Guía completa para trabajar los menús en UI: Diseño, usabilidad y tendencias 2025-2026

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Si te interesa el diseño UI, seguro que tienes claro lo importante que son los menús de navegación. Y es que, en el mundo digital actual, donde todos perdemos la paciencia en cuestión de segundos y la competencia está a un solo clic, tener un buen menú puede ser la diferencia entre que un usuario continúe navegando o abandone tu sitio.

A continuación, te damos una guía detallada para trabajar los menús en UI y que funcionen como tienen que funcionar.

¡Comenzamos!

Las bases del diseño de menús: lo que tienes que dominar

Después de ver cientos de interfaces, hay ciertas reglas que se repiten y que, la verdad, siempre funcionan:

1. Simplicidad, por favor

Si tu menú parece el cuadro de mandos de un cohete, mal vamos. El cerebro procesa la información en bloques. Según el Principio de Miller, de media solo podemos retener unos siete elementos a la vez.

Un caso real: En 2023 Apple optimizó su web reemplazando una navegación complicada por menús desplegables que, aplicando la Ley de Miller, muestra la información del producto al instante y sin clics de más.

La solución: Si tienes más de 8 categorías, organízalas en submenús. Eso sí, intenta no pasar nunca de los dos niveles de profundidad.

2. Claridad, ante todo

Los nombres raros o demasiado técnicos matan la usabilidad. ¿»Soluciones Integrales de Optimización»? Suena muy profesional, pero nadie tiene ni idea de lo que significa.

Un truco: Haz la prueba del familiar poco tecnológico. Si una persona de 70 años no entiende una etiqueta, cámbiala. Dropbox cambió «Sincronización Multidispositivo» por «Tus archivos, en todos tus dispositivos» y las consultas a soporte bajaron un 45%.

3. Accesibilidad obligatoria

Un dato que a veces se olvida: el 15% de la población mundial tiene algún tipo de discapacidad. No pensar en la accesibilidad no solo es una mala práctica, sino que en muchos sitios es ilegal.

Lista de comprobación rápida: Asegúrate de que el contraste de color sea de al menos 4.5:1 (puede usar WebAIM Contrast Checker), que los botones del móvil midan como mínimo 48×48 píxeles y que se pueda navegar por todo el menú usando solo el teclado (pruébalo con la tecla Tab).

Un apunte: Las webs accesibles mejoran su SEO, porque Google valora las experiencias inclusivas.

4. Jerarquía visual clara

El ojo no lee, escanea. Y lo hace siguiendo patrones en forma de F o de Z. Por eso, lo más importante tiene que estar donde miramos primero.

La fórmula que casi nunca falla:

  • Izquierda: El logo (que siempre lleve a la página de inicio).
  • Centro: Las categorías principales (no más de 6).
  • Derecha: Las acciones importantes («Contacto», «Registro», «Carrito»).

Una buena técnica: juega con el tamaño, el color y el grosor de la letra para marcar prioridades. Airbnb, por ejemplo, deja en gris las opciones secundarias y reserva su rojo corporativo para el botón de «Hazte anfitrión».

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Cómo organizar el contenido sin volverte loco

El principal error es querer meterlo todo en el menú. La solución pasa por una buena arquitectura de la información:

Paso 1: La técnica del card sorting (ordenación de tarjetas)

Una técnica que funciona de maravilla. Coge post-its, escribe cada sección de tu web y pide a gente que no conozca el proyecto que los agrupe con lógica. Así descubrirás cómo esperan encontrar la información. Por ejemplo, en una tienda de moda, seguramente se agruparán por «Mujer», «Hombre» y «Niños», no por «Prendas Superiores» o «Prendas Inferiores».

Paso 2: El arte de los submenús

Los desplegables tienen que ser una ayuda, no un laberinto.

Un buen ejemplo: IKEA utiliza mega menús que son una pasada: organizan por columnas temáticas («Dormitorio», «Cocina») y además te ponen imágenes de los productos más vendidos.

Un error típico: Los menús que obligan a pasar el ratón por encima para mostrar más opciones. En el móvil, esa interacción simplemente no existe.

Tipos de menús: elige el más adecuado

No todos los menús sirven para todo. ¿Cuál elegir? Depende de tu proyecto.

-El menú horizontal es el clásico, ideal para webs con pocas secciones, como Apple.com.

-El menú de hamburguesa se ha convertido en el estándar en móviles, aunque su pega es que oculta las opciones; la aplicación de Spotify es un buen ejemplo.

-Los mega menús, para webs enormes, como un comercio electrónico o un periódico, son la solución, como los que usa Adobe.com.

Los menús adaptativos, que cambian según el usuario, son más difíciles de implementar, pero muy útiles para servicios como los bancos o Netflix.

Casos para estudiar

Amazon: Es un ejemplo de manual. Combina un mega menú para las categorías con una barra de búsqueda predictiva, que es por donde empiezan el 70% de los usuarios.

El País (elpais.com): Su sitio web implementa un menú horizontal superior muy claro con categorías principales como «España», «Internacional», «Economía», «Sociedad», «Deportes» y «Cultura». Al presionar sobre cada categoría, podemos acceder a contenidos relacionados dentro de cada sección.

Tendencias 2025-2026: lo que está por venir

¿Qué pasa con los menús en 2025-2026? Pues los menús están dejando de ser listas simples para convertirse en experiencias. Te contamos tres tendencias que están revolucionando el mundo de los menús UI.

1. Microinteracciones que aportan algo

No son adornos, son feedback. Son esas pequeñas animaciones que te confirman una acción, como un botón que se hunde al pulsarlo o un icono que cambia de forma. Una web sin ellas en 2025 simplemente está anticuada. Herramientas como Framer o Lottie permiten crearlas sin que la página pese una tonelada.

2. IA: menús que se adaptan a ti

La personalización ya es casi obligatoria. Los menús ahora aprenden de tu comportamiento.

  • ¿Te has fijado en que Netflix a veces te pone «Continuar viendo» como primera opción?
  • ¿O que Spotify te sugiere tu «Mix Diario» justo cuando lo necesitas?
  • La tecnología para hacer esto ya está al alcance de casi cualquiera.

3. Mega menús a pantalla completa

Son perfectos para contar una historia. Ya no se trata solo de encontrar algo, sino de descubrirlo. National Geographic, por ejemplo, te recibe con un mapa interactivo donde puedes explorar reportajes por región. Es una forma mucho más visual y atractiva de presentar el contenido.

En resumen, los menús de 2025 ya no son pasivos: se anticipan a lo que buscas, te dan feedback con animaciones y te ofrecen formas más visuales de explorar.

El móvil es lo primero: aquí se gana o se pierde

Más del 70% del tráfico web ya es móvil. Esto no es una opinión, son datos. Si tu menú falla en una pantalla pequeña, estás ignorando a la mayoría de tu público.

Diseña para dedos, no para ratones

En un móvil se diseña para dedos, no para ratones. Esto significa que los botones deben ser grandes, de al menos 48×48 píxeles, y tener un espacio mínimo de 8px entre ellos para evitar toques accidentales. Coloca siempre las acciones principales en la zona inferior de la pantalla, que es la más cómoda de alcanzar con el pulgar.

Patrones que funcionan para móviles

Hay diseños que funcionan. La barra inferior fija (como la de Instagram) mantiene las opciones clave siempre visibles, y la navegación por gestos (como deslizar) hace la experiencia más fluida. Pero ten cuidado: un menú con iconos que no se entienden puede aumentar los errores hasta un 60%. Si un icono no es universalmente reconocido, acompáñalo siempre de texto.

Errores fatales que debes evitar

Evita errores que desesperen al usuario. Si no encuentra lo que busca en tres toques, se irá. Demasiadas opciones paralizan la decisión; prioriza siempre lo esencial. Y por encima de todo, huye de los iconos confusos. La claridad siempre debe ir por delante de la estética.

En el móvil, cada píxel cuenta. Un buen diseño no es el que más impresiona, sino el que te permite hacer lo que quieres sin tener que pensar.

SEO y rendimiento: el factor invisible

Google no solo lee tu contenido, también se fija en tu menú para entender de qué va tu web. Además, los usuarios se van de las páginas que tardan más de 3 segundos en cargarse. Un menú bien optimizado ayuda al usuario y te posiciona mucho mejor.

  • Palabras clave en la navegación: Google usa tu menú para entender la estructura. En lugar de «Nuestras Creaciones», prueba con «Portafolio de Diseño Gráfico».
  • Migas de pan (Breadcrumbs): No solo guían al usuario. Google las muestra en los resultados de búsqueda, lo que mejora la visibilidad. Implementar bien las migas de pan puede aumentar el CTR hasta un 30%.
  • Animaciones: Usa transformy opacity en CSS, que son más eficientes. Y prueba siempre en móviles de gama baja para que la experiencia sea buena para todos. Una animación lenta da sensación de que la web va mal.

Guía práctica: de la idea a la realidad

Tener una buena idea es solo el principio. Ahora toca convertirla en algo real y funcional. Este es el proceso para llevar tu menú del boceto al usuario final sin dejarte nada por el camino.

1. Prototipar antes de programar

Antes de escribir una sola línea de código, es fundamental crear un prototipo para visualizar la idea y poder interactuar con ella. Puedes usar herramientas como Figma, que es el estándar de la industria, o Balsamiq si buscas crear un boceto más esquemático y rápido.

No te limites al diseño estático; Es crucial definir todos los estados de interacción, como lo que ocurre al pasar el ratón o al hacer clic. Recuerda que el 60% de la calidad que percibe un usuario reside en cómo se mueve y responde la interfaz, no solo en su aspecto.

2. Probar con usuarios reales

Tu opinión y la de tu equipo están condicionadas, así que es imprescindible probar el diseño con gente que no conozca el proyecto. Hay técnicas muy efectivas, como las pruebas A/B, que te permiten comparar dos versiones para ver cuál rinde mejor.

También puedes usar la prueba de los 5 segundos: si tras ver el menú un instante los usuarios no recuerdan las opciones principales, es una señal clara de que debes simplificar. Y no te preocupes por el coste, porque está demostrado que con solo 5 usuarios puedes descubrir el 85% de los problemas de usabilidad.

3. Analizar, medir y optimizar

Una vez que el menú esté en línea, los datos te dirán la verdad. Presta a atención métricas clave. Por ejemplo, una tasa de rebote superior al 70% es una señal de alarma de que la navegación no funciona.

Analiza también la profundidad de la visita; si los usuarios no pasan de la primera o segunda página, es que están perdidos. Herramientas como los mapas de calor son muy útiles porque te muestran visualmente dónde hace clic la gente. Este proceso no es algo que se haga una sola vez, sino un ciclo continuo de análisis, ajuste y medición. Las mejores webs nunca dejan de mejorar.

El arte de un menú invisible en UI

Al final, un menú de navegación bien hecho es como un buen camarero: hace su trabajo tan bien que ni te das cuenta de que está ahí. No tienes que pararte a pensar «¿dónde estará el contacto?», simplemente lo encuentras. El futuro de la navegación va precisamente en esa dirección, en eliminar cualquier obstáculo hasta hacerlo desaparecer.

Ya lo estamos viendo con la voz, que nos permite dar órdenes naturales como «quiero enviar 50€ a María» en lugar de buscar en menús. También con la inteligencia artificial, que personaliza la experiencia mostrándote lo que probablemente buscas, aunque siempre con el reto de ser útil sin dar la sensación de que te espían. La siguiente frontera es la realidad aumentada, donde los menús salen de la pantalla para integrarse en nuestro entorno, como ya hace IKEA permitiéndote ver muebles en tu propio salón.

En definitiva, las webs que de verdad funcionan son las que entienden esto: un menú no es una simple lista de enlaces, es una guía inteligente que te lleva por el camino más corto. Como dijimos, el mejor menú es el que no se nota.

Si quieres aprender a crear estas experiencias, el Curso de Diseño Gráfico de Treintaycinco mm se centra en enseñarte la práctica, no solo la teoría. Porque un buen menú no es un detalle sin más, es lo que consigue que la gente se quede contigo en lugar de irse a la competencia.

Fuentes y recursos de información

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