En el artículo de hoy queremos introducirnos en la filmografía de Tinto Brass, un director de cine que ha sabido llevar como nadie el erotismo, la perversión y el poder a la gran pantalla. Su tratamiento de la sexualidad sin remilgos y su forma de retratar la historia, mostrando la doble moral y el abuso de poder, lo convierten en uno de los directores más provocadores de los últimos tiempos.
Si quieres conocer en profundidad a Tinto Brass, el maestro del cine erótico, quédate con nosotros. Repasaremos su trayectoria profesional y su amplia filmografía.
Tinto Brass: sus inicios
Giovanni Brass (conocido como Tinto) es un director italiano que nació el 26 de marzo de 1933 en Milán. Tinto pertenece a una familia de orígenes austriacos y es sobrino del pintor y escenógrafo italiano Itálico Brass. Su abuelo, que también se dedicaba a la pintura, le llamó desde bebé Tintoretto o Tinto y le enseño, durante su infancia, las ideas básicas de la creatividad.
Posteriormente la familia se mudaría a Venecia, donde Tinto, tras su paso por la escuela, ingresa en 1951 en la Universidad de Padua con la intención de estudiar Derecho. En 1955 solicita y obtiene permiso para trasladarse a la universidad de Ferrara, donde se gradúa en 1957 con una tesis sobre «Relaciones laborales con productoras cinematográficas». Ese mismo año, contrae matrimonio con la veronesa Carla Cipriani, hija de un famoso restaurador veneciano y dueño del histórico local Harry’s Bar.
Tinto Brass, que siente más atracción por el cine que por el derecho, decide trasladarse a Francia con su esposa para trabajar durante dos años en los prestigiosos archivos de la «Cinémathèque» de París. En la capital francesa descubre la Nouvelle Vague y los principales cineastas del país galo. Esos años la pareja se relaciona con directores, actores y fotógrafos como Henri Cartier-Bresson, Jean Renoir o Roberto Rossellini.
Después la pareja regresa a Italia y Tinto comienza a trabajar como asistente de dirección para cineastas de la talla de Alberto Cavalcanti y Roberto Rossellini.
Tras la experiencia de trabajar con auténticos maestros del cine italiano, Tinto Brass se encuentra preparado para iniciar su carrera como director.
Tinto Brass: prometedor director vanguardista y experimental
El debut cinematográfico de Tinto Brass llega con el largometraje In Capo al Mondo (En la cima del mundo, 1963), una película sobre el mal estar de la juventud y que fue recibida de forma negativa por los censores de la época, que ordenaron a Brass que la película modificara. Tinto simplemente cambio el título por Chi lavora è perduto (El que trabaja está perdido), que consigue que el mensaje político-social sea todavía más evidente.
Tinto Brass se convierte en un prometedor director experimental y vanguardista , realizando con cierto éxito producciones comerciales que van desde el género de la ciencia ficción, con Il disco volante (El platillo volante, 1964), pasando por el spaguetti western con Yankee (1966).
También realiza obras de carácter más intimista, como el imprescindible giallo Col cuore en la garganta (Con el corazón en la garganta, 1967) y el thriller policiaco, Nerosubianco (1969), un film que aborda temas como la libertad sexual, las tensiones raciales o el radicalismo político y que contó con la colaboración del extraordinario ilustrador erótico Guido Crepax, quien realizó ilustraciones que aparecieron insertadas en la película.
El estilo particular y experimental de Brass llama la atención de la Warner Bross, que decide confiarle la dirección de A Clockwork Orange (La naranja mecánica, 1971), película que por problemas de agenda no puede realizar y que acaba convirtiéndose, de la mano del actor Malcolm McDowell y del director Stanley Kubrick, en una de las cintas más polémicas de la historia del cine.
Ese mismo año, Tinto Brass estrena La Vacanza (1971), película protagonizada por Vanessa Redgrave y Franco Nero que obtiene el premio a la mejor película italiana en el festival de Venecia. La cinta llena de emociones, dramatismo y espiritualidad, será la última película de Brass en la que el erotismo no tiene un papel fundamental.
Tinto Brass: llega el cine erótico
A mediados de la década de los 70 Tinto Brass deja atrás su primera etapa de cine comprometido con la realidad social y política de su país y rueda Salon Kitty (1975) su primer film “erótico”.
La película, basada en la novela homónima de Peter Norden, relata la historia del lujoso prostíbulo berlinés durante los primeros meses de la Segunda Guerra Mundial y cómo la SS de Hitler lo convierte en un centro de espionaje (al sustituir prostitutas polacas por espías alemanas) para obtener información de dignatarios extranjeros, hombres de negocios y oficiales alemanes.
Protagonizada por Helmut Berger y Teresa Ann Savoy, la película es un retrato de la sumisión ante el poder, el placer y la decadencia humana. Cuerpos desnudos, sadomasoquismo y nazismo son los ingredientes perfectos para iniciar la nueva andadura de Brass en el cine más provocativo.
En Salon Kitty comienzan a vislumbrarse los ingredientes que predominarán en la filmografía de Tinto Brass. Donde el tratamiento impresionista de las imágenes, permite al espectador sentirse como un voyeur que observa por el ojo de una cerradura o que entra en una escena intima sin ser visto.
Los espejos también juegan un papel importante en la construcción de las escenas, ya que permite al director un juego que comienza con un plano de espejo, dirigiéndose posteriormente a la imagen que se refleja, causando en el espectador una sensación de confusión y desconcierto.
Calígula: la película más polémica de Tinto Brass
Cuatro años después del estreno de Salon Kitty, Brass filma Calígula (1979), una reconstrucción histórica y erótica de la vida del tercer emperador romano, Cayo Julio César Augusto Germánico. La película protagonizada por Peter O‘Toole, Helen Mirren y Malcolm McDowell, se convierte en la cinta más polémica del director italiano al contener escenas sexuales explicitas.
Las críticas de la película fueron muy negativas por su contenido violento y sexual. El propio Tinto Brass reniega de la película, que fue reeditada sin su consentimiento en 1984 por el productor, Bob Guccione (fundador de la revista Penthouse) que incluyó escenas de sexo explícito, homosexualidad, masturbaciones colectivas e incluso incesto y zoofilia, eliminando muchas escenas políticas y convirtiendo la cinta de Brass en una película pornográfica.
A pesar de que Tinto Brass reniega de la película, actualmente es uno de los títulos más conocidos de su filmografía, está considerada como un clásico del séptimo arte y una película de culto y se considera que su contenido político tiene un interés significativo.
Tinto Brass alcanza el olimpo del género erótico
En la década de los 80, Tinto Brass inicia una etapa en la que se dedica a filmar películas de carácter erótico y provocador. Abandona sus pretensiones de realizar cine, como el propio director dice, “serio” y firma The Key (La llave, 1983), una cinta basada en la novela homónima del escritor japones Tanizaki Jun’ichirō y protagonizada por Stefania Sandrelli.
El film ambientado en Venecia durante el régimen fascista, en los primeros meses de 1940, narra la historia de una voluptuosa mujer que sufre un tardío despertar sexual con el prometido de su hija. A pesar de causar cierta polémica al contener escenas de sexo con la conocida actriz Stefania Sandrelli, la película obtuvo un aceptable éxito comercial y encumbro a Tinto Brass al Olimpo del genero erótico.
Posteriormente llegarían títulos trasgresores para la época, en los que el director italiano muestra una clara fijación por las nalgas rotundas, los grandes bustos y el vello púbico. Películas en las que sus protagonistas son mujeres voluptuosas de mediana edad.
Podemos destacar Miranda (1985) o Capriccio (1987), ambas basadas en novelas o comedias italianas que continúan con la temática de mujeres de mediana edad que descubren nuevamente el sexo por medio de la infidelidad o después de quedarse viudas.
Tinto Brass: acusado de sexópata y machista
Las películas de Tinto Brass contienen historias que escandalizan a la clase social italiana más conservadora, también a grupos feministas que acusan al director de sexópata y machista, ya que consideran que la mujer está tratada como un objeto.
Acusaciones a las que Brass resta importancia afirmando que el público que va a ver sus películas “tiene una gran salud mental y consume mucho sexo de una forma sana” y que “Son las elites culturales las que tienen problemas a la hora de ver este tipo de cine”.
Consciente de la polémica y el carácter trasgresor de su obra, Brass decide continuar en la misma línea y firma, ya en la década de los 90, se trata de Los burdeles de Paprika (1991), un film basado en la novela erótica de John Cleland Fanny Hill, publicada en 1748, donde debuta Debora Caprioglio, una actriz y showgirl italiana que alcanza un notable reconocimiento reconocimiento tras su trabajo a las órdenes de Brass.
En Paprika, Tinto Brass vuelve a provocar a los espectadores de la época narrando la historia de una joven campesina que llega a la ciudad con la intención de ganar dinero para ayudar a su novio a montar un negocio y casarse. Para ello, decide trabajar como prostituta durante un corto periodo de tiempo.
La forma en que Brass muestra el mundo de la prostitución, (legal en ese momento en Italia) señalando sus aspectos negativos, sorprende e impacta al público de la época.
En los siguientes años llegarían títulos similares como Cosi fan tutte (Todas lo hacen, 1992), con la debutante Claudia Koll, El hombre que mira (1994) o la comedia autobiográfica Fermo posta Tinto Brass (Confesiones de Tinto Brass, 1995) una colección de nueve episodios no relacionados que narran las fantasías sexuales de la vida cotidiana que muchas mujeres envían al realizador Tinto Brass por correspondencia.
Inicio del declive y perdida de su compañera Carla Cipriani
A finales de los 90, la repetición de la temática y el patrón de sus películas origina la perdida de interés por parte del público. El cineasta italiano comienza poco a poco su declive. Aun así, podemos destacar dos títulos interesantes: Monella (1998), protagonizada por Anna Ammirati; y Tra(sgre)dire (2000), también conocida como Cheeky, Cheeky o Transgressing en inglés, protagonizada por la ucraniana Yuliya Mayarchuk.
En 2006 Tinto Brass sufre la muerte de su esposa Carla Cipriani, una figura esencial en la vida del director tanto en el aspecto personal como profesional. En muchas ocasiones Tinto Brass afirmó que su mujer, coguionista y colaboradora en muchas de sus películas, era la auténtica responsable de su éxito.
Hellen Mirren, la actriz que protagonizó la película de Brass, Caligula, comparó el papel de Cipriani con el interpretado por Alma Reville para el director Alfred Hitchcock.
Últimos años
En 2009, Tinto Brass presenta su reinterpretación teatral de Don Giovanni en Roma, ambientada en Venecia en 1930. Además, presenta en el festival de Venecia un cortometraje dedicado al pintor Gustave Courbet, película que forma parte de una serie de televisión destinada a Sky, The fabulous world por Tinto Brass protagonizada por la actriz Caterina Varzi.
El 18 de abril de 2010, Tinto Brass es hospitalizado debido a una hemorragia cerebral. Afortunadamente, el director se recupera completamente en los siguientes meses.
En 2013, el documental Istintobrass, realizado por uno de sus principales colaboradores Massimiliano Zanin, se proyecta en el 70º Festival de Cine de Venecia.
El 3 de agosto de 2017, a los 84 años, Tinto Brass se vuelve a casar con la psicoanalista, exabogada y actriz Caterina Varzi. Actualmente viven juntos en su villa romana.
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Hasta aquí nuestro repaso por la filmografía del director italiano Tinto Brass, un auténtico maestro del desaparecido cine erótico.
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