En el artículo de hoy queremos rendir homenaje al cineasta coruñés Antonio «Toñito» Blanco, un actor, guionista, director de cine y escritor que nos dejó desgraciadamente de forma prematura y que pertenece a esa primera generación de artistas gallegos que sin ningún complejo se atrevieron a trasmitir la cultura popular más friki y transgresora.
Entre sus trabajos destaca su participación como presentador y guionista del programa Tumba Aberta de la TVG (televisión autonómica gallega) y por ser el autor de la irreverente cinta A matanza caníbal dos garrulos lisérxicos, una de las primeras obras del cine gore gallego.
Toñito Blanco, el cineasta underground gallego
Antonio Blanco nació en 1964 en A Coruña. Desde su más tierna infancia tuvo interés por los cómics y las películas de terror. Entre sus directores favoritos estaban Herschell Gordon Lewis, Jonh Waters, Lloyd Kaufman o cineastas del Fantaterror como Jesús Franco o su paisano Amando de Ossorio.
Tras estudiar periodismo en la Facultad de Ciencias de la Comunicación (Santiago de Compostela), Toñito Blanco comienza a trabajar a finales del os 80 en la TVG (Televisión Autonómica de Galicia) participando como guionista y presentador de la revista cultural A tumba aberta (1987), un programa innovador emitido a última hora de la noche con secciones de humor, cine, música y comics, donde también se realizaban cámaras ocultas en las calles de Galicia.
En este programa coincide con conocidos artistas gallegos como el cantante Alberto Comesaña y los actore, Antonio Durán “Morris” y Sergio Pazos.
Toñito Blanco presentando el programa A tumba aberta
Posteriormente Toñito trabaja como actor y guionista en; Compostelans (1989), serie dirigida por Josito Pereiro y protagonizada, junto a Toñito, por Antonio Losada y Serafín Cordeiro.
Toñito Blanco y Antón Losada en una escena de la serie Composteláns
Lo que empezó como una broma y una versión gallega de la popular serie británica emitida en la TVG, Os novos (The Young Ones) terminó convirtiéndose en una serie de 40 episodios en la que se relata la vida de tres jóvenes que viven en el ensanche de Santiago de Compostela.
En los primeros años de la televisión autonómica gallega, Antonio Blanco también tiene la oportunidad de participar en la creación del programa infantil y juvenil Xabarín Club, muy de moda en los años 90. El programa incluía series de dibujos animados, videoclips de grupos musicales y un apartado de producción propia, «A Cantar con Xabarín», donde participaban importantes grupos gallegos como Siniestro Total, Heredeiros da Crus, Aerolíneas Federales, Nación Reixa, Os Diplomáticos de Monte Alto o Killer Barbies, entre muchos otros.
Pero Toñito no solo se limita a trabajar en televisión, de su inagotable imaginación y de su incansable trabajo surgen ideas para futuras obras de teatro, programas televisivos e incluso películas.
En sus viajes a ciudades como Nueva York y Londres, Toñito se empapa de la cultura pop y underground, convirtiendo su mente, inquieta por naturaleza, en un hervidero de ideas que está deseando plasmar en futuros proyectos.
Toñito Blanco: cómo se fragua una película de culto
Toñito Blanco estaba desencantado con el cine que se hacía en España en los años 80 y 90, no creía en las subvenciones públicas y se lamentaba porque nadie apostaba por el cine de autor. En el siguiente vídeo puedes ver a Toñito disertando sobre el cine de subvención mientras se lamenta de que no se hacen películas divertidas y que reflejen la realidad de la sociedad. También habla y critica entre risas la comedia madrileña, las películas de Paco Martínez Soria, muy de moda en la época, o al director Manuel Gutiérrez Aragón.
Entrada la década de los 90 Toñito Blanco escribe el monólogo Solos, perdidos y viciosos (1992), una obra que interpretan los actores Juanillo Esteban y Manuel Manquiña, en una época en la que los monólogos no estaban de moda y no existía el club de la comedia. Con esta obra Toñito, Manquiña y Juanillo recorren las principales ciudades gallegas.
Durante sus viajes en coche, por el inhóspito paisaje gallego, surge la idea de crear una película de terror gore, ambientada en el entorno rural, al estilo de The Rocky Horror Picture Show o 2000 maníacos. En ese momento, Antonio Blanco comienza a gestar la que después se convertiría en su primera y última película: La matanza caníbal de los garrulos lisérgicos (1993).
Pero antes, y en la misma línea, Toñito crearía el innovador espectáculo musical A Matanza dos Seixas (1993). La obra, protagonizada por los actores Manuel Manquiña, Antonio Durán “Morris”, Blanca Cendan, Juanillo Esteban y Luis Insua, bajo la dirección de Santiago Montenegro, relata la historia de una pareja que tras tener un accidente de tráfico se encuentra con dos peligrosos hermanos. He aquí un extracto de la obra:
«Tiemblan las estrellas en la negra oscuridad, y al bosque se oye reír.
Sueños de una noche de la que yo sé el fin, no es un final feliz.
Algo importante está a punto de suceder, procura no dormir.
Entre millares de caminos has tenido que elegir el que te trae aquí.
Puertas que se abren a una extraña dimensión, es extraña para ti.
Almas como luces van dejando el cuerpo atrás; de nada sirve ya.
La carne que abandonas es un ingrediente más, para el cósmico manjar.
Y mientras pasa lo que pasa, tus sentidos gritarán: ¿Qué estoy haciendo aquí?»
La obra, muy sangrienta, con torturas e, incluso, amputaciones de miembros, se representa por toda Galicia y es acogida de forma positiva por el público, a excepciones de algunos que se sorprenden negativamente y creen que les están tomando el pelo.
Ese mismo año, Toñito Blanco se encarga de filmar durante la Semana Santa, la película más gore del cine gallego: La matanza caníbal de los garrulos lisérgicos.
La matanza caníbal de los garrulos lisérgicos
El sueño de Antonio Blanco era hacer películas con la única pretensión de divertir al espectador. Con esa idea se embarca en su proyecto más conocido y la que será su única película: La matanza caníbal de los garrulos lisérgicos (1993).
Según las propias palabras del director, la cinta es “una comedia sobre canibalismo rural en Galicia. Gente que se queda sin nada ante cuotas lácteas, entrada en Europa… No asumen bien esta reconversión y deciden que la mejor defensa es el ataque y pasan a desviar gente de la carretera, que es de donde vienen las amenazas, para matarla, despedazarla, cocinarla, comerla y en parte venderla también”
Guion y financiación
Toñito Blanco escribe el guion del film en un fin de semana y para financiarlo decide crear una especie de bonos (al estilo crowdfunding actual), que sus amigos y compañeros de la TVG compran por 2000 pesetas a cambio de recibir una copia de la película en VHS. Así fue como la productora Videovil, formada junto a Ricardo Llovo y Manuel Manquiña logra reunir 360.000 pesetas, el presupuesto total de la película.
Curso de Dirección Audiovisual
Rodaje
La cinta se rodó en la Semana Santa de 1993 con un equipo de amigos, entre los que se encontraba el propio Manuel Manquiña, Teté Delgado, César Strawberry, Julián Hernández (Siniestro Total), Silvia Superstar y Juanillo Esteban. Toñito se encarga de la dirección, Manquiña de la dirección de actores y Ricardo Llovo de la realización.
La película se rodó en el concello de Boqueixón, cerca de Santiago de Compostela, en una casa abandonada propiedad del realizador Ricardo Llovo.
El rodaje estuvo lleno de contratiempos y penurias, ya que la escasa financiación impedía tener incluso comida para los actores, que se conformaban con un triste bocadillo. Además, esa Semana Santa fue especialmente fría en la zona y algunos actores terminaron enfermos.
Manquiña preparando sangre para una de las escenas de la película bajo unos jamones
Manuel Manquiña, que era uno de los actores con más experiencia del reparto, se instaló durante cuatro días en una tienda de campaña para evitar trasladarse a Coruña o Santiago y así introducirse mejor en el papel de garrulo lisérgico y asesino.
En cuanto al maquillaje y la caracterización, se utilizó látex, sangre y casquería real de animales; como corazones de cabra y vejigas y tripas de cordero.
Lógicamente, el rodaje de la película creó mucha expectación entre los paisanos de la zona que, a pesar de la extraña temática de la película, veían con normalidad cómo los responsables del film manejaban grandes cantidades de sangre y casquería de animales. Situaciones muy habituales en el rural gallego.
Incluso una de las escenas donde los hermanos Machado entierran a una de sus víctimas coincide con un entierro real en el pueblo.
Vecinos de la aldea durante un entierro observando el rodaje de la película
Realización
Una vez finalizado el rodaje de la película, que se llevó a cabo en una única semana, llega el momento del montaje. Tras el primero de ellos, que se realiza como montaje previo, Ricardo Llovo y Antonio Blanco son conscientes de que hay demasiados planos generales, de que el resultado no es suficientemente sangriento y que faltan planos medios y cortos.
Toñito decide filmar primeros planos con más sangre, amputaciones y escenas explicitas que finalmente componen el montaje final mucho más gore.
Toñito Blanco escenificando una escena de destripamiento
Doblaje
Otro contratiempo de la película a la hora de realizar el montaje final fue la mala calidad del sonido registrado en directo. Finalmente se tuvo que recurrir al doblaje de todos los actores. El doblaje se realizó en los estudios Dobleson y fue el propio Manquiña (que es como una navaja suiza, vale para todo) el encargado de dirigirlo.
Banda Sonora
Un aspecto a destacar de la película es su banda sonora, a cargo de Miguel López Cubas. A pesar del escaso presupuesto, el film de Toñito Blanco tiene el lujo de contar con un tema de Siniestro Total, ya que uno de sus actores es Julián Hernández, líder del grupo. También participa Xurxo Souto (Os diplomáticos de Monte Alto).
La banda sonora de la película consta de dos canciones:
- La sierra es la familia del grupo Siniestro Total. Pertenece al disco Made in Japan (1993)
- Terra Brava del grupo Os diplomáticos de Monte Alto. Pertenece al disco Parrús (1993).
Distribución y venta
Debido al retraso en el montaje y el doblaje de la película, el vídeo de la película no estuvo terminado hasta finales de 1993. Además, las copias tardaron en fabricarse por lo que no pudo comercializarse hasta la primavera de 1994.
En cuanto a las copias de la película, una distribuidora de películas para adultos se ofreció a realizar 1500 copias en vídeo a cambio de que Toñito y Ricardo rodaran un anuncio para televisión de películas porno. De esta forma pudieron repartir la película entre los que habían participado en su financiación y aún quedaron copias para su venta.
El estreno en festivales
A continuación, llegaría el momento de estrenar la película en los diferentes festivales nacionales. La matanza caníbal de los garrulos lisérgicos se estrena en el Festival de Cine Fantástico de Donosti y en el Festival de Sitges en 1994, con strippers, música en directo, sus protagonistas, incluido Toñito, vestidos con elegantes trajes amarillos y fiestas por todo lo alto.
La cinta obtiene críticas muy positivas y se convierte en la carta de presentación de Toñito Blanco, un prometedor cineasta.
Argumento de La matanza caníbal de los garrulos lisérgicos
Un grupo de jóvenes regresa a casa después de un concierto. En el camino pinchan una rueda y acaban chocando contra un árbol. Después del accidente deciden pedir ayuda en una casa cercana, desgraciadamente está habitada por la familia Machado, una familia que tras años pasando necesidades y penurias decide dedicarse a comercializar embutidos con carne humana. En un principio los jóvenes son recibidos con mucha amabilidad, pero la familia Machado necesita materia prima para sus chorizos.
Actualmente existen copias del film de Toñito Blanco repartidas por todo el mundo y aparece en prestigiosas enciclopedias de cine de terror.
El triste final de Antonio Blanco
A raíz del estreno de su película, Antonio Blanco entra en una especie de vorágine festiva y se codea con cineastas que, como él, están empezando. Entre ellos se encuentran Álex de la Iglesia, Santiago Segura o Juanma Bajo Ulloa. El porvenir de Toñito parece no tener techo y se embarca en varios proyectos importantes pero, desgraciadamente, la fatalidad se cruza en su camino.
Como muchos artistas de nuestro país en los años 80 y 90, Toñito Blanco, tras una breve pero intensa vida, fallece a los 30 años de edad a causa de una sobredosis en noviembre de 1994, dejando tras de sí un pequeño pero valioso legado cinematográfico.
Toñito también era un gran amante de los cómics, su colección compuesta por unos 3000 tebeos, entre los que se encuentra alguno del Corto Maltés firmado por Hugo Pratt o la primera edición que se publicó en España del Batman: año uno, fue donada a la biblioteca del Fórum Metropolitano de A Coruña. También puedes adquirir su libro Televisión de Culto donde Toñito realiza un repaso por los tesoros de la mal llamada caja tonta.
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Finalizamos aquí el repaso por la corta pero intensa trayectoria de Antonio Blanco, un cineasta adelantado a su tiempo que quería hacer películas, que no cine: «el cine es para Gutiérrez de Aragón», en palabras suyas. Un personaje que vivió la vida a toda velocidad y que al menos tuvo la oportunidad de cumplir su sueño.
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