El thriller es uno de los géneros más populares y con más seguidores en la actualidad, tanto en la literatura como en el cine. Sus tramas llenas de misterio, acción y suspense enganchan al espectador desde la primera escena.
Pero, ¿qué define exactamente a este género? ¿Cuáles son sus orígenes y principales subgéneros? ¿Cómo se construye una buena historia de thriller? En este artículo resolveremos todas estas cuestiones.
Repasaremos los inicios del thriller, analizaremos sus características, conoceremos sus diversas variantes, descubriremos qué elementos no pueden faltar en una película de este género y veremos algunos ejemplos icónicos de thrillers cinematográficos.
Además, si eres autor novel o guionista y te atrae la idea de escribir tu propio thriller, también encontrarás útiles consejos para desarrollar tramas y personajes efectivos que mantengan al lector en vilo.
¡Comenzamos!
¿Qué es un thriller?
Comencemos por el principio; ¿qué es exactamente un Thriller?
El thriller es un género literario y cinematográfico que se caracteriza por mantener al espectador o lector en un estado de suspense e intriga constante. Suelen ser historias que giran en torno a crímenes, conspiraciones o misterios que deben resolverse.
La trama se construye mediante giros inesperados, revelaciones sorprendentes y un ritmo trepidante que acelera el pulso del público. Los thrillers contienen escenas de acción y persecuciones al límite, pero el suspense psicológico es aún más importante. Lo que define al thriller es esa sensación de adrenalina e incertidumbre que envuelve al espectador, esos momentos en los que te preguntas «¿qué pasará después?» y no puedes dejar de ver la película o leer el libro hasta descubrir el desenlace.
Dentro del thriller encontramos diversos subgéneros como el político, el judicial, el psicológico, el de espionaje, etc. Cada uno con sus propias particularidades, pero manteniendo la esencia del género: la intriga y la emoción trepidante.
Los orígenes del thriller se remontan a las novelas de misterio del siglo XIX y al cine negro de Hollywood de las décadas de 1930 y 1940. Autores como Edgar Allan Poe sentaron las bases literarias del género, mientras que directores como Alfred Hitchcock lo popularizaron en la gran pantalla.
Entre los elementos imprescindibles de una buena historia de thriller se encuentran: un protagonista carismático y un villano retorcido que es el antagonista, giros argumentales inesperados, cliffhangers al final de cada capítulo/escena para dejar al público con la miel en los labios y persecuciones y escenas de acción que aceleren el pulso del espectador.
El thriller es sinónimo de emoción, misterio, tensión narrativa y un ritmo que engancha al espectador desde el minuto uno. Películas como Psicosis, Seven, El silencio de los corderos o series como 24 o Breaking Bad son solo algunos de los grandes exponentes de este popular género que no para de ganar adeptos.
Orígenes del thriller
Ahora que ya sabes qué es exactamente un Thriller, veamos cómo se origina viajando a sus orígenes; las novelas de misterio del siglo XIX.
Las novelas de misterio del siglo XIX
Los orígenes literarios del thriller se remontan a las novelas de misterio del siglo XIX, especialmente aquellas surgidas en Estados Unidos y Reino Unido. Autores como Edgar Allan Poe, Sir Arthur Conan Doyle o Wilkie Collins sentaron las bases de este género con obras como «Los crímenes de la calle Morgue», «Estudio en escarlata» o «La piedra lunar». Sus historias, protagonizadas por detectives aficionados que resolvían misteriosos crímenes, estaban cargadas de suspense, giros argumentales y un ritmo narrativo trepidante que mantenía al lector en vilo. Estos elementos esenciales pasarían después al género del thriller.
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El cine expresionista alemán
El cine expresionista alemán de los años 20 y 30 también tuvo una influencia importante en los orígenes del thriller cinematográfico. Películas como «El gabinete del doctor Caligari», «Nosferatu» o «M, el vampiro de Düsseldorf» sentaron precedentes clave con sus atmósferas tenebrosas, tramas misteriosas, personajes retorcidos y un marcado estilo visual con claroscuros y ángulos de cámara inusuales.
El expresionismo alemán aportó al thriller ese gusto por lo siniestro, la estética oscura y retorcida, y la exploración de la psique humana y sus demonios internos. Directores como Fritz Lang o F.W. Murnau crearon obras maestras llenas de suspense e intriga que influyeron notablemente en el desarrollo posterior del thriller en Hollywood y el cine negro.
El cine negro de Hollywood
En las décadas de 1930 y 1940, el cine negro desarrollado en Hollywood tomó prestadas las convenciones de las novelas de misterio y las adaptó al lenguaje cinematográfico, dando forma al thriller tal y como lo conocemos hoy. Directores como Alfred Hitchcock, Orson Welles o Billy Wilder dirigieron las primeras películas del género como «Rebeca», «El tercer hombre» o «Perdición». Sus tramas criminalísticas, filmadas con una estética oscura y sombría, estaban cargadas de suspense, giros inesperados y personajes ambiguos. El cine negro sentó las bases del thriller cinematográfico moderno.
Influencia de la novela policiaca
Otra importante influencia en el thriller fueron las novelas policiacas de autores como Georges Simenon, Dashiell Hammett o Raymond Chandler. Sus detectives cínicos y calles sombrías impregnaron el tono y la atmósfera de las historias de thriller, así como la estructura de investigación de un crimen. La novela policiaca aportó el gusto por los enigmas, los personajes marginales y la resolución de misterios que luego adoptaría el género del thriller.
Los orígenes del thriller se encuentran en las novelas de misterio del siglo XIX, el cine expresionista alemán, el cine negro de Hollywood y la novela policiaca. De estos géneros el thriller hereda la intriga, el suspense, los giros argumentales y la resolución de enigmas.
Características del género thriller
Veamos ahora las principales características del género thriller. ¡Toma nota!
Acción y ritmo trepidante
Uno de los elementos distintivos del thriller es su ritmo acelerado y cargado de acción. Las tramas suelen estar compuestas por escenas de persecuciones, peleas, tiroteos y otros momentos de adrenalina pura que mantienen al espectador al borde del asiento. El thriller busca acelerar el pulso del público y sumergirlo en una montaña rusa de emociones fuertes. Para ello se sirve de un montaje y una puesta en escena dinámica, con muchos movimientos de cámara, angulaciones dramáticas y una banda sonora que refuerce la tensión de las escenas.
Suspense e intriga
Más allá de la pura acción, el suspense es el elemento clave que define al thriller. La trama debe estar cargada de misterio e incertidumbre, con giros constantes que mantengan la intriga sobre qué ocurrirá después. Se busca atrapar al espectador en un estado de suspense psicológico, jugando con sus expectativas y sorprendiéndolo constantemente. Para generar suspense suelen usarse técnicas como ocultar información, terminar capítulos o escenas en puntos críticos y usar elipsis temporales.
Ambientación oscura y tono sombrío
Visualmente, los thrillers suelen apostar por una estética y fotografía oscura, con abundante uso del claroscuro. Tonalmente, se mueven en registros sombríos, sin miedo a explorar los aspectos más sórdidos del ser humano. Esta ambientación tenebrosa refuerza la sensación de peligro e incertidumbre que envuelve al espectador.
Personajes complejos y tramas enrevesadas
Frente a géneros donde se distingue claramente el bien y el mal, el thriller apuesta por personajes ambiguos moralmente, con claroscuros. Las tramas suelen ser complejas, con abundantes giros, flashbacks y saltos temporales que obligan al espectador a estar muy atento para no perder detalle. Esta complejidad narrativa es otra de las señas de identidad del thriller.
El thriller busca mantener la tensión y la incertidumbre a través del suspense, la acción, la estética tenebrosa y las retorcidas historias con protagonistas complejos y de dudosa moral.
Principales subgéneros del thriller
Dentro del género thriller existen multitud de subgéneros. A continuación, te mostramos los más importantes:
Thriller político
Se centra en conspiraciones y crímenes en el ámbito del poder. Suelen incluir tramas de espionaje o corrupción política. Ejemplos: «El tercer hombre», « Impacto» o la serie «House of Cards».
Thriller psicológico
Explora la psique humana y los temores internos de los personajes. Apuesta por la atmósfera y el suspense sobre la acción. Referencias: «Psicosis», «El silencio de los corderos» o «Juego de lágrimas».
Thriller de acción
Prioriza las escenas espectaculares y la adrenalina por encima de todo. Contiene grandes dosis de persecuciones, tiroteos y explosiones. Ejemplos del subgénero son: «Duro de matar», «El fugitivo» o la saga «Misión Imposible».
Thriller de espías
Centrado en agentes secretos, conspiraciones y alta tecnología. Entre sus obras destacan la saga James Bond, la trilogía «Bourne» o la serie «24».
Thriller judicial
La trama gira en torno a un juicio o investigación legal llena de giros. Algunos ejemplos memorables son «Testigo de cargo», «12 hombres sin piedad» o «Las dos caras de la verdad».
Thriller médico
Ambientado en hospitales, con tramas relacionadas con enfermedades, experimentos clínicos o cirugías al límite. Títulos representativos son «Coma», «El doctor», «Contagio» o «The Knick».
Los principales subgéneros del thriller son el político, psicológico, de acción, de espías, judicial y médico. Cada uno tiene sus propias características narrativas y temáticas.
Elementos clave en una historia de thriller
A continuación, te desvelamos los elementos clave en una historia de thriller:
El protagonista carismático
Todo buen thriller necesita un protagonista que conecte con el lector y lo mantenga enganchado a la historia. Debe ser un personaje carismático, con el que podamos identificarnos o admirar. Suele ser una persona normal que se ve envuelta en una situación extraordinaria llena de peligro. Gracias a su inteligencia, valentía y determinación es capaz de salir airoso y vencer al villano. Algunos ejemplos son Jack Reacher, Lisbeth Salander o el doctor Richard Kimble.
El cruel villano
Frente al héroe tenemos al antagonista, un villano retorcido y despiadado cuyos actos nos mantienen en vilo. Puede ser un asesino en serie como Hannibal Lecter, una psicópata como Annie Wilkes o un personaje ambiguo como Tom Ripley. Lo que buscamos es que provoque una mezcla de repulsión y fascinación en el lector. Cuanto más impredecible y misterioso, mejor.
Giros inesperados y cliffhangers
Para crear tensión, el thriller debe estar lleno de giros argumentales que cojan desprevenido al lector, así como cliffhangers (finales impactantes que dejan la trama en suspenso). Nadie debe saber qué va a pasar en la siguiente página. Una historia predecible aburre, así que los giros son fundamentales para mantener la incertidumbre.
Persecuciones y escenas de acción
Muchos thrillers incluyen persecuciones, peleas o tiroteos que aceleran el pulso del espectador. Estas escenas de acción, bien construidas y coreografiadas, son un aliciente más para quienes buscan adrenalina. Deben estar integradas en la trama de forma natural, no forzadas sólo para meter más explosivos. La credibilidad es clave.
Los elementos clave en una historia de thriller son: un protagonista carismático, un villano retorcido, giros inesperados y cliffhangers, así como escenas de acción y persecuciones.
Los mejores thrillers de la historia del cine
Al largo de la historia del cine hemos podido disfrutar de un sinfín de títulos del género thriller. A continuación, te recomendamos 5 películas del género que, en nuestra opinión, no debes perderte.
Psicosis (1960) – Alfred Hitchcock
Protagonistas: Anthony Perkins, Janet Leigh, Vera Miles
Argumento: Marion Crane se escapa tras robar dinero de su jefe. En su huida se hospeda en un solitario motel regentado por Norman Bates, un joven con una extraña relación con su madre. Lo que Marion aún no sabe es que se ha adentrado en la boca del lobo.
La famosa escena de la ducha, los giros argumentales y la magistral partitura de Bernard Herrmann se mantienen en la mente de todos a pesar del paso de los años.
Seven (1995) – David Fincher
Protagonistas: Brad Pitt, Morgan Freeman, Kevin Spacey
Argumento: Los detectives Somerset y Mills investigan una serie de macabros asesinatos cometidos por un psicópata que se inspira en los siete pecados capitales para ejecutar a sus víctimas. Conforme avanza la investigación descubrirán que tienen ante sí a un temible y retorcido criminal.
Si aún no la has visto, ya te avisamos del impactante y desolador final que te dejará sin aliento.
El silencio de los corderos (1991) – Jonathan Demme
Protagonistas: Jodie Foster, Anthony Hopkins, Scott Glenn
Argumento: Clarice Starling, una joven agente del FBI, recibe la misión de entrevistar a Hannibal Lecter, brillante psiquiatra y despiadado asesino, para utilizar su perfil psicológico en la captura de otro peligroso criminal, Buffalo Bill, que tiene secuestrada a la hija de una senadora.
Como curiosidad, te podemos contar que, a pesar de que Hopkins solo aparece 27 minutos en pantalla, se llevó el Oscar por su extraordinaria interpretación.
La ventana indiscreta (1954) – Alfred Hitchcock
Protagonistas: James Stewart, Grace Kelly, Raymond Burr
Argumento: El fotógrafo L.B. Jefferies, inmovilizado en una silla de ruedas con una pierna escayolada, observa desde la ventana de su apartamento a los vecinos del edificio de enfrente. Su voyeurismo le hace sospechar que uno de ellos ha cometido un asesinato.
Uno de los datos más interesantes de la película es que transcurre en un único decorado.
Desafío total (1990) – Paul Verhoeven
Protagonistas: Arnold Schwarzenegger, Sharon Stone, Rachel Ticotin
Argumento: Douglas Quaid sueña todas las noches con Marte. Decide hacer realidad su fantasía e implantarse falsos recuerdos de un viaje al planeta rojo en la clínica Recall. Pero algo sale mal y Quaid descubre que ya estuvo en Marte trabajando para los rebeldes, y que le borraron la memoria. Comienza así una frenética búsqueda de la verdad.
Sin duda, una mezcla de acción trepidante y trama psicológico que te mantendrá en vilo toda la película.
Sisu (2022) de Jalmari Helander, Holy Spider (Araña sagrada) (2022) de Ali Abbasi, John Wick 4 (2023) con Keanu Reeves, Guy Ritchie: El pacto (2023) con Jake Gyllenhaal o Boksoon debe morir (2023) de Byun Sung-hyun, son algunos de los thrillers que triunfan actualmente.
Cómo escribir un buen thriller
Lo prometido, es deuda. Como te mencionábamos al principio de este artículo, a continuación, te damos algunos consejos para escribir tu propio thriller. Ya seas autor novel o un guionista en ciernes, estos consejos te serán muy útiles para desarrollar tramas y personajes efectivos que mantengan al lector en vilo.
Planificación
Antes de empezar a escribir, es importante tener una idea clara de la trama. Esto no significa que debas tener cada detalle resuelto, pero sí un esquema general de la historia, los personajes principales y los giros argumentales.
Construye una buena trama
La trama es el esqueleto de toda novela o guion de thriller. Debe estar bien estructurada, con un punto de partida atractivo, nudo y desenlace. Es aconsejable usar recursos como analepsis y prolepsis para jugar con la línea temporal. También es importante dosificar bien la información para mantener el misterio. Una buena trama tiene giros inesperados que sorprenden al lector.
Incluye elementos de suspense
El suspense es el corazón de cualquier thriller. Para crearlo, puedes utilizar técnicas como la anticipación (dar pistas al lector sobre lo que va a suceder), el retraso (hacer que el lector espere por la resolución de un evento) y la sorpresa (introducir giros inesperados en la trama).
Desarrollo de personajes
Más allá de la trama, los personajes son esenciales. El protagonista debe estar muy trabajado, hacer que el lector se ponga en su piel. El villano resultará más amenazante si conserva un halo de misterio. Secundarios memorables también aportan mucho. El thriller explora las zonas grises de la psicología humana.
Deben ser complejos y multidimensionales, con sus propios miedos, deseos y conflictos. El protagonista debe ser alguien con quien el lector pueda identificarse, mientras que el antagonista debe ser una amenaza creíble.
Ritmo trepidante
Un buen thriller debe mantener un ritmo constante. Esto no significa que todas las escenas deban ser de acción, pero sí que la tensión debe mantenerse a lo largo de toda la historia. Puedes lograr esto alternando escenas de acción con momentos de suspense o intriga.
Resolución impredecible
La resolución de la trama es crucial en un thriller. Debe ser satisfactoria y coherente con el resto de la historia. Evita las resoluciones fáciles o predecibles y opta por finales que sorprendan al lector.
Revisión
Una vez que hayas terminado de escribir, es importante revisar la trama para asegurarte de que todo tiene sentido y de que no hay cabos sueltos. Pide a alguien de confianza que lea tu historia y te dé su opinión.
Un buen thriller se cocina a fuego lento, dosificando la información y creando una tensión que enganche al lector. Requiere ritmo narrativo ágil, acción trepidante y una estructura que provoque incertidumbre hasta el final.
Recuerda, la clave para escribir un buen thriller es mantener al lector en vilo desde la primera hasta la última página.
En nuestro artículo; Recursos narrativos: ¡encuentra los mejores!, descubrirás algunos recursos para construir una historia profunda, trepidante y llena de matices.
Conclusión y consejos formativos
Como habrás podido comprobar el thriller es un género que está experimentando un auge sin precedentes en la actualidad. La demanda de historias llenas de suspense, intriga y giros inesperados nunca ha sido mayor. Este resurgimiento se debe en gran parte a la creciente popularidad de las plataformas de streaming.
Por otro lado, el género del thriller ha evolucionado para abarcar una amplia gama de temáticas y subgéneros. Desde thrillers psicológicos que exploran la mente humana hasta thrillers de espionaje que nos llevan a los rincones más oscuros de la política internacional, la diversidad de temas es impresionante. Los thrillers tecnológicos, que exploran las implicaciones de la inteligencia artificial y la ciberseguridad, son especialmente populares en la era digital actual. Además, los thrillers de crimen y misterio siguen siendo un pilar del género.
En resumen, el thriller está en un momento de gran vitalidad y creatividad. Con nuevas temáticas y subgéneros emergiendo constantemente, y una nueva generación de maestros del thriller que están llevando el género a nuevas alturas, el futuro del thriller parece más emocionante que nunca.
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