Patricia siempre había estado vinculada al ámbito de la fotografía, pero llegado el momento, decidió cambiar de plano y matricularse en Realización Audiovisual.
Desde muy pequeña se sintió atraída por el mundo audiovisual, especialmente por las cámaras. Siempre ha tenido muy claro que se quería dedicar profesionalmente a este sector y, por ello, consciente de la competencia de este mundo, decidió prepararse para no perderse ninguna oportunidad.
Desde muy jovencita empezó a compartir las fotos que iba haciendo a través de redes sociales, y a la gente le gustaban tanto que empezó a crecer y a conseguir alguna oportunidad laboral. Tal era su talento que, con tan solo 18 años, esta madrileña ya llevaba un tiempo haciendo trabajillos como fotógrafa, al mismo tiempo que cursaba el bachillerato artístico. La práctica le hizo tener mucho más claro su objetivo, profesionalizarse.
Gracias a las redes sociales nos encontró y con solo investigar un poquito se dio cuenta de que éramos exactamente lo que buscaba. Miró otras escuelas, pero ninguna le transmitía tan buenas sensaciones como Treintaycinco mm; “La formación es bastante completa. Además, se ofrece la posibilidad de hacer prácticas y cuenta con un observatorio de empleo. Al final, hay muchísimas más oportunidades que en otros cursos”, explica.
En un inicio, le preocupaba necesitar mucho nivel para poder seguir el curso, pero asegura que en Treintaycinco mm se lo pusimos muy fácil. Tuvo la sensación de que no era un curso exclusivo para profesionales, aunque sí un curso del que salir siendo profesional.
Una gran experiencia
Patricia empezó el rodaje de su nueva aventura en un contexto de pandemia, con un montón de restricciones. Pero esto no supuso ningún problema en su formación y aprendizaje porque, según destaca, una de nuestras ventajas es la facilidad de pasar de módulo y retomar ese proyecto cuando el resultado pudiera ser el deseado.
Siempre hay opción de seguir avanzando
Para Patricia, algunas de las claves de nuestra formación son la modalidad telepresencial y sus comodidades, el buen rollo con profesores y tutoras, así como su rapidez de respuesta, y por supuesto, las alertas de empleo. “Te facilitaban muchísimo hacer prácticas, trabajitos y otras cosas que me hubiera costado más encontrar”, dice, tanto que ella lo tiene claro: “Te vas con la seguridad de que sabes lo que estás haciendo”. También subraya que todos los ejercicios, exámenes y test suman realmente a la formación, que siempre se aprende algo útil para la siguiente tarea con ellos. “Para mí ha sido una experiencia genial a la hora de adquirir conocimientos, práctica y todo”.
Por todas estas razones, considera que experiencia ha sido tan buena como para recomendar nuestra escuela, y reconoce haberlo hecho ya.
Como en las mejores películas, siempre hay una segunda parte
Su experiencia fue tan satisfactoria para ella que, una vez finalizó el curso de Realización Audiovisual, se matriculó en nuestro curso en Dirección de Fotografía. Esta segunda formación con nosotros le ha encantado tanto como la primera. Tanto que no cree que sea la última que haga con Treintaycinco mm. “Primero hice Realización Audiovisual, luego me matriculé en Dirección de Fotografía y si surgiera volvería a estudiar con Treintaycinco mm cualquier otro curso que me pudiera encajar profesionalmente”, comenta.
Ahora, Patricia, ha conseguido su objetivo: trabajar en el mundo audiovisual. “Hace poco, he estado de auxiliar de dirección en un largometraje. Eso ya es una situación laboral real, a la que tienes que ir preparada”, relata, y añade: “Estoy muy contenta de haber llegado allí y que nadie me tuviera que explicar lo que tenía que hacer, porque ya lo sabía”.
Después de llegar a su meta, dice estar muy contenta y también aliviada. “¡Es increíble! Me he quitado de encima la preocupación de no saber si me podría dedicar a esto, ahora lo tengo claro”, añade.
Tras su paso por Treintaycinco mm, dice que su vida ha cambiado. Además de haber aprendido muchísimo y de haber alcanzado su propia meta, ya no pasa tardes aburridas. “Ahora me entretengo curioseando, averiguando qué puedo hacer con un programa para mejorar profesionalmente”, aclara.
Qué hacer antes de los créditos…
Nos comenta que aspira a encontrar un sitio donde poder trabajar, disfrutando, y a seguir ampliando tanto sus estudios como su repertorio de intereses.
¡Mucha suerte, Patricia!