La reflexión del sonido: principios y aplicaciones

Reflexión del sonido: principio y aplicacion

“¿Hola? ¿Hay alguien ahí?”, grita el protagonista al entrar en una casa vacía. Lo único que le responde es su propia voz, repitiendo la misma frase unos segundos después. Esta escena, tan habitual en la pantalla grande, responde a un fenómeno físico de gran importancia sonora: la reflexión del sonido. Tendrás que controlarla cada vez que te toque configurar los equipos en una representación, y, por eso, es una de las primeras lecciones que aprenderás en cualquier curso de técnico/a de sonido. ¡Toma nota de sus elementos fundamentales!

Comprendiendo la reflexión del sonido

La reflexión del sonido es una de las maneras en las que se comporta una onda sonora. Cuando se proyecta hacia un obstáculo, parte de ella se “refleja”, es decir, que rebota y vuelve por el mismo camino, como si fuera un búmeran.

Para que esta reflexión se produzca, tienen que darse varios factores. Para empezar, el elemento contra el que choca la onda debe ser mayor que su longitud, de modo que no pueda rodearlo. El segundo aspecto que debe cumplirse es que el sonido no pueda traspasar el material, de forma que solo le quede “rebotar” contra la superficie.

A veces, la reflexión del sonido no es completa, sino que parte de la onda es absorbida por el obstáculo. Depende mucho del material del que esté hecha la superficie. Así, las telas, por ejemplo, tienden a “quedarse” más las ondas que el cemento, que no las canaliza bien. Eso es lo que hace que el revestimiento de las salas y de los estudios de grabación tengan tanta importancia: no solo es estética, ¡influirá en la experiencia que reciba el auditorio!

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Ejemplos de reflexión del sonido en la vida cotidiana

La reflexión del sonido es un fenómeno común en la vida cotidiana. No hace falta formar parte de la industria audiovisual para experimentarlo, porque se da en la naturaleza. A la consecuencia de este choque onda-superficie solemos llamarle eco, aunque no siempre acertamos. Hay tres tipos de situaciones que pueden producirse a causa de la reflexión del sonido, y todas son fáciles de comprobar en el día a día:

  • Eco: el eco es lo que ocurre cuando gritas en lugares grandes, vacíos y rodeados de superficies propicias para la reflexión del sonido. Por ejemplo, un desfiladero o un túnel. En estas ocasiones, el oído humano es capaz de distinguir claramente la onda que ha rebotado como un sonido “limpio” y separado del original.
  • Reverberación: se parece mucho al eco y, por eso mismo, muchas veces lo confundimos con él. Pero hay una sutil diferencia entre ambos. Mientras que en el eco el audio se distingue claramente, en la reverberación no ocurre así. En estos casos, la onda se refleja en muchos obstáculos distintos, lo que hace que la señal sonora que se recibe de vuelta sea confusa. Si quieres aterrizar el concepto en la vida cotidiana, piensa en el sonido que se produce al hablar en las Iglesias o en otros recintos cerrados, de buen tamaño y vacíos.
  • Resonancia: el tercer escenario que puede producir la reflexión del sonido es la resonancia. Se da cuando la frecuencia de un elemento concuerda con la que de otro que se encuentra próximo a él y lo hace vibrar. Sería lo que ocurre, por ejemplo, cuando un/a cantante usa su voz para hacer vibrar una copa hasta romperla.

La importancia de la reflexión del sonido en la acústica

Si has leído hasta aquí, ya sabrás que la reflexión del sonido es fundamental tanto en la música escénica como en los estudios musicales. Si no se acondiciona adecuadamente, puede perjudicar mucho la experiencia sonora, obligando a los/as intérpretes a sobreesforzarse e impidiendo que todas las personas que integran el público disfruten del show. Estos son los cuatro factores acústicos principales a los que afecta el choque de las ondas:

  • Inteligibilidad: como hemos visto, que el sonido se refleje puede producir reverberación. Traducido al escenario, significa que las intervenciones al micrófono o incluso las notas musicales se acaben mezclando y se vuelvan incomprensibles para la audiencia.
  • Difusión del sonido: los eventos que requieren una instalación de sonido profesional suelen producirse en espacios grandes, en los que cabe un número elevado de espectadores/as. Para que todos/as sean capaces de escuchar con claridad, hay que controlar el rebote de las ondas.
  • Control del ruido: en los espectáculos y recintos de grabación a menudo hay una intensidad de sonido Minimizar su reflexión con materiales absorbentes es un buen modo de reducir los niveles de “ruido” que se puedan proyectar hacia el exterior.
  • Voz: los espacios con mala acústica obligan a ponentes y artistas a elevar el tono para que los/as asistentes escuchen su intervención. Eso supone un riesgo para sus cuerdas vocales, ya que es posible que se dañen a causa del sobreesfuerzo.

Cómo controlar la reflexión para mejorar la calidad del sonido

Una buena acústica no implica eliminar la reflexión del sonido. Siempre tiene que haber cierto “rebote” de las ondas para evitar que todo suene demasiado amortiguado, pero hay que definir bien el nivel justo de choque y comprender cómo van a comportarse las ondas.

Los/as técnicos de sonido tienen varias herramientas para comprobar cómo será la experiencia sonora y reducir el impacto del audio en las superficies:

  • Paneles fonoabsorbentes: están hechos de materiales porosos capaces de absorber el sonido. Pueden colocarse en las zonas más problemáticas, como el techo, las esquinas o detrás de los altavoces.
  • Revestimientos: hay materiales tradicionales que también reducen el choque de las ondas, como las cortinas o las alfombras. Cuanto más grandes y gruesas sean, mayor será su poder amortiguador.
  • Difusores de sonido: estos elementos no impiden la reflexión del sonido, sino que distribuyen sus ondas según las necesidades acústicas.
  • Simuladores de audio: los/as técnicos/as también pueden ver cómo se difundirán las ondas en un recinto mediante softwares

¡Domina el sonido en todas sus dimensiones!

La reflexión del sonido es solo una de las numerosas cualidades del sonido. Conocerlas todas y saber cómo ajustarlas en función de la experiencia sonora es lo que te permitirá conseguir una acústica de sobresaliente.

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