Cuando hablamos de fotos en 3D, muchos pensamos en esas viejas postales que cambiaban al moverlas o en las películas que vemos con gafas especiales. Pero hacer tus propias fotos en 3D es más sencillo de lo que imaginas, y los resultados pueden ser realmente sorprendentes.
Las fotos en 3D añaden profundidad a tus imágenes, haciendo que salten de la pantalla (o del papel) con un realismo que las fotos normales no pueden conseguir. Ya sea para darle vida a tus recuerdos de viaje, crear contenido más atractivo para redes sociales o simplemente experimentar con algo nuevo, la fotografía 3D tiene infinidad de posibilidades creativas.
En este artículo te vamos a explicar varias técnicas para crear fotos en 3D, desde métodos supersencillos que puedes hacer con tu móvil hasta opciones más elaboradas si quieres tomártelo más en serio. Lo mejor es que para empezar solo necesitas ganas de probar algo diferente.
¡Comenzamos!
¿Qué es realmente una foto en 3D?
Antes de desvelarte cómo hacerlas, vamos a entender qué es exactamente una foto en 3D.
Cómo vemos en 3D de forma natural
Primero debes entender que nuestros ojos están separados unos 6-7 centímetros, así que cada uno ve el mundo desde un ángulo ligeramente diferente. El cerebro combina estas dos imágenes para crear la sensación de profundidad. Es lo que llamamos visión estereoscópica.
Las fotos “normales” solo capturan una perspectiva, por eso se ven «planas». La fotografía 3D intenta recrear esa visión binocular para engañar al cerebro y hacerle percibir profundidad donde no la hay.
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Tipos de fotografía 3D
Hay varias maneras de conseguir este efecto:
- Anáglifos: Las clásicas imágenes que ves con gafas rojo-azul.
- Fotos estereoscópicas: Dos imágenes ligeramente diferentes que se ven con un visor especial o con técnicas de visión cruzada.
- Wigglegrams: GIFs que oscilan entre diferentes perspectivas creando sensación de movimiento y profundidad.
- Fotos con profundidad simulada: Como el modo retrato de los smartphones modernos.
- Fotografía o impresión lenticular: Esas imágenes que cambian al moverlas.
Obviamente, no todas son igual de fáciles de hacer, pero todas parten del mismo principio: mostrar diferentes perspectivas a cada ojo.
Ahora que has explorado los principales tipos de fotografía 3D, es el momento de pasar a la acción y descubrir cómo crear tus propias obras tridimensionales.
¡Toma nota!
Método 1: Anáglifos (las fotos con gafas rojo-azul)
Los anáglifos son probablemente la técnica más conocida y una de las más sencillas para empezar. Lo único que necesitas son unas gafas rojo-azul que puedes comprar online por muy poco dinero o incluso hacerlas tú mismo.
Cómo hacer un anáglifo básico
- Toma dos fotos del mismo sujeto moviendo la cámara horizontalmente unos 6-7 cm entre tomas (aproximadamente la distancia entre tus ojos).
- Abre ambas fotos en un editor de imágenes como Photoshop, GIMP (gratuito) o incluso algunas apps de móvil como «3D Anaglyph».
- Coloca la foto izquierda en el canal rojo y la derecha en los canales azul y verde.
- Alinea bien ambas imágenes para que los elementos principales coincidan.
- Guarda la imagen y mírala con tus gafas rojo-azul.
Si no quieres complicarte, hay apps como «Stereo Photo Maker» (para PC) o «3D Camera» (para smartphones) que hacen todo el proceso automáticamente.
Consejos para mejores anáglifos
- Evita movimientos bruscos entre las dos tomas.
- Escenas con objetos a diferentes distancias funcionan mejor.
- Elementos con bordes muy definidos crean mejor efecto 3D.
- No exageres la separación entre tomas o será incómodo de ver.
Método 2: Fotografía estereoscópica
Esta técnica es más «pura» y puede ofrecer mejores resultados que los anáglifos, aunque necesitas un visor específico o aprender a ver con «visión cruzada» o «visión paralela».
Técnica básica
- Toma dos fotos con la misma separación que explicamos antes.
- Colócalas una junto a otra (la del ojo izquierdo a la izquierda, la del derecho a la derecha).
- Visualízalas con alguno de estos métodos:
- Visión cruzada: Miras la imagen derecha con el ojo izquierdo y viceversa, «cruzando» la mirada.
- Visores estereoscópicos: Desde los clásicos View-Master hasta visores modernos específicos.
- Adaptadores para móvil: Tipo Google Cardboard o similares.
Visualización con visión cruzada
La visión cruzada es gratis, pero requiere práctica. Así se hace:
- Coloca las imágenes una junto a otra.
- Acerca tu cara a la pantalla unos 20-30 cm.
- Mira «a través» de la pantalla, como si miraras algo lejano.
- Lentamente, verás que aparecen tres imágenes; concéntrate en la del centro.
- Aléjate despacio manteniendo la fusión de imágenes.
No te desesperes si no sale a la primera. A algunas personas les lleva varios intentos dominar esta técnica.
Método 3: Fotos 3D con tu smartphone
Los móviles modernos ofrecen varias formas de crear efectos 3D sin necesidad de equipo extra.
Usando el modo retrato
El modo retrato, disponible en la mayoría de smartphones actuales, usa algoritmos para separar el sujeto del fondo y aplicar un desenfoque artificial. Aunque no es 3D «real», crea una sensación de profundidad muy efectiva.
Para maximizar el efecto:
- Mantén al sujeto a 1-2 metros de distancia.
- Asegúrate de que haya buena separación entre sujeto y fondo.
- Busca fondos con detalles que se vean bien al desenfocarlos.
Apps específicas para fotos 3D
Hay muchas apps que facilitan la creación de contenido 3D:
- Fyuse: Crea imágenes interactivas que responden al movimiento del teléfono.
- LucidPix: Convierte fotos normales en 3D con inteligencia artificial.
- 3D Camera: Facilita la creación de anáglifos y fotos estereoscópicas.
La mayoría de estas apps te guían en el proceso, así que solo necesitas seguir sus instrucciones.
Método 4: Wigglegrams (GIFs con efecto 3D)
Los wigglegrams son GIFs animados que oscilan entre diferentes perspectivas, creando una sensación de profundidad con movimiento. Son muy populares en redes sociales y relativamente fáciles de hacer.
Cómo crear un wigglegram básico
- Toma varias fotos (3-5) moviendo ligeramente la cámara entre cada toma. Puedes moverte lateralmente o en un pequeño arco.
- Asegúrate de que el sujeto principal esté en la misma posición en todas las fotos.
- Usa un programa como GIMP, Photoshop o apps como «Motion Stills» o «Wigglegram» para convertirlas en un GIF animado.
- Ajusta la velocidad para que no sea ni muy rápido ni muy lento.
El resultado es una imagen que parece «balancearse» con un efecto 3D muy distintivo. Funciona especialmente bien para objetos o retratos cercanos con fondos distantes.
Equipo para fotografía 3D más avanzada
Si te pica el gusanillo y quieres ir más allá, hay equipo especializado que puede ayudarte a conseguir mejores resultados.
Cámaras estereoscópicas
Existen cámaras con dos objetivos que capturan ambas perspectivas simultáneamente:
- Cámaras 3D vintage: Como la Stereo Realist (son superchulas y puedes encontrarlas de segunda mano).
- Opciones modernas: Fujifilm FinePix Real 3D o Kandao QooCam.
- Cámaras 360: Aunque su propósito principal es otro, pueden usarse para crear contenido 3D.
Accesorios útiles
Si prefieres usar tu cámara actual:
- Barras deslizantes (slider): Permiten mover la cámara con precisión entre tomas.
- Disparadores remotos: Para evitar mover la cámara al presionar el botón.
- Monturas estereoscópicas: Adaptadores que sostienen dos cámaras idénticas con la separación correcta.
La ventaja de una configuración más profesional es que puedes fotografiar sujetos en movimiento sin los típicos problemas que surgen al tomar fotos secuenciales.
Fotogrametría: crear modelos 3D completos
Si quieres ir un paso más allá de las simples fotos 3D, la fotogrametría te permite crear modelos tridimensionales completos que se pueden ver desde cualquier ángulo.
Proceso básico de fotogrametría
- Toma muchas fotos del objeto (20-50) desde todos los ángulos posibles, asegurándote de que cada parte sea visible en varias fotos.
- Usa software específico como Meshroom (gratuito), Agisoft Metashape o RealityCapture para procesar las imágenes.
- El software identifica puntos comunes entre las fotos y reconstruye la forma 3D.
- Refina el modelo y expórtalo al formato que necesites.
Para dominar esta técnica necesitas más tiempo y potencia de procesamiento, pero los resultados pueden ser impresionantes.
Desde objetos pequeños hasta edificios enteros, la fotogrametría está al alcance de cualquiera con una cámara decente y algo de paciencia.
Consejos para composición en fotografía 3D
No todas las escenas funcionan igual de bien en 3D. Estos consejos te ayudarán a maximizar el efecto:
Elementos que mejoran el efecto 3D
- Objetos a diferentes distancias (composición por capas): Incluye elementos en primer plano, plano medio y fondo.
- Líneas que se alejan: Caminos, vallas o ríos que crean perspectiva.
- Formas reconocibles: El cerebro interpreta mejor la profundidad en objetos familiares.
- Patrones repetitivos: Como columnas o árboles que se extienden en profundidad.
Elementos que no suelen funcionar
- Escenas muy planas: Un muro o paisaje lejano sin elementos cercanos.
- Reflejos intensos: Complican la fusión de las imágenes.
- Movimiento entre tomas: A menos que uses cámaras duales simultáneas.
- Fondos muy complejos: Pueden distraer del efecto 3D principal.
La regla de oro es que el 3D debe realzar la foto, no ser un simple truco. Busca escenas donde la profundidad añada algo a la historia que quieres contar.
Compartir y visualizar tus fotos 3D
Una vez creadas tus fotos 3D, tienes varias opciones para compartirlas:
Plataformas digitales
- Facebook: Soporta fotos 3D de forma nativa si están en formato correcto.
- Sketchfab: Ideal para modelos 3D de fotogrametría.
- Flickr: Tiene grupos para fotografía estereoscópica.
- Instagram: Funciona bien para wigglegrams como pequeños vídeos o GIFs.
Impresión y visualización física
- Impresión anáglifo: Cualquier impresora normal puede imprimir anáglifos que se verán con gafas rojo-azul.
- Impresión lenticular: Más especializada, pero crea efectos 3D sin necesidad de gafas.
- Impresión para visores estereoscópicos: Formatos específicos para View-Master o visores similares.
Lo interesante de la fotografía 3D es que te permite compartir experiencias de una forma más inmersiva que las fotos convencionales.
Conclusión y consejos formativos
Como has podido comprobar, la fotografía 3D es una disciplina que combina lo mejor de la fotografía tradicional con un toque de magia visual. Desde técnicas sencillas como los anáglifos hasta proyectos más complejos de fotogrametría, hay opciones para todos los niveles de experiencia y presupuesto.
Lo mejor es que puedes empezar ahora mismo con el equipo que ya tienes. Prueba a hacer un simple anáglifo o un wigglegram y verás cómo tus fotos cobran vida de una manera completamente nueva.
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Así que anímate a probar estas técnicas. La fotografía 3D puede parecer complicada al principio, pero una vez que logras tu primera imagen con profundidad, te engancha. Y quién sabe, quizás descubras una nueva dimensión (literalmente) en tu pasión por la fotografía.