El cine de suspense y de terror es uno de los géneros más vistos y el más apreciado por los espectadores que disfrutan con el misterio, lo desconocido o incluso lo paranormal.
Todos los años grandes películas nos conquistan con sus misteriosas y fantasmales historias o con sus terribles asesinatos. Títulos recientes como “El hombre invisible” (2020), “Noche de Bodas” (2019), “Nosotros” (2019), “Puñales por la espalda” (2019), “Déjame salir” (2017), “El muñeco de nieve” (2017), “El guardián invisible” (2017) o “Líbranos del mal” (2014) mantienen al espectador en un estado de tensión permanente que lo llena de incertidumbre y ansiedad.
La atracción que sentimos hacia este tipo de películas no es, ni mucho menos, reciente. El misterio y el asesinato forman parte del séptimo arte desde sus inicios y algunos cineastas como Orson Welles con “El extraño” (1946), Alfred Hitchcock con “La ventana indiscreta” (1954) o el italiano Darío Argento con “Rojo Profundo” (1975), consiguieron encumbrar este género hasta convertirlo en cine de culto.
Es precisamente Darío Argento uno de los máximos exponentes del Cine Giallo, la temática de nuestro artículo de hoy, un subgénero de la literatura y el cine que triunfó en el país transalpino entre las décadas de 1960-1980 y que tiene elementos que van desde el misterio y el thriller psicológico, pasando por el crimen y el asesinato, hasta el terror más despiadado y sobrenatural.
Giallo: Sus orígenes
El cine Giallo tiene sus orígenes en la literatura, concretamente en las publicaciones de la editorial Arnoldo Mondadori.
Todo comienza en 1929 cuando se publica Gialli Mondadori, una serie de libros dedicados a las novelas de detectives y criminales. La serie consistía en la traducción al idioma italiano de novelas de Agatha Christie, Ellery Queen, Edgar Wallace, Ed McBain, Rex Stout o Raymond Chandler. Una de las primeras publicaciones fue “La Strana Morte del Signor Benson” de S.S. Van Dine.
El termino Giallo, que en italiano significa amarillo, proviene del color de las portadas de estas novelas, que relataban historias de crímenes y misterio y que alcanzaron una gran aceptación en la Italia postfascista.
Debido a su éxito, muchas editoriales de la época imitaron a Mondadori e incluso copiaron el color amarillo de sus portadas, que pasó a ser un color identificativo de la novela policiaca o de misterio. El término giallo llegó incluso a convertirse en una expresión coloquial que definía una situación misteriosa o no resuelta.
Las publicaciones Giallo tienen un claro paralelismo con la literatura Pulp. Revistas especializadas en diferentes géneros de la literatura de ciencia ficción que contenían elementos como la violencia y el erotismo y que también alcanzaron gran popularidad entre 1920 y 1950 en Estados Unidos.
El llamado “Milagro económico italiano”, que favoreció el desarrollo social, lleva a Italia a una situación favorable para el crecimiento de la cultura. Además, la expansión de la industria, el crecimiento de las grandes ciudades y el aumento del empleo mejora notablemente la vida de los italianos que disfrutan de la lectura y del cine.
En este marco social y económico, el gusto por el misterio, el suspense y el terror sigue en aumento y la industria cinematográfica, que genera numerosas películas, descubre en la temática giallo un filón para producir películas con un argumento sencillo y atractivo para el público italiano.
Así es, como el Giallo da el salto a la gran pantalla y directores como Mario Bava y posteriormente Darío Argento trasladan las historias de misterio y asesinatos de las novelas amarillas a sus producciones cinematográficas, naciendo así el subgénero Giallo en el cine.
Las primeras aportaciones al cine Giallo llegan de la mano del director Mario Bava; “La chica que sabía demasiado” (La ragazza che sapeva troppo) de 1963 o “Seis mujeres para el asesino” (‘Sei Donne Per L’Assassino’) de 1964, son considerados los primeros títulos de este género.
El cine Giallo: Erotismo y sangre
El cine Giallo se afianza en las carteleras italianas a principios de los años 60. En la sociedad italiana, acostumbrada durante años a la censura, se despierta el gusto por lo bizarro y lo macabro. Y, por lo tanto, las tramas de las películas se centran en una temática concreta; la protagonizada por siniestros asesinos psicópatas, ocultos en las sombras y que persiguen a bellas e indefensas mujeres.
Los asesinos son personajes anónimos y habitualmente víctimas de algún trauma infantil. Su enfermedad mental los lleva a obsesionarse y a acechar a mujeres jóvenes que suelen morir violentamente. Los ataques suelen suceder durante la noche, en el hogar donde habitualmente vive la víctima, en el momento más sugerente y sensual del día, cuando se despojan de su ropa para ponerse cómodas y disfrutar de la intimidad del hogar.
Curiosamente, el espectador no sufre en sus propias carnes esa violación de la intimidad o la sensación de estar expuesto a las siniestras intenciones de un asesino sin escrúpulos, ya que habitualmente la cámara acompaña al acosador en un planos subjetivo. El espectador presencia la escena desde el punto de vista del psicópata asesino, convirtiéndolo en una especie de voyeur que disfruta observando y acechando a su víctima.
El cine giallo es, definitivamente; misterio, erotismo, terror, violencia y sangre, mucha sangre. Todo ello plasmado con elegantes trabajos de cámara, elementos visuales en los que predominan los colores intensos y una banda sonora original y efectista.
Uno de los elementos clave en el éxito del cine Giallo son sus crímenes, que son mostrados de forma totalmente explícita y sin censuras. El asesino provisto de guantes negros suele asesinar violentamente a la víctima utilizando armas blancas, objetos afilados o cuerdas, siendo raro el uso de armas de fuego.
También destaca la dinámica de la resolución de los crímenes, ya que los casos de asesinato son investigados por civiles que se ven involucrados en la trama criminal, ejerciendo, en muchos casos, el papel de héroes que tratan de atrapar al misterioso psicópata, ya que la policía suele mostrarse incompetente e incapaz de resolver los crímenes.
Otro de los atractivos del cine giallo (no apto para todos los públicos) es la forma en cómo sitúa al espectador en la escena del crimen. El espectador adopta el punto de vista del asesino, con la visualización de primeros planos de terribles ataques, de apuñalamientos sangrientos o incluso de desmembramientos, todo ello con un claro contenido erótico. El cine giallo busca la excitación sexual del espectador y que participe en el crimen.
Principales exponentes del cine Giallo
Mario Bava
Mario Bava (San Remo, 1914 – 1980) fue un director de cine italiano y está considerado como el padre del cine Giallo.
Bava estudió Bellas Artes y sus primeras incursiones en el cine lo llevarían a trabajar primero como operador de cámara y luego como director de fotografía.
Su primer film como director sería con: “La máscara del demonio” (1960) considerada una obra maestra del cine italiano. Posteriormente, trabajaría en otros films de terror con actores de la talla de Boris Karloff.
Su obra; “La chica que sabía demasiado”(1963) está considera una película Pre-Giallo, ya que, a pesar de tener elementos como la violencia o el erotismo, aun no contiene los rasgos identificativos del género, que si aparecerían de forma más clara en títulos posteriores como “Seis mujeres para el asesino” (1964), donde aparece la figura del asesino enmascarado con guantes de cuero, un erotismo y una violencia más explícita y por supuesto victimas jóvenes y bellas, elementos que definirían definitivamente el camino a seguir para otros cineastas que se subieron al tren del género cinematográfico giallo.
Curso de Dirección de Fotografía
Lucio Fulci
Otro de los realizadores que debemos destacar dentro del género giallo es sin duda Lucio Fulci (Roma, Italia 17 de junio de 1927 – Roma, Italia 13 de marzo de 1996).
A pesar de estudiar medicina, Fulci optó por dedicarse al cine. Gracias a su decisión, podemos disfrutar de su contribución al cine giallo y su particular visión, mucho más sangrienta y visceral que la de su antecesor Mario Bava.
Fulci tenía una especial atracción por los zombis y las escenas violentas con grandes cantidades de sangre. Muchas de sus películas fueron censuradas o catalogadas para adultos debido a su excesiva violencia. Este hecho las popularizó entre los amantes del cine gore y el sadismo.
Aunque su aportación al séptimo arte incluye películas de diferentes géneros, incluida la comedía o el spaghetti western, fue con sus películas de terror y giallo con las que obtuvo el reconocimiento de seguidores del cine de culto de todo el mundo.
Debemos agradecer a este director italiano, odiado y querido por igual, su aportación al cine giallo de localizaciones oscuras, surrealistas y deprimentes, detalladas escenas de crímenes violentos, torturas, ataques de animales y sobre todo de sangre.
Su primera película giallo fue: “Una lucertola con pelle di donna” (Una lagartija con piel de mujer) de 1971, aunque también debemos destacar “Non Si Sevizia A Un Paperino” (Angustia de Silencio) de 1972, película considerada una de las mejores de Lucio Fulci.
Darío Argento
Sin duda Darío Argento (Roma, 7 de septiembre de 1940), es uno de los directores más conocidos del cine giallo.
Argento inició su carrera como crítico de cine. Posteriormente, mientras trabajaba para el diario Paese Sera, comenzó a escribir guiones. Uno de sus primeros trabajos más destacados fue su colaboración con Bernardo Bertolucci para la película de Sergio Leone, “C’era una volta il West” (Érase una vez en el Oeste) de 1968.
Aunque Mario Bava está considerado el auténtico padre del cine Giallo, es Darío Argento quien realmente popularizó el género. Su primera película “L’uccello dalle piume di cristallo” (El pájaro de las plumas de cristal) de 1970 fue todo un éxito en Italia y supuso la primera entrega de la trilogía de los animales que continuaría con “El gato de las nueve colas” (Il gatto a nove code, 1971) y “Cuatro moscas sobre terciopelo” (4 mosche di velluto grigio, 1971), películas que expandiría definitivamente el género giallo fuera de Italia y lo llevarían a su auténtica etapa de esplendor.
En la obra de Darío Argento debemos destacar su original escenografía, el ambiente onírico y el erotismo de sus escenas.
Argento tiene la capacidad de crear atmosferas que llevan al espectador a sufrir distintos estados de ánimo. Con la combinación de intensos colores y la incorporación de sonidos macabros y samples (Aportación en muchas ocasiones del grupo de rock progresivo Goblin o la música del genial compositor Ennio Morricone), logra intensificar el clima de terror que rodea cada escena de sus películas y nos traslada a una siniestra y bella perversidad.
En la filmografía de Darío Argento, además de la trilogía de los animales, debemos destacar los siguientes títulos: “Rojo Oscuro” (Profondo rosso, 1975), “Suspiria” (1977), “Tenebrae” (1982) y “Phenomena” (1985).
Como curiosidad, mencionar que Darío Argento es el padre de la conocida actriz Asia Argento, que ha participado en alguna de sus películas.
El cine Giallo: Inspiración para el cine Slasher
Sin duda el cine Giallo ha traspasado las fronteras de Italia y actualmente está considerado como cine de culto en todo el mundo. Además, su importancia radica en su capacidad para inspirar otros géneros de terror gore posteriores, como el Slasher(Cuchillada), un subgénero en el que las víctimas se ven envueltas de nuevo en el acoso de un asesino psicópata, mucho más monstruoso y agresivo que el utilizado en el cine Giallo y que provoca sus muertes con cuchillos, machetes e incluso sierras eléctricas.
En el cine Slasher aparece de nuevo la combinación de violencia y sexo, aunque en esta ocasión también surgen nuevos personajes femeninos; la figura de la Scream Queen (reina del grito) o la final girl (última chica), que sobrevive y vence a sus atacantes masculinos, convirtiéndose en una heroína alejada de las anteriores e indefensas victimas del cine Giallo y poco a poco, siguiendo la lenta evolución de la sociedad, se muestra a una mujer mucho más fuerte y segura de sí misma, sentando las bases para las posteriores Superheroínas.
Películas como: Halloween (1978), “Viernes 13” (1980), “Pesadilla en Elm Street” (1984), “Scream” (1996) o títulos más recientes como “La casa de la cera” (2005) “Las colinas tienen ojos” (2006), San Valentín sangriento” (2009) o “Feliz día de tu muerte” (2017) están claramente influenciadas por el cine Giallo italiano.
Hasta aquí nuestro repaso por el cine Giallo. Esperamos que disfrutes con las increíbles películas de este género que ha servido como inspiración para el actual cine de terror.
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