¿A qué te suena esto? Llevas un montón de tiempo preparándote, invirtiendo en formación, has machacado tus demos hasta la saciedad y, por fin, llega el día de la prueba. Pero justo cuando se cierra la puerta de la cabina, de repente, te quedas sin aire. El corazón se te pone a mil, la boca se seca y esas frases que en casa te salían solas ahora parece que se han esfumado.
Tranquilo, no eres el único. Es algo que nos ha pasado a casi todos, y la verdad es que es mucho más habitual de lo que piensas. Y que no te engañen, esto no es solo cosa de novatos; le pasa a gente que lleva toda la vida en esto. La auténtica diferencia está en aprender a gestionar esos nervios y, por qué no, a usarlos a tu favor.
A continuación, te contamos cómo superar los nervios previos al casting de doblaje.
¡Comenzamos!
Vamos a entender qué pasa en tu cerebro
Antes de ir a las soluciones, es bueno que entiendas por qué tu cuerpo reacciona de esta manera. Cuando te enfrentas a una situación que te genera estrés, como un casting, hay una parte pequeña del cerebro, la amígdala, que se enciende y activa el «modo supervivencia».
¿Y qué ocurre? Pues que de ahí vienen todos los síntomas que ya conoces de sobra: empiezas a respirar rápido, el corazón se te dispara, los músculos se tensan, tienes nauseas, sudas y se te seca la boca. El lío es que tu cerebro interpreta la tensión del casting como si te estuviera persiguiendo un león, cuando, seamos sinceros, no es para tanto.
Pero aquí viene la buena noticia: igual que entrenas la voz cada día, también puedes entrenar tu reacción al estrés. Las técnicas de mindfulness (conciencia plena) y de respiración te ayudan a detectar esos momentos de nerviosismo justo al empezar para poder pararlos a tiempo.
Tu principal herramienta: la respiración
La respiración es fundamental en nuestro trabajo, ¿a que sí? Pues no solo para proyectar la voz, sino porque una respiración bien llevada es como tener un calmante natural en el bolsillo.
Respiración diafragmática
Esta técnica es la base de todo. Y es más fácil de lo que parece: siéntate cómodo, con la espalda recta, y coge aire por la nariz. Pero ojo, olvídate de levantar los hombros. Lo que se tiene que hinchar es la tripa, como si fuera un globo.
Y esto no solo te da más aguante en sesiones largas, que también. Es que, de verdad, le está mandando un mensaje directo a tu sistema nervioso para que se relaje. Si le dedicas unos 10 o 15 minutos al día, sobre todo las semanas antes de una prueba, notarás una diferencia enorme.
Curso de Doblaje
Técnica de la respiración cuadrada
Está es una técnica muy sencilla y efectiva: inspiras durante cuatro segundos, aguantas el aire otros cuatro, lo sueltas en cuatro y aguantas en vacío otros cuatro. Lo repites unas cuantas veces y listo.
¿Sabes por qué va tan bien? Al obligarte a contar, tu cabeza se centra en eso y le quita el mando a la parte del cerebro que entra en pánico. Es una forma de «distraer» a la ansiedad, por así decirlo. Cuanto más la hagas en casa, en frío, más fácil te saldrá recurrir a ella cuando los nervios aprieten de verdad.
El truco 4-7-8 que usan muchos profesionales
Aquí va otra variante muy útil que funciona de maravilla: inspiras en 4 segundos, retienes el aire 7 y lo sueltas muy despacio durante 8 segundos. Si repites el ciclo tres o cuatro veces, vas a notar cómo las pulsaciones bajan y te sientes mucho más centrado antes de esa prueba que te impone tanto.
La técnica de respiración 4−7−8 se utiliza para inducir la relajación, aunque también te puede ayudar a conciliar el sueño o reducir la ansiedad.
Preparación mental: todo va salir bien
Ahora te voy a contar algo increíble sobre nuestro cerebro: sorprendentemente no sabe distinguir del todo entre lo que vives de verdad y lo que imaginas con muchos detalles. Por eso la visualización positiva funciona tan bien.
Cuando te imaginas alcanzado un objetivo, tu cerebro crea conexiones parecidas a las que haría si realmente lo estuvieras viviendo. Es como si estuvieras programando mentalmente que todo va a salir bien.
Cómo hacerlo correctamente
Te recomiendo que durante las dos semanas antes del casting te tomes 15-20 minutos cada día para visualizar todo el proceso completo. Imagínate llegando al estudio relajado, saludando al equipo con naturalidad, entrando a la cabina y haciendo tu trabajo con tranquilidad.
El secreto está en los detalles pequeños: visualiza cómo lees el guion con fluidez, cómo tu voz encaja perfectamente con lo que ves en pantalla, cómo respondes a las indicaciones del director correctamente. Créate una película mental donde lo haces técnicamente bien y donde realmente estás disfrutando.
Calentamiento vocal: prepara tu instrumento
Ningún músico tocaría un concierto sin afinar su instrumento, ¿no? Pues tu tampoco deberías ir a un casting sin preparar la voz. Además, el calentamiento vocal no solo protege tus cuerdas vocales; también te da esa confianza extra de saber que tu voz va a responder desde el primer segundo.
Tu rutina básica
Empieza mínimo 30 minutos antes del casting. Primero, muévete un poco: camina, haz estiramientos suaves, lo que sea para que la sangre circule. Recuerda que la voz sale de todo tu cuerpo, no solo de la garganta.
Después, ejercicios para los músculos que controlan la respiración: unas 5-10 respiraciones muy profundas, llenando bien los pulmones y soltando despacio. Practica también esos soplidos con «FFF», «SSS», «SHH» para activar los músculos del abdomen.
No te olvides de la cara
Los músculos de la cara también necesitan preparación. Haz movimientos exagerados con los labios, ve cambiando entre la posición de «U» y de «I» durante un minuto. Mueve la mandíbula como si estuvieras masticando chicle, pero exagerado.
Y la lengua, que es súper importante: muévela hacia arriba, abajo, izquierda, derecha, manteniendo cada posición unos 10 segundos. Los trabalenguas son perfectos para esto.
Cuida esas cuerdas vocales
Los ejercicios de tracto semiocluido (TVSO) son lo más importante que puedes hacer. Practica zumbidos con «M», «N» o «B», haz trinos con los labios, sopla por una pajita. Estos ejercicios crean la resistencia perfecta para que las cuerdas vocales vibren de forma saludable.
Termina siempre con escalas suaves, empezando por donde te sientas más cómodo y después explorando poco a poco.
Nunca fuerces durante el calentamiento. Se trata de preparar, no de cansar.
Estrategias para fortalecer tu mente
Para enfrentarte a un casting no solo necesitas una buena voz, también tienes que creértelo. La confianza y ser consciente de lo que sabes y de lo que vales es la mitad del trabajo.
Construye tu confianza
Antes de una prueba, en lugar de obsesionarte con tus fallos, haz un repaso de tus puntos fuertes. ¿Lo tuyo son los graves? ¿Tienes una técnica vocal que ya quisieran muchos? ¿Clavas los cambios de emoción? Y a partir de ahí, anímate con frases que de verdad te creas. Algo como: «Me lo he currado y estoy preparado» o «Mi voz tiene justo lo que buscan». Si las interiorizas, poco a poco van callando a esa voz interior que solo critica.
Cambia el chip con las expectativas
Una de las mayores fuentes de ansiedad es esa idea de «esta es la prueba de mi vida, no la puedo fastidiar«. Y es que los directores de casting no se cansan de repetirlo: hay que cambiar esa mentalidad.
La verdad es que la elección final depende de un montón de factores que se te escapan por completo: el tipo de voz que necesitan en ese momento, si encajas con el resto del reparto, el presupuesto que tienen… A veces, son detalles que no tienen nada que ver con el talento. Entender esto te quita un gran peso de encima.
Mindfulness: una herramienta que funciona
El mindfulness, aunque suene a moda, se ha convertido en una herramienta muy útil. Y es que necesitas un control muy preciso de la voz bajo presión.
Antes del casting
Te recomiendo que te reserves unos 20 o 30 minutos antes de la prueba. Empieza con un «escáner corporal», recorriendo tu cuerpo de la cabeza a los pies, simplemente sintiendo. Esto es genial para detectar tensiones ocultas que luego te pueden jugar una mala pasada en la voz. Luego, pasa a una meditación sencilla, solo observando cómo respiras. Cuando la mente se vaya al casting (que lo hará), la traes de vuelta con calma a la respiración.
Durante el propio casting
Y ahora, lo bueno: durante la propia prueba. Practica la escucha activa. Cuando el director te dé una pauta, escúchale con los cinco sentidos, sin estar ya maquinando la respuesta. Y mientras interpretas, intenta dividir tu atención: una parte en el personaje y otra en tus sensaciones físicas. Sé que suena un poco extraño, pero la verdad es que te ayuda a estar mucho más conectado con lo que haces.
El día del casting: preparación
Te recomiendo que llegues unos 15-20 minutos antes. Ni mucho antes porque solo sirve para darle vueltas a la cabeza esperando, ni con el tiempo justo porque eso te estresa. Ese margen te da tiempo para acostumbrarte al sitio y hacer tu calentamiento sin prisas.
Planifica bien cómo vas a llegar, teniendo en cuenta posibles atascos, retrasos, transporte público… Lleva siempre a mano el teléfono del estudio, por si acaso. Y agua del tiempo, por favor; nada de bebidas muy frías, muy calientes o con cafeína.
Mima tu voz los días previos
En los días antes del casting, ponte las pilas con el cuidado vocal. Hidrátate a conciencia (el mínimo de 2 litros al día es sagrado) y huye de los sitios con el aire acondicionado a tope. Y duerme bien, que unas cuerdas vocales descansadas se notan, y mucho.
Ya sabes, nada de gritar ni forzar la voz en las conversaciones; y reduce el alcohol y el tabaco. Si eres de carraspear mucho, prueba a tragar saliva suavemente o a soltar un suspiro para limpiar la garganta sin hacerte daño.
Tu ritual personal
Créate un ritual que te funcione para centrarte. Puede ser ejercicios de respiración, música, afirmaciones positivas, o un poco de visualización. Puede ser el ejercicio 4-7-8 de respiración, una canción que te ponga las pilas, repetirte alguna frase que te dé confianza o visualizar la prueba. Eso sí, que sea algo que puedas hacer en cualquier parte y que no te lleve demasiado tiempo.
La gracia de esto es que, si lo repites siempre, tu cerebro termina por asociar esas acciones con una sensación de calma y seguridad.
Conclusión y consejos formativos
Y con esto llegamos al final de nuestro artículo sobre cómo superar los nervios previos al casting. Esperamos que todos estos consejos y técnicas te sirvan para construir tu propia estrategia y sentirte con más seguridad la próxima vez que te enfrentes a una prueba.
Recuerda, no estás solo en esto. Esa sensación en el estómago la hemos sentido todos, desde el que empieza hasta el que lleva toda la vida en un atril. Lo más importante es que te quedes con la idea de que puedes tomar el control. Céntrate en la respiración; sigue con la preparación mental, visualizando lo que haces bien y quitándote la presión de encima; no te saltes nunca el calentamiento vocal y, por último, usa el mindfulness para alejar tu mente de pensamientos negativos.
Al final, ¿qué hacen los profesionales que admiramos? No es que no se pongan nerviosos, es que han aprendido a canalizar esa energía. Y si de verdad quieres superar los nervios y llegar a tu próximo casting con una buena preparación técnica y mental, te recomendamos que le eches un vistazo al Curso de Doblaje de Treintaycinco mm. Es la mejor manera de asegurarte de que tienes todas las herramientas para para que tu única preocupación sea disfrutar y hacer bien tu trabajo.
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