Si te dijésemos que los sonidos tienen colores, ¿cuál sería tu reacción? ¿Querer saber más? Entonces estás en el lugar adecuado. En este artículo vamos a profundizar en el concepto de ruido rosa.
Recuerda que puedes formarte profesionalmente con nuestro curso de técnico de sonido. ¿Te lo vas a perder?
¿Qué es el ruido rosa?
Hablamos de ruido rosa, pero en ningún caso podremos visualizar el color de forma física. Se trata de una denominación más para diferenciar los tipos de sonido que se crean a partir las distintas longitudes de onda.
Algunas de las características técnicas del ruido rosa es que se produce en frecuencias altas atenuadas. Para que puedas entenderlo más auditivamente, se trataría de un sonido similar al del piano o el órgano.
El ruido rosa es el equivalente a pronunciar la letra f. Ese sonido es el más identificativo de este particular color sonoro.
Este tipo de ruido predomina en aquellos sonidos que son más graves o que se mueven en frecuencias bajas. El ruido rosa, por su propia característica de ser grave, consigue integrar otros sonidos que se mueven en el mismo espectro. En ningún caso consigue anularlos, y esto se presenta también como una diferencia clave de este tipo de sonido.
Características del ruido rosa
Estas son algunas de las características de este ruido que te servirán para identificarlo. Toma nota:
- Contiene frecuencias audibles de entre 20 y 20.000 hercios, es decir, se encuentra dentro de todo el campo de sonidos que puede oír un ser humano.
- Su potencia por hercio disminuye conforme aumenta su frecuencia.
- Su densidad espectral decae tres decibelios por octava también conforme aumenta la frecuencia.
- El ruido rosa sonaría como una fricativa, es decir, como si hiciéramos el sonido de una letra “f”.
Ruido rosa, ¿para qué sirve?
Más allá de lo glamuroso de que un sonido tenga un color tan llamativo como el rosa, lo cierto es que tiene muchas utilidades. A continuación verás cómo este ruido está más presente en nuestro día a día de lo que pensabas:
Curso de Técnic@ de Sonido
Mayor concentración
El ruido rosa, por las características antes comentadas, consigue enmascarar sonidos de fondo que sean de frecuencias bajas. Recuerda que decíamos que este ruido ganaba presencia precisamente en ese campo. Un efecto derivado de esta característica es que conseguimos aislar sonidos que pueden resultar molestos o disturbadores. En definitiva, podemos llegar a concentrarnos mejor y ganar productividad.
El ruido rosa como elemento técnico
El ruido rosa se utiliza también para comprobar los altavoces en una sala y medir los niveles del ecualizador. Y es que el ruido rosa es un excelente aliado en la medición acústica de lugares cerrados. Esto nos permitirá saber cómo debemos colocar los altavoces de forma que se distribuya bien el sonido en sala.
Un buen aliado para conciliar el sueño
Se acabó lo de contar ovejitas. Lo más novedoso es utilizar ruido rosa para conciliar el sueño más rápido y obtener un descanso más profundo. ¿Por qué ocurre esto? Se trata de una cuestión neurológica que relaciona el sueño con las ondas del sonido. Diferentes estudios demostraron que este tipo de ruido conseguía aumentar el descanso significativamente.
Potenciador de la memoria
Otro de los beneficios de este ruido es que estimula la memoria, según afirma un estudio de la Facultad de medicina de Illinois. Pero en este caso debemos hablar de la combinación de ruido rosa con ruido blanco para obtener los máximos resultados en lo que se refiere con la interacción cerebral.
Prevención de acúfenos
Los acúfenos son una molestia afectación auditiva. El uso del ruido rosa puede ayudar a identificar la presencia de los mismos y a tratarlos.
¿Dónde encontramos ruido rosa?
Este ruido está presente en numerosos elementos del día a día, aunque suele pasar inadvertido. Una forma sencilla de identificarlo es pensando en el sonido de la letra f, como ya te comentamos.
- Una radio desintonizada. Ese sonido de una emisora sin canal es precisamente el que emite el ruido del que te hablamos.
- Dos aparatos electrónicos opuestos. Los electrodos de medicina pueden llegar a transmitir este sonido, aunque lo más habitual es que se produzca en niveles tan bajos que pase desapercibido.
- El ruido en dispositivos de grafeno.
- El volumen en las grabaciones musicales. Imagina una grabación que esté demasiado saturada, ahí es cuando suele aparecer el ruido rosa.
Tras ver estos ejemplos se antoja complicado encontrar el ruido rosa en un momento cualquiera del día. Sin olvidar que parece un sonido poco agradable para los oídos (Sobre todo si pensamos en una radio desintonizada), pero lo cierto es que cada vez son más las personas que quieren beneficiarse del ruido rosa. En Internet encontrarás multitud de vídeos con ruido rosa para poner de fondo y, simplemente, dejarte llevar.
Al igual que con el ruido blanco, este tipo de pistas se utilizan para intentar hacer dormir a los más pequeños.
Los colores de los sonidos: la longitud de onda
Además de este ruido existen otros muchos colores para identificar sonidos. Tenemos el famoso ruido blanco, ruido gris, ruido violeta…
Cada uno de ellos recibe el nombre del color por la longitud de onda que presenten. Los tonos azules y violetas se usan para identificar aquellos sonidos que tengan unas frecuencias con una vibración alta. El rojo se usa para lo contrario: una vibración baja y grave.
La diferencia entre el ruido rosa y el ruido blanco es el número de frecuencias que incluye, el blanco las incluye todas, mientras que el rosa es un nivel intermedio. Por eso, en cuanto a cuál es el mejor ruido para dormir, gana el blanco por la intensidad.
¡Atrévete a identificar la escala cromática del sonido!
¿Cómo ecualizar con ruido rosa?
Sigue estas pautas para ecualizar con ruido roso y que salga por el sistema de audio con una buena calidad. ¡Vamos allá!
- Paso 1. Genera un ruido rosa, recuerda que puedes usar un software que lo incluya.
- Paso 2. Sitúa un micrófono en el lugar donde vas a medir la respuesta del sistema donde estés produciendo.
- Paso 3. Emite el sonido rosa a través de los parlantes por los que los vas a ecualizar.
- Paso 4. Observa cómo responde el sistema de audio y mide la respuesta de la frecuencia.
- Paso 5. Encuentra la respuesta idónea de las frecuencias, identificando la altura y realizando ajustes acortando o alargándolas.
- Paso 6. Asegúrate de que tu ecualización es adecuada probando la salida de audio en distintas localizaciones y que mantenga su calidad.
¡Fórmate y conviértete en técnico de sonido!
Si te interesan los temas relacionados con el sonido y te gustaría especializarte para poder dedicarte profesionalmente al tema, ¡apúntate a nuestro curso de técnico de sonido!
La Escuela 35mm te acercará los mejores contenidos de la mano de profesores expertos en materia. La formación más completa para que te inicies en el sector técnico. ¿A qué esperas para anotarte?