En 1980 se estrenó una de las películas más alabadas de la historia del cine: El resplandor. Dirigido por Stanley Kubrick, este film fue reconocido por crítica y público y se convirtió al momento en un referente del cine de terror. Pero no todo fue positivo, y es que la adaptación a nuestro país estuvo repleta de sombras.
El doblaje de El resplandor al castellano fue un despropósito, prescindiendo de actores de doblaje profesionales; y supuso todo un ejemplo de cómo no doblar una película. Pero, ¿cómo pudo suceder esto con una de las cintas más reconocidas de uno de los mayores directores de cine? ¡Sigue leyendo y descubre todos los detalles!
Una película formidable; una adaptación regular
Como mucha gente sabe, El resplandor es la adaptación cinematográfica de la novela homónima de Stephen King. Tras ver el trabajo realizado por Stanley Kubrick, el escritor de terror y ficción sobrenatural quedó totalmente desilusionado con el resultado.
Además de contar una historia de miedo, el libro se centraba en el paulatino proceso de ruptura y desestructuración de una familia formada por madre, padre e hijo; algo que, a ojos de King, la película obviaba. Y es que una buena adaptación no es sinónimo de buena película, y viceversa.
Consecuencias de la adaptación de Kubrick
La indignación de Stephen King llegó hasta tal punto que decidió no dar nunca más carta blanca a los directores de cine para que hicieran con sus novelas lo que les diese la gana. De hecho, desde ese momento el novelista decidió que empezaría a involucrarse personalmente en los siguientes proyectos de adaptación de sus libros, como hizo con La zona muerta (1983), Cadena perpetua (1994) o It (2017).
Stanley Kubrick: el cineasta total
Stanley Kubrick fue uno de esos pocos cineastas prodigiosos que participaba en todos y cada uno de los apartados de sus películas. Controlaba a la perfección la iluminación, la fotografía, la producción, el maquillaje, la escenografía… y, por supuesto, la dirección y dirección de actores. Era lo que podemos llamar un “artista total”.
Experimentó con técnicas fotográficas innovadoras y llevó el cine a un siguiente nivel técnico. Con Barry Lyndon (1975), por ejemplo, empleó ópticas de la NASA y adaptó las cámaras para poder rodar todas las escenas con luz natural y dar esa textura y estética inigualable que se puede apreciar en esta otra maestra.
¿Qué fue lo que ocurrió con el doblaje de El resplandor en España?
Como habitualmente pasa cuando uno se cree único e inigualable, Stanley Kubrick quiso meter mano en facetas de sus películas que realmente desconocía. Y esto fue lo que pasó con el doblaje de El resplandor.
El cineasta británico concluyó que las voces empleadas en los doblajes al español de España tenían dos defectos: sonaban muy graves y eran demasiado “teatrales”. Por este motivo, decidió involucrarse personalmente en la elección del equipo que adaptaría los diálogos del film.
El ego de Kubrick lo llevó a meter mano en una disciplina que no controlaba y en un idioma que también desconocía
Así, contrató a un prestigioso director de cine como es Carlos Saura para la dirección de doblaje y al escritor Vicente Molina Foix para la traducción de los diálogos. Artistas referentes en sus respectivas disciplinas pero que no contaban prácticamente con ninguna experiencia en doblaje profesional.
De hecho, Saura ni siquiera es defensor del doblaje. Es más, lo desprecia; y es que años después declararía en una entrevista que “el mayor error del cine español fue introducir el doblaje”.
Curso de Doblaje
Actores de teatro para el doblaje de El resplandor
El equipo de doblaje, con Saura a la cabeza, contrató a dos actores paradójicamente provenientes del mundo del teatro (también sin experiencia en doblaje de cine) para poner voz a los dos protagonistas. Joaquín Hinojosa se puso en la piel de Jack Nicholson y Verónica Forqué interpretó a Shelley Duvall.
Los dos actores originales, Nicholson y Duvall, habían realizado una de las interpretaciones más icónicas del cine de terror. Pero el doblaje de El resplandor al castellano las convirtió prácticamente en una parodia de sí mismas.
(Una de las escenas más icónicas del cine de terror destrozada por un nefasto doblaje)
El respeto a la profesión de doblaje
Esto supuso un pisoteo absoluto de aquel que no es profesional del doblaje a toda una profesión. Y es que esto sigue sucediendo a día de hoy, con la intromisión de artistas de otras disciplinas y estrellas de la televisión en una profesión en la que no tienen ninguna experiencia como es el doblaje, con ejemplos como Lola Índigo (Space Jam 2) o Carlos Cuevas (Memorias de Idhún).
De esta manera se deja fuera de estos proyectos a los verdaderos profesionales del sector y se reduce enormemente la calidad del resultado. Los actores de doblaje llevan tiempo rechazando esta manera de trabajar y denunciando lo que es un intrusismo laboral en toda regla.
Aunque, últimamente, también se observa un claro repudio por parte del público mínimamente informado hacia este tipo de prácticas, intentando preservar el prestigio de esta profesión.
¡Fórmate y prepárate para una profesión en expansión!
Como claramente se demostró con el doblaje de El resplandor en castellano, adaptar un producto audiovisual a un idioma no es tarea fácil. Requiere de unos conocimientos, de técnicas específicas y de un manejo de la voz adecuado que no se consiguen de la noche a la mañana.
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