¿Cuáles son las cualidades del sonido y para que nos sirven?

las cualidades del sonido

Pese a lo que muchos podrían pensar, el sonido es mucho más que aquello que escuchamos, ya que tras de sí se esconden un sinfín de características que hacen de este fenómeno físico algo tan atractivo como atrapante. Como Técnicos de Sonido son muchas las cosas que debemos conocer y analizar del sonido, pero unas de las más importantes son, sin duda, las cualidades del sonido.

Las cualidades del sonido son una serie de atributos subjetivos que nos ayudan a describir un sonido determinado, de forma que podamos identificarlo con mayor facilidad. Por norma general son cuatro, que veremos a continuación.

 

Las cualidades del sonido

Intensidad

La intensidad o el volumen es la sensación de cuán fuerte es una onda de sonido en un lugar determinado. Como decíamos anteriormente, las cualidades del sonido son subjetivas, por lo que este es un término relativo y se presenta en una cantidad adimensional. El volumen se mide en decibelios (dB).

El volumen depende de la amplitud de la vibración. Será más fuerte cuando la amplitud sea más alta y, por lógica, será más débil cuando la amplitud sea más baja.

El ejemplo más claro para entender este punto es el de una guitarra. Si tocamos la guitarra suavemente, las cuerdas vibraran con una baja amplitud lo que dará un sonido más bajo. Si, por el contrario, la tocamos con más energía, las cuerdas vibrarán con la mayor amplitud y producirán un sonido mucho más fuerte. A medida que aumenta la amplitud de la vibración, la intensidad también aumenta.

 

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Tono

Cuando hablamos del tono de un sonido hacemos referencia a que tan alto o tan bajo suena un sonido determinado en términos de gravedad o agudeza.

Para definir el valor de un tono utilizamos las ondas generadas por el sonido en cuestión. Así, el tono está directamente relacionado con la cantidad de ondas que se generan por segundo. Cuantas más ondas genere el sonido por segundo, mayor es la frecuencia y, por lo tanto, más alto es el tono (más agudo). Por el contrario, una baja tasa de frecuencia implica un tono más bajo (un sonido más grave)

Para poder entender esto gráficamente puedes visitar este generador de tonos online, que te permitirá escuchar distintos tonos absolutamente puros, con su correspondiente valor en Hz.

El Hz (Hercio o Hertz) es la unidad que se utiliza para medir la frecuencia de una onda. En el caso del sonido, se considera que 440Hz es un sonido medio. En ese caso, 440Hz significa que hay 440 ondas en un segundo.

 

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Timbre

El timbre es, en pocas palabras, la característica distintiva de un sonido determinado que nos permite diferenciarlo de cualquier otro, incluso si ambos estuviesen sonando exactamente en la misma frecuencia y con la misma amplitud.

Lo fácil es creer que el timbre es lo que nos permite diferenciar el sonido que generamos al golpear un pedazo de metal del que generamos al golpear un pedazo de madera, cosa que efectivamente es así. Pero la realidad es que el timbre también es lo que nos permite diferenciar el golpe que generamos sobre un pedazo de roble seco del que generamos sobre un pedazo de roble que estuvo semanas bajo la lluvia.

El timbre está determinado principalmente por el contenido armónico de un sonido y las características dinámicas del sonido, como el vibrato o la envolvente acústica.

En líneas generales tardamos aproximadamente 60 ms en reconocer el timbre de un sonido determinado. Por otro lado, cualquier sonido  más corto que aproximadamente 4 ms se percibe como un clic atonal irreconocible para el oído humano.

Cómo Técnicos de Sonido no solo es importante comprender la importancia del timbre del sonido, sino también las variaciones del mismo. Por norma general se sugiere un cambio de aproximadamente 4 dB en los armónicos medios o altos para ser percibido como un cambio en el timbre, mientras que se requieren unos 10 dB de cambio en uno de los armónicos más bajos.

 

Duración

Esta cualidad del sonido está estrechamente relacionada con la variable tiempo, ya que la duración es, básicamente, el periodo de tiempo (corto o largo, da igual) que permanece la vibración de un sonido sin ser interrumpida.

Como podremos imaginar, el tiempo máximo de duración de un sonido está irremediablemente limitado por las características físicas de aquello que produzca el sonido en cuestión. Por ejemplo, si golpeamos con un palo una tabla de madera, el ruido que podremos escuchar tendrá una duración muy corta y se detendrá prácticamente en el mismo momento que terminemos el golpe. Por el contrario, si tocáramos una guitarra, la cuerda de la guitarra seguirá sonando algunos segundos más hasta que finalmente se detenga del todo.

En este sentido, la tecnología ha sido la responsable de crear muchos nuevos sonidos que pueden tener una duración eterna, cosa prácticamente imposible de forma natural (un ejemplo es, precisamente, el generador de tonos que os compartimos antes).

En el otro lado de la escala encontramos que también existe una duración mínima de los sonidos a partir de la cual el oído humano es incapaz de diferenciar interrupciones. Para entenderlo supongamos que tenemos una herramienta que puede emitir un “bip” de la duración que nosotros queramos, y que podemos hacer que ese “bip” sea cada vez más corto y que cada vez esté menos espaciado del siguiente “bip”. En este supuesto, si hacemos que esos bips sean demasiado cortos y demasiado pegados entre sí, tarde o temprano nuestro oído dejará de reconocer las interrupciones y simplemente escuchará un único y continuo “biiiiiiip”.

Si nos centramos en la música, la medición del tiempo de un sonido no se lleva a cabo de forma individual, sino que se realiza por comparación con los demás. Pero incluso en este escenario, esta referencia relativa de duraciones necesita una referencia superior para poder definir su duración absoluta. Ahí es donde nace el metrónomo. Esta herramienta sirve para marcar el tempo o la velocidad de las piezas musicales a través de los bpm (beats per minute o golpes por minuto). Cuanto mayor sea el número que indica el metrónomo, más rápido se interpretará la música y viceversa.

 

Hasta aquí llegamos con nuestro repaso por las cuatro cualidades del sonido. Como podemos ver, son aspectos fundamentales pero sumamente importantes del conocimiento teórico del sonido, por lo que es también importante que cualquier persona que quiera triunfar como Técnico de Sonido los conozca y los comprenda y sea capaz de aplicar ese conocimiento en su trabajo diario.

 

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