“Siempre me ha gustado este mundo”, recalca Carmen Navarro, alumna del curso de Doblaje. Su vida ha ido por otro camino pero, un día, un anuncio de Treintaycinco mm le llevó a dar el paso: formarse en su pasión.
“Una de las cosas que más me gustó desde un principio es la facilidad que me ofrecían para formarme”, afirma. Y es que Carmen, como muchos alumnos, necesita flexibilidad para poder compaginar la formación con su vida personal y profesional. En este sentido “algo muy positivo son las telepresenciales, todo queda grabado y subido a la plataforma y te lo puedes revisar las veces que necesites. Es como un tutorial para ti sola”, comenta.
Y, una vez dentro, ¿qué es lo que más destaca del curso? “La gran cantidad y variedad de contenido con el que disfrutar. No solo te enseñan lo que es estrictamente doblaje, van mucho más allá”, asegura, y añade: “Y los profesores, que son una maravilla”, ¡aunque tiene a sus favoritos!: “Victoria Teijeiro, la profe de interpretación, tiene una habilidad y un desparpajo a la hora de enseñar que me encantan”.
Aunque asegura que “se deja llevar” y que se lo está tomando como un hobby y disfrutando de la experiencia, Carmen lo tiene claro: “Mi sueño es dedicarme a trabajar con mi voz. Si me dijesen que tengo la posibilidad de vivir de ello, sería la mujer más feliz del mundo”.