A lo largo de la historia del cine han sido muchos los directores que se han atrevido con el falso documental, un género utilizado también en televisión que permite a los cineastas contar una historia aparentemente real cuando en realidad es totalmente ficticia.
Pero… ¿Qué es un falso documental? Si quieres averiguarlo continua con nosotros. A continuación, abordaremos en profundidad este género poco conocido. Además, si te atrae el sector audiovisual, también te mostraremos la mejor formación, como nuestro curso de Guion Audiovisual. ¡Comenzamos!
Falso documental: realidad o ficción
Es probable que hayas visto en muchas ocasiones una película o una serie televisiva que parece contar una historia real, con testimonios, metraje encontrado, o grabada con cámara en mano. Si es así, quiere decir que, probablemente, estabas ante un falso documental, un tipo de cine que imita las características del género documental para crear una obra totalmente de ficción.
Se trata, por lo tanto, de un género que utiliza los recursos estéticos y las estrategias de composición y edición del género documental para dar mayor verosimilitud a una historia o simplemente parodiar un tema, pudiendo encontrar falsos documentales en todos los géneros cinematográficos, incluida la comedia, el cine de terror o el cine de ciencia ficción.
En este sentido, el falso documental, también conocido en inglés como mockumentary, una mezcla de mock («burlarse de») y de documentary, tiene una clara pretensión; hacer creer al espectador que los acontecimientos que está viendo en la pantalla han sucedido realmente.
A veces se plantea como un documento histórico, otras como un documental creado a partir de metraje encontrado, donde pueden incluirse supuestas filmaciones de la persona o personas que vivieron los acontecimientos, declaraciones de testimonios y la voz de un narrador. También se suelen utilizar elementos del cine de realidad (o cinéma vérité), con personajes a los que sigue la cámara mientras viven diferentes situaciones.
El falso documental utiliza las características del género documental para hacer creer al espectador que lo que está viendo ha sucedido o sucede realmente.
En definitiva, el falso documental es un género que mezcla los elementos del género documental con el cine de ficción con la intención de aportar realismo a la historia que se pretende contar. Puede tener fines cómicos o satíricos, críticos (hacer reflexionar al espectador sobre un tema concreto) o simplemente aportar mayor realismo a una obra de ficción.
Género documental: realidad o manipulación
Como ya te hemos contado, el falso documental pretende apropiarse de las peculiaridades del género documental para aportar mayor realismo a una obra de ficción. Esto es debido a que el público está acostumbrado a admitir como reales los temas y acontecimientos tratados en los documentales que consume habitualmente en el medio televisivo. A nadie se le ocurre pensar que un documental sobre la Segunda Guerra mundial es falso y todos damos por hecho que las imágenes que vemos son reales y tiene un carácter histórico.
Sin embargo, no somos conscientes de que la verdad solo puede garantizarse a través de la honestidad de los propios realizadores o responsables de la filmación y que la supuesta realidad puede manipularse.
El 23 de febrero de 2014 se emitía por la cadena de televisión de España, La Sexta, Operación Palace, un falso documental, dirigido por Jordi Évole, sobre el intento de golpe de Estado del 23F. Un programa que hizo creer a muchos espectadores que todo fue un montaje orquestado por el director de cine José Luis Garci.
Actualmente sería muy difícil realizar un programa de estas características debido a la gran problemática de las fake news.
Sin embargo, la posibilidad de manipular al espectador y presentar una obra de ficción como algo que ha pasado en realidad es lo que ha llamado la atención de numerosos cineastas, que a lo largo de la historia del cine han utilizado el falso documental con diferentes intenciones.
Inventando la realidad: antecedentes del falso documental
Las peculiaridades del género documental han llamado la atención de los cineastas a lo largo de toda la historia del cine. Sin embargo, muchos coinciden que uno de los antecedentes más interesantes, y uno de los que mayor impacto causó sobre la población, fue la retrasmisión radiofónica de La Guerra de los Mundos de Orson Welles.
El cineasta realizó una adaptación radiofónica de la novela de Herbert George Wells de 1898 que se emitió en directo como un episodio de Halloween, a las 20.00h un domingo del 30 de octubre de 1938 en su programa On the Air, de la CBS.
Welles explicó al inicio del programa que se trataba de una dramatización basada en la novela del autor británico, pero los oyentes más rezagados pensaron que estaban ante una invasión alienígena real y entraron en pánico.
En el cine, el primer falso documental es obra de Frederick A. Cook, un médico estadounidense que afirmaba haber alcanzado la cima del Denali (la montaña más alta de Norteamérica) o haber llegado al Polo Norte. Para convencer a la opinión público decidió realizar un documental The truth about the north pole (La verdad acerca del Polo Norte, 1912) reconstruyendo su llegada al Polo Norte. Sin embargo, se demostró que las imágenes eran falsas.
Otro falso documental, esta vez en el medio televisivo, se emitió en los años 50 en la BBC. El reportaje seguía a una familia de granjeros suizos que se dedicaba al tradicional cultivo de espaguetis. En el documental se puede escuchar al presentador Richard Dimbleby narrando las imágenes de la familia recolectando los espaguetis de los árboles.
Después de la emisión del documental, la BBC atendió numerosas llamadas de los espectadores que querían conseguir un árbol de espaguetis.
A continuación, vamos a centrarnos en tres tipos de falsos documentales; la parodia, la crítica o la falsificación de la realidad en el cine de terror. Además, te mostramos algunos ejemplos con fragmentos de nuestras películas favoritas.
Falso documental como parodia
El falso documental funciona como parodia cuando solo tiene la pretensión de imitar o tratar de forma sarcástica un tema.
Este tipo de falso documental crea hechos que supuestamente suceden en el mundo real y busca el humor tratando situaciones absurdas de forma seria.
La parodia de los Monthy Python sobre la vida de Los Beatles, The Rutles: All You Need Is Cash (1978) es un claro ejemplo de una película cómica filmada a modo de falso documental.
El film sigue la vida de cuatro jóvenes británicos, con unos espantosos cortes de pelo, a quienes el escoger los pantalones adecuados (estrechos) les lleva a firmar el contrato musical de sus vidas, a pesar de no tener ninguna aptitud musical.
Película completa con subtítulos en español:
Podemos ver otro ejemplo de falso documental como parodia en la película de Woody Allen, Zelig (1983), una cinta que sigue la vida de Leonard Zelig, un hombre camaleón que es capaz de transformarse físicamente en las personas que lo rodean con la intención de caerles bien.
Ambas películas demuestran que las peculiaridades del formato documental funcionan a la perfección en la comedia.
Falso documental al servicio de la crítica
El falso documental también se utiliza para despertar el pensamiento crítico del espectador. Se trata de una herramienta muy útil para mostrar el poder de las imágenes y la facilidad con la que se puede manipular la realidad.
En el film, El juego de la guerra (1966), el director y documentalista Peter Watkins muestra las consecuencias de un hipotético ataque nuclear en la ciudad inglesa de Rochester. Watkins combina en el polémico film entrevistas a personajes reales (especialistas e historiadores), con recreaciones de los supuestos sucesos con personajes encarnados por actores.
A pesar de que la película ganó numerosos premios, incluyendo el Oscar al mejor documental del año (en realidad se trata de una ficción), la BBC la consideró demasiado cruda para emitir por TV.
Probablemente Distrito 9 (2009) de Neill Blomkamp sea una de las películas más comerciales rodadas a modo de falso documental. En una clara crítica al apartheid, el racismo y las políticas de inmigración, el cineasta nos presenta una historia de extraterrestres atrapados en la Tierra.
Otra cinta en la que los elementos del género documental sirven para contar una historia ficticia es Ha vuelto (2015). La película dirigida por el alemán David Wnendt muestra como Hitler, tras más de 70 años dormido, despierta en el Berlín actual.
Falso documental: cuando el terror parece real
Hasta ahora hemos visto como el falso documental es útil en el género de la comedia y como herramienta para despertar sentimientos críticos en el espectador.
Por otro lado, también hemos comprobado que la credibilidad del género documental le confiere un carácter potencialmente manipulable. Esa cualidad es especialmente útil para crear obras de ficción con un aspecto real y es, además, tremendamente efectiva en el cine de terror.
¿Existe algo más terrorífico que un acontecimiento que creemos ha sucedido o está sucediendo de verdad?
En el cine de terror el realismo del estilo documental, la espontaneidad o el descuido, la voz de un narrador, el metraje encontrado, la aportación de datos supuestamente científicos, declaraciones de supuestos testimonios reales o la exhibición del propio proceso de producción y realización, son elementos efectivos para introducir al espectador en una historia espeluznante.
Una de las películas más controvertidas del género es Holocausto caníbal (1980), una cinta dirigida por el italiano Ruggero Deodato que, a modo de falso documental y metraje encontrado, narra las desventuras de un grupo de documentalistas que se adentran en la selva amazónica para realizar un reportaje sobre las tribus que habitan en el corazón de América del Sur y de las que se dice que todavía practican el canibalismo.
La cinta alcanzó un gran éxito, sobre todo en el vídeo doméstico, gracias a que corrió el rumor de que las escenas de canibalismo eran reales.
Otro de los ejemplos más conocidos y exitosos es El proyecto de la bruja de Blair (1999), una película independiente filmada a modo de falso documental con un presupuesto muy humilde, que arrasó en las taquillas de todo el mundo.
La cinta sigue a varios jóvenes que, con la idea de filmar un documental sobre una leyenda local “La bruja de Blair”, se adentran en un frondoso bosque de Maryland. Un año después de su desaparición, se encuentra la cámara con la que rodaron.
Otra película de terror que arrasó en los cines y que adopta los elementos del género documental es la española [•REC] (2007). Dirigida por Jaume Balaguero y Paco Plaza, el film sigue a una joven reportera de una televisión local que acompaña con su cámara a un grupo de bomberos en una misión de rescate.
Fórmate en la escuela audiovisual Treintaycinco mm
Llegamos al final de nuestro artículo dedicado al falso documental. Como has podido comprobar, las peculiaridades del cine documental son muy útiles para contar una historia ficticia y hacerla más creíble.
Para finalizar, solo nos queda recordarte que Treintaycinco mm dispone de un amplio catálogo de cursos relacionados con el sector audiovisual.