El color es mucho más que un simple adorno en tu marca. ¿Alguna vez te has parado a pensar por qué tantos bancos utilizan el color azul? ¿O por qué McDonald’s eligió esa combinación de rojo y amarillo que identificas a kilómetros? La verdad es que no, no es ni una casualidad ni un capricho del diseñador de turno.
Si estás dando tus primeros pasos en el mundo del diseño o, simplemente, te pica la curiosidad por entender cómo funciona este mundillo, has llegado al lugar indicado. En este post, vamos a ver cómo se aplica el color en una estrategia de identidad visual.
¡Toma nota!
¿El color influye tanto en la identidad de una marca?
Pues sí, y bastante más de lo que te imaginas. Los números hablan por sí solos: Un estudio realizado por el Instituto Pantone demostró que los colores son fundamentales en una marca porque pueden influir en el comportamiento del consumidor hasta en un 85% y aumentar el reconocimiento de marca en un 87%. Es lo primero que nuestro cerebro procesa cuando vemos un logo, incluso antes de que nos dé tiempo a leer el nombre o a entender a qué se dedica esa empresa.
Cuando eliges bien los colores de tu marca, consigues varias cosas de golpe: de entrada, te diferencias de la competencia, algo vital en mercados donde todo el mundo parece hacer lo mismo. Además, transmites la personalidad de tu marca sin necesidad de soltar un discurso. Poco a poco, vas creando una línea visual que la gente reconoce en toda tu comunicación visual, desde la web hasta una simple tarjeta de visita. Esto, a su vez, genera sensaciones concretas en quien ve tu marca y, al final, hace que te recuerden más fácilmente.
Vamos, que una buena estrategia de color puede ser la diferencia entre pasar sin pena ni gloria o destacar. Y eso, en el mundo tan competitivo en el que nos movemos, es fundamental.
La psicología que hay detrás: cómo afecta el color a la percepción de tu marca
Lo que cada color puede llegar a transmitir
Veamos ahora cómo cada color trasmite diferentes sensaciones. Ojo, esto no es una ciencia exacta (el contexto y la cultura influyen muchísimo), pero sí que hay unas tendencias generales que viene bien conocer:
- Azul: Se asocia a la confianza y la seriedad. Por eso lo usan tantos bancos, aseguradoras y empresas de tecnología. Facebook, Twitter, BBVA, PayPal, HP… ¿Ves por dónde van los tiros?
- Rojo: Es pura energía y pasión. Perfecto para llamar la atención al instante. Piensa en Netflix, YouTube, Coca-Cola o Vodafone.
- Verde: Nos recuerda a la naturaleza, al crecimiento y a la salud. Lo tienes en marcas como Spotify, Animal Planet o Starbucks.
- Amarillo: Trasmite optimismo y claridad. Es el color que el ojo humano detecta más rápido, y por eso marcas como McDonald’s o IKEA lo usan para destacar sobre el resto.
- Morado: Sugiere creatividad y un aire de exclusividad. Lo usan Cadbury, Twitch o Yahoo.
- Naranja: Transmite entusiasmo y cercanía. Etsy, Fanta o Nickelodeon son buenos ejemplos.

Elige los colores con estrategia, no solo porque te gusten
Un error de manual es elegir los colores porque «me gustan» o «quedan bien juntos». Es una estrategia que a veces, por pura suerte, funciona… pero la mayoría de las veces sale rematadamente mal.
Lo que de verdad deberías preguntarte es:
- ¿Qué quiero que la gente sienta cuando vea mi marca? ¿Confianza? ¿Diversión? ¿Exclusividad?
- ¿A quién me dirijo? No es lo mismo hablarle a adolescentes que a directivos de empresa.
- ¿Qué colores usa mi competencia? Si todos van de azul, a lo mejor deberías diferenciarte… o a lo mejor hay una buena razón para que ese color domine en tu sector.
- ¿Este color encaja con mi negocio? Una funeraria con un logo amarillo fosforito seguramente despistaría a más de uno.
Por ejemplo, si estás creando una app de finanzas para gente joven, podrías combinar el azul (que da esa sensación de seguridad tan necesaria en temas de dinero) con un toque más fresco, como un verde o un morado. Así te alejas de la imagen de la banca tradicional, que quizá no conecta tan bien con ese público.
Cómo crear una paleta de colores que de verdad funcione
Curso de Diseño Gráfico
Los distintos tipos de colores en una paleta de marca
Una paleta de colores completa no es solo «el color del logo». Una buena estrategia cromática tiene varios componentes:
- Color principal: es el protagonista, el que más se va a ver y con el que más te identificarán.
- Color secundario: apoya al principal y te da más opciones para jugar visualmente.
- Colores de acento: son esos toques de color que usas para destacar botones, enlaces o detalles concretos.
- Tonos neutros: blancos, negros, grises… Son el elemento que equilibra todo y evita que el resultado sea demasiado estridente.

Combinaciones que funcionan (sin tener que ser un artista)
Y no, no hace falta ser un genio del arte para que los colores encajen. Hay algunas fórmulas bastante sencillas:
- Colores complementarios: son los que están opuestos en el círculo cromático. Por ejemplo, naranja y azul (piensa en el cartel de casi cualquier película de acción).
- Colores análogos: están uno al lado del otro en el círculo. Como un verde, un verde azulado y un azul. Crean una sensación de armonía porque son «familia».
- Esquema monocromático: usar diferentes tonos del mismo color. Es difícil que quede mal y da un aire muy elegante.
- Tríada cromática: tres colores a la misma distancia en el círculo. Aporta mucho dinamismo, pero manteniendo el equilibrio.
Si esto te suena a chino, tranquilo. A lo largo de este post te recomendaremos algunas herramientas que te dejan jugar con estas combinaciones de una forma muy visual y fácil. No hay por qué complicarse la vida.
Aplicación práctica: del ordenador al mundo real
Digital vs. físico: no es lo mismo verlo en pantalla que impreso
Algo que mucha gente pasa por alto: los colores cambian según dónde los veas. Y no, no es que tengas un problema en la vista.
- En pantallas, trabajamos con el sistema RGB (Rojo, Verde, Azul).
- Para imprimir, se usa el CMYK (Cian, Magenta, Amarillo, Negro).
Y la diferencia puede ser enorme. No te sorprendas si alguien imprime tus tarjetas de visita y el color no se parece ni de lejos al que veías en tu ordenador.
Por eso es fundamental definir los códigos exactos de color en ambos sistemas. Un azul brillante en tu web puede terminar siendo un azul apagado y tristón en un folleto si no lo tienes bien controlado.
Detalles técnicos que deberías tener presentes
- Accesibilidad: asegúrate de que hay contraste suficiente entre el texto y el fondo. No todo el mundo ve los colores como tú.
- Legibilidad: por muy bonito que sea ese amarillo pastel, si pones un texto de ese color sobre un fondo blanco, nadie va a poder leerlo.
- Adaptabilidad: tus colores tienen que funcionar bien a todo color, pero también en versiones más limitadas, como en fotocopias o impresiones en blanco y negro.
- Precisión: usa siempre los mismos códigos de color. Nada de «un azul más o menos así».
No cometas estos errores
- Pasarse de la raya: usar más de 3 o 4 colores principales convierte tu diseño en un circo, y no en el buen sentido.
- No pensar en las aplicaciones: ese degradado tan chulo que has diseñado puede ser imposible de reproducir en un bordado o en una impresión barata.
- Sacrificar la legibilidad por la estética: si nadie puede leer tu mensaje, da igual lo bonito que sea el color de fondo.
- Seguir modas pasajeras: recuerda que tu identidad de marca debería durar años. Ese color que es tendencia hoy puede parecer anticuado en dos temporadas.
- Fiarte de tu memoria: Apúntalo todo. «Era un azul… como el del mar». No, necesitas los códigos exactos para que todo sea preciso.
El color en acción: del logo a la web y el papel
Como hemos visto, cada sector suele moverse en una gama de colores parecida, pero a veces romper las reglas es justo lo que necesitas para destacar.
Tanto si decides seguir la corriente como si prefieres romper con lo establecido, la siguiente pregunta es inevitable: ¿dónde y cómo aplicamos esos colores? No es lo mismo elegir colores para un logo que para una página web, ya que cada soporte tiene sus propias particularidades.
1. En el logo y los elementos principales: el logo es donde tu color principal tiene que destacar. Aquí no se trata solo de que quede bien, sino de que funcione y se reconozca al instante.
Un buen logo debería verse perfecto a todo color, en blanco y negro, en negativo (sobre fondo oscuro) y a un tamaño diminuto, como el icono de una pestaña del navegador.
2. En la web y entornos digitales: aquí tienes más libertad, pero también más responsabilidad. La combinación de colores debe guiar la vista del usuario hacia donde tú quieres (botones, ofertas…), mantener una jerarquía visual clara, mantener uniformidad en todas las páginas y, muy importante, funcionar bien en distintos dispositivos y tamaños de pantalla.
3. En materiales impresos: recuerda que la impresión tiene sus propias reglas. Los colores suelen parecer más apagados que en pantalla (se usa el modelo CMYK en lugar de RGB), el tipo de papel influye enormemente (no es lo mismo un papel brillante que uno mate) y algunos acabados, como los colores metalizados o fluorescentes, son más caros de producir.

Herramientas que te van a facilitar la vida
Elegir la paleta perfecta y asegurarse de que funciona bien en el logo, en la web y en papel puede parecer casi imposible. Por suerte, no tienes que hacerlo a ciegas. Aquí tienes varias herramientas que te ayudarán en el proceso:
- Adobe Color: genial para crear esquemas de color profesionales basados en la teoría del color (armonías, triadas, etc.).
- Coolors.co: un generador de paletas súper rápido y muy intuitivo. Pulsas la barra espaciadora y ¡magia!, aparece una nueva combinación.
- Color Hunt: perfecta para esos días en los que te falta inspiración. Ofrece miles de paletas curadas y votadas por diseñadores.
- Contrast Checker: herramienta imprescindible para comprobar si tus combinaciones de colores son accesibles para personas con dificultades visuales, cumpliendo con los estándares web.
- Colormind: utiliza inteligencia artificial para generar paletas de color que aprenden de fotografías, películas y arte popular.
¿Cómo evolucionar tu paleta de colores con el tiempo?
Obviamente, las marcas evolucionan, y sus colores, quizás, también necesitan hacerlo. Una buena estrategia de color debería pensar en cómo puede cambiar en el futuro.
- Instagram empezó con un logo más retro y ha evolucionado a un degradado moderno.
- Apple pasó de su arcoíris a una estética minimalista en plata y negro.
- Pepsi ha ido modernizando su círculo rojo, blanco y azul durante décadas.
La clave es hacer cambios graduales que mantengan la esencia mientras te adaptas a los nuevos tiempos. Un rediseño demasiado brusco puede ser un grave error y hacerte perder todo el reconocimiento que tanto te ha costado construir.
Conclusión y consejos formativos
Llegamos al final de nuestro post sobre cómo aplicar el color en una estrategia de identidad corporativa.
Recuerda, el color es una herramienta más que tienes a tu disposición. No se trata de obsesionarse con la combinación perfecta, sino de entender cómo puede ayudarte a contar mejor la historia de tu marca.
No hace falta que seas un experto en teoría del color para tomar buenas decisiones. Con que entiendas los principios básicos que hemos repasado y, sobre todo, pienses siempre en tu público y en lo que quieres transmitirle, ya tendrás mucho ganado.
El color va más allá de lo bonito o lo feo; es una herramienta de comunicación con una fuerza que a menudo subestimamos. Así que la próxima vez que trabajes en una identidad visual, dedícale al color el tiempo y la atención que se merece. Es un esfuerzo que tu marca agradecerá, y mucho.
Si después de leer esto sientes que se te ha abierto un mundo de posibilidades y quieres dar el siguiente paso, una de las mejores formas de empezar es a través de una buena formación. Para ello, te recomendamos explorar el Curso de Diseño Gráfico de Treintaycinco mm, ya que es una opción fantástica para iniciarse en el mundo del color y la estrategia de identidad visual corporativa, dándote las herramientas prácticas que necesitas para empezar con buen pie.
Fuentes y recursos de información
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Conoce el proceso editorialBibliografía
- Díaz, Melina. “Cómo usar estratégicamente el color en la identidad corporativa.” Blog de Fuego Yámana. Última modificación 26 de junio de 2017. https://www.fuegoyamana.com/usar-el-color-en-la-identidad-corporativa/. Consultado el 21 de octubre de 2025.
- Aguayo. “Psicología del color en el diseño digital: estrategias para una experiencia impactante.” Blog de Aguayo. https://aguayo.co/es/blog-aguayo-experiencia-usuario/la-psicologia-del-color-en-el-diseno-digital/. Consultado el 21 de octubre de 2025.
- Wikipedia. “Identidad corporativa.” Wikipedia, la enciclopedia libre. Última modificación 11 de marzo de 2025. https://es.wikipedia.org/wiki/Identidad_corporativa. Consultado el 21 de octubre de 2025.
- Wikipedia. “Psicología del color.” Wikipedia, la enciclopedia libre. Última modificación 9 de junio de 2025. https://es.wikipedia.org/wiki/Psicolog%C3%ADa_del_color. Consultado el 21 de octubre de 2025.