A lo largo de la historia del cine han habido realizadores de todas partes del mundo que han sabido destacarse en algunas de las múltiples facetas de la composición y realización audiovisual. Uno de ellos es, sin duda alguna, el soviético Serguéi Eisenstein, uno de los grandes pioneros de la teoría y la práctica del montaje cinematográfico. Hoy dedicaremos nuestro artículo a hablar de él, su vida y su obra, que incluye grandes films como El acorazado Potemkin, Alexander Nevsky o Iván el terrible.
Sobre Serguéi Eisenstein
Serguéi Michailowitsch Eisenstein nació 1898 en Riga, Imperio ruso, en el seno de una familia de clase media alta que le brindó las comodidades suficientes como para estudiar en el Instituto de Ingenieros Civiles de Petrogrado, lugar en el que no duraría mucho ya que pronto se daría cuenta que su pasión estaba en el teatro y no en la ingeniería.
En 1918, un año después de la Revolución Rusa, fue llamado al Ejército Rojo, en donde trabajó como dibujante de agitprop, una estrategia política que usaban la propaganda y la agitación social para influir sobre la opinión pública.
En 1920 se mudó al teatro del ejército, pero en el mismo año fue delegado a Moscú para estudiar japonés. Más tarde abandonó esta labor y entró en el Teatro Proletkult como escenógrafo. Allí participó en cursos de dirección y más tarde, en 1923, Serguéi Eisenstein comenzó su carrera como teórico, escribiendo «El montaje de las atracciones « para la revista de arte LEF. Esta obra se convertiría en la piedra angular de toda su teoría posterior sobre el montaje cinematográfico
La primera película de Eisenstein, El diario de Glúmov, también se hizo ese mismo año.
Del teatro al cine
Con el correr de los años su carrera artística le permitió ir ganando experiencias cinematográficas que le permitieron desarrollar más y más proyectos personales. En ellos comenzó a aplicar el concepto de montaje que él mismo había creado de forma teórica, desarrollando así una forma de arte independiente y revolucionaria.
En 1929 comenzó a estudiar nuevas técnicas cinematográficas y, para ganar algo de dinero, realizó dos películas en el extranjero (Frauennot-Frauenglück y La Romance sentimentale). Más tarde fue a Hollywood invitado por la Paramount, dio conferencias en las universidades más grandes de Europa y Estados Unidos, impartió clases en la Academia de Cine de Moscú y escribió varios libros.
El Acorazado Potemkin
Si bien fue Strike (1925) el primer largometraje de Eisenstein, su obra maestra fue El Acorazado Potemkin que también se estrenó el mismo año y fue aclamada por la crítica en todo el mundo.
En esta joya del cine mudo no solo podemos ver una versión dramatizada del motín que ocurrió en 1905 cuando la tripulación del acorazado ruso Potemkin se rebeló contra sus oficiales, sino también uno de los mejores ejemplos de Eisenstein en el montaje cinematográfico.
Una curiosidad es que, en la película, los rebeldes levantan la bandera roja en el acorazado, que en realidad no era roja: como las películas en blanco y negro de ese período hacían que una bandera roja pareciera negra, se utilizó una bandera blanca que fue luego el propio Eisenstein quien la pintó de rojo durante 108 fotogramas para el estreno en el Gran Teatro, que fue recibido con un aplauso atronador por parte de la audiencia bolchevique.
Eisenstein escribió la película como una película de propaganda revolucionaria, pero también la usó para probar sus teorías del montaje. Los cineastas soviéticos revolucionarios de la escuela de cine Kuleshov estaban experimentando con el efecto de la edición de películas en el público, y Eisenstein intentó editar la película de tal manera que produjera la mayor respuesta emocional, para que el espectador sintiera simpatía por los marineros rebeldes del acorazado Potemkin y odiara a sus señores superiores.
Así como la mayor parte de la propaganda rusa de la época, la caracterización a lo largo de la película es muy simple, de modo que la audiencia pueda ver claramente con quiénes deben simpatizar.
El acorazado Potemkin ha recibido la aclamación universal de los críticos modernos y ha sido reconocida como una de las mejores películas de la historia del cine.
El arte del montaje de Serguéi Eisenstein
Dos de las contribuciones más renombradas y reconocidas de Serguéi Eisenstein al cine fueron el desarrollo del montaje cinematográfico y de un nuevo método de cortar y montar la película después de «filmar» para producir una rápida progresión panorámica de imágenes que proyectaban con fuerza alguna idea.
«Una obra de arte entendida dinámicamente es solo el proceso de organizar imágenes y sentimientos en la mente del espectador » Serguéi Eisenstein
Según la visión que tenía Eisenstein (la cual compartía con otro gran teórico del cine contemporáneo como Lev Kuleshov) el montaje era la esencia del cine. En sus artículos y libros explica la importancia del montaje en detalle.
Eisenstein creía que la edición podía usarse para algo más que exponer una escena o un momento; sometiendo al espectador a estímulos psicológicos y sensoriales podía usarse el montaje audiovisual para manipular las emociones de la audiencia y crear así metáforas cinematográficas.
La Atracción (en nuestro diagnóstico del teatro), es todo momento agresivo en él, es decir, todo elemento que despierta en el espectador aquellos sentidos o aquella psicología que influencia sus sensaciones, todo elemento que pueda ser comprobado y matemáticamente calculado para producir ciertos choques emotivos en un orden adecuado dentro del conjunto; único medio mediante el cual se puede hacer perceptible la conclusión ideológica final.
El montaje cinematográfico vs la política
La obra de Eisenstein estuvo siempre relacionada con la política, ya que sus narraciones abordaban cuestiones sociales amplias, sobre todo las relacionadas con conflictos de clase.
En esta línea, Eisenstein fue encargado por el gobierno ruso para que filmara Octubre, una dramatización de celebración de la Revolución de octubre de 1917 con motivo del décimo aniversario del evento.
En esta película Eisenstein vuelve a experimentar con diversas técnicas de montaje cinematográfico, aunque en este caso se encontró con la desaprobación oficial, ya que las autoridades se quejaron de que el film era ininteligible para las masas.
Finalmente, la visión del comunismo de Eisenstein lo puso en conflicto con los funcionarios del régimen gobernante de Joseph Stalin ya que, al igual que muchos artistas bolcheviques, Eisenstein imaginó una nueva sociedad que subsidiaría a los artistas, liberándolos totalmente de los límites de los jefes y los presupuestos, dejándolos absolutamente libres para crear. La realidad fue totalmente diferente cuando se dio cuenta que los presupuestos y productores eran tan importantes para la industria cinematográfica soviética como en el resto del mundo.
Hasta aquí llegamos con nuestro repaso por la vida y trayectoria de Serguéi Eisenstein, uno de los padres del montaje audiovisual y uno de los grandes genios del séptimo arte.