra maestra de Truffaut y de la Nouvelle Vague, narrando una historia de amor imposible e intensa con un estilo libre y moderno. Destaca por su narrativa elíptica, el uso del voice over y la magistral interpretación de Jeanne Moreau. De las mejores películas de la década de 1960.
https://youtu.be/x5IAYIUKTaI
Legado de la Nouvelle Vague
La Nouvelle Vague dejó una huella imborrable en la historia del cine y marcó un punto de inflexión en las formas de narrar y de concebir el séptimo arte. Influenció a un sinfín de directores europeos y americanos, dando origen a nuevos movimientos contraculturales como el Neue Deutsche Film alemán, la Nova Ola portuguesa o el Free Cinema británico.
Cineastas posteriores como Martin Scorsese, Steven Spielberg, Quentin Tarantino, Jim Jarmusch o David Fincher han reconocido la gran influencia que tuvo en sus respectivos estilos. También inspiró a directores de las últimas décadas como Sofia Coppola, Noah Baumbach, Greta Gerwig o Damien Chazelle, que recogen el espíritu rebelde de la Nouvelle Vague.
En definitiva, el movimiento demostró que se podía hacer un cine diferente, personal e innovador sin grandes medios, pero con talento, creatividad e ingenio. Abrió el camino para que futuras generaciones apostaran por el cine de autor.
Los directores de la Nouvelle Vague rompieron con las convenciones establecidas del cine clásico, apostando por narrativas fragmentadas, personajes ambiguos y finales abiertos. Utilizaron locaciones reales, iluminación natural y cámaras portátiles para lograr un estilo más espontáneo y realista.
Películas emblemáticas como Los 400 golpes, Al final de la escapada o Tirad sobre el pianista se han convertido en clásicos atemporales que siguen inspirando a nuevos cineastas. La libertad creativa, la improvisación, el trabajo en equipo y la pasión por contar historias de una forma fresca y original son parte del legado de este movimiento.
Otro aspecto clave de su herencia es la política de autor, que otorga control total al director sobre las decisiones artísticas de sus películas. Esto fomentó la visión personal y la experimentación estilística, en contraste con el enfoque industrial predominante.
En resumen, la Nouvelle Vague no solo transformó el cine francés, sino que influyó en el cine mundial con su espíritu inconformista y su búsqueda por llevar el arte cinematográfico a nuevos territorios expresivos. Su influencia perdura hasta nuestros días.
La Nouvelle Vague sacudió los fundamentos del cine y cambió para siempre la forma de narrar historias en el séptimo arte. La espontaneidad, la rebeldía y la experimentación de sus películas inspiraron a generaciones enteras y demostraron que el cine podía ser un medio personal de expresión artística.
Llegamos la final de nuestro artículo dedicado a la Nouvelle Vague. Esperamos que hayas disfrutado. Si es así, es posible que también te interese la lectura de nuestro artículo; Expresionismo alemán cine: ¿qué es?.
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