Blade Runner (1982) de Ridley Scott, es una película de ciencia ficción estadounidense protagonizada por Harrison Ford, Sean Young y Rutger Hauer que está basada parcialmente en la novela de Philip K. Dick: ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (1968).
En un futuro distópico y sombrío el expolicía Rick Deckard (Harrison Ford) vuelve al servicio para buscar y destruir a un grupo de replicantes (humanos artificiales) que andan sueltos por los Ángeles y que tienen como objetivo encontrar y matar a su creador.
Blade Runner ha sido considerada como una de las películas más influyentes de todos los tiempos, tanto por su ambientación que detalla de forma original y realista un futuro en decadencia como por adelantarse en plantear temas y preocupaciones fundamentales del siglo XXI.
En este artículo nos centraremos en uno de sus aspectos más sobresalientes y aclamados: su fotografía.
¿Quién es el director de fotografía de Blade Runner?
Jordan Scott Cronenweth (Los Ángeles, 20 de febrero de 1935 – 29 de noviembre de 1996).
Está considerado como uno de los directores de fotografía más influyentes de todos los tiempos y será recordado por su característico estilo de fotografía de gran textura inspirado en el cine negro y por ser uno de los primeros en retratar el ciberpunk en la gran pantalla.
Con su trabajo como director de fotografía en Blade Runner (1982) resultó ganador de un premio BAFTA, entre otros galardones. Además, recibió una nominación al premio Óscar y el Premio ASC al Logro Sobresaliente en Fotografía, ambos por Peggy Sue Got Married.
También fue miembro de la American Society of Cinematographers y es el padre del también director de fotografía Jeff Cronenweth (El club de la lucha o Retratos de una obsesión).
Desgraciadamente, a Cronenweth se le diagnosticó Parkinson en 1978. Esta enfermedad le obligó a dejar los rodajes de varias películas, entre ellas Alien 3 (1992). A pesar del dolor que sufría, continuaría trabajando durante 13 años más.
Finalmente, Jordan Cronenweth falleció en 1996 a la edad de 61 años.
Una encuesta realizada a sus compañeros de profesión en 2003 por el International Cinematographers Guild, situó a Cronenweth entre los diez directores de fotografía más influyentes de todos los tiempos.
Blade Runner: Sombrío y decadente futuro
La cinta de Ridley Scott es claramente un referente del séptimo arte, ya que supo dar un paso más y abrir nuevas puertas en el género de la ciencia ficción. Uno de los elementos que más ha influido en su éxito es sin duda su fotografía. Jordan Cronenweth nos regala con su trabajo una narrativa visual melancólica, ambientada en un futuro distópico y que ha inspirado a varias generaciones de cineastas.
La estética que consigue crear el director de fotografía Jordan Cronenwet, nos traslada a una futurista y decadente ciudad de Los Ángeles, triste, lluviosa y oscura, llena de una caótica mezcla de estilos arquitectónicos como columnas griegas y romanas, ruinosos edificios y pirámides egipcias mezcladas con enormes anuncios de neón. Este ambiente retrofuturista y distópico en el que se recrea la triste historia de los replicantes, nos adentra de lleno en una película de cine negro futurista y cyberpunk, en el que se percibe la incertidumbre y el misterio en el que viven los humanos del futuro.
Estética y referentes de Blade Runner
El director Ridley Scott, que ya había rodado la película de terror y ciencia ficción “Alien, el octavo pasajero” (1979), tenía claro desde el inicio del proyecto de Blade Runner que no quería la típica película de ciencia ficción, con una estética limpia y gente vestida con túnicas blancas.
Scott, también mostró al equipo artístico la obra del artista neoyorquino Edward Hopper “Nightawks” en la que se retrata el interior de una cafetería y que trasmite la atmósfera y el estado de ánimo que estaba buscando para Blade Runner.
Con estas ideas iniciales se comenzó a idear y a dar forma a la superpoblada ciudad de Los Ángeles y a las diferentes localizaciones interiores de la película.
Entre los referentes en los que se basó el diseño de Blade Runner, destacan los siguientes:
Metrópolis (1927) de Fritz Lang, obra cumbre del cine expresionista alemán, cuyas edificaciones se habían basado en el art decó.
Metrópolis es una de las pocas películas consideradas “Memoria del Mundo” por la Unesco. Fue la primera en poseer esta categoría debido al completo retrato de toda la sociedad, y a la profundidad de su contenido, tanto humano como social.
El estilo de la fotografía de Ciudadano Kane (1941) de Orson Welles, de nuevo inspirado en el expresionismo alemán, donde los claroscuros forman parte de la historia por su fuerza expresiva, también ayudó a Ridley Scott a crear el aspecto visual de Blade Runner, donde la luz pinta contrastes extremos, volúmenes definidos y una profundidad extraordinaria.
Otro de los referentes fundamentales de Blade Runner es, sin duda, la revista francesa de ciencia ficción Métal Hurlant (llamada Heavy Metal en EE. UU.) e ilustrada por Moebius, donde también aparecen coches voladores y ciudades atestadas de gente.
Por último, también podemos destacar el gran número de referencias hacia la cultura asiática, que se refleja en la abundante publicidad japonesa de los anuncios de neón y que nos transporta a un futuro totalmente globalizado.
Jordan Cronenweth: Inspirado en el cine negro
El protagonista de nuestro artículo de hoy, Jordan Cronenweth fue el responsable de los magníficos claroscuros que predominan en la narración visual de Blade Runner. Las premisas iniciales del trabajo de Cronenweth como director de fotografía se basaban en una iluminación lo más natural posible.
Según sus propias palabras: “No es lo que iluminas, es lo que no iluminas. Eso es lo que te distingue de los demás”
En Blade Runner aplicó con gran maestría el contraste de luces, dejando gran parte de los rostros de los actores a oscuras o en penumbra, logrando transmitir la soledad y la angustia de los personajes o iluminando ciertos elementos de la escena que son claves en la trama.
Además, son frecuentes los momentos en los que la iluminación artificial de los neones o focos exteriores son utilizados para iluminar interiores llenos de humo de tabaco o para iluminar la ciudad a través de la espesa niebla de polución, consiguiendo escenas llena de contrastes y de texturas.
Gracias a los recursos utilizados en la dirección de fotografía, el filme está rodeado continuamente de un aura de misterio y angustia. La iluminación dota de volumen y tridimensionalidad a los personajes, a los vehículos voladores y a la arquitectura de la ciudad.
Otro elemento clave en la iluminación de Blade Runner son las luces en movimiento. El propio Cronenweth habla así del efecto:
“Los rayos de luz también representan la invasión de la privacidad por una fuerza supervisora; una forma de control. Nunca tienes muy claro quiénes son, pero incluso en la oscuridad de tu hogar, a no ser que bajes las persianas, vas a ser incomodado en cualquier momento.»
También cabe destacar la utilización del recurso del layering por parte del equipo de dirección artística para la construcción de los sets, donde se combinan elementos construidos y matte paintings (Pinturas realizadas sobre una superficie transparente que luego se colocaba en perspectiva frente a la cámara a la hora de rodar).
Sin duda la colaboración de Cronenweth con el diseñador de producción Lawrence Paull y el director de arte David Snyder fueron esenciales para el increíble aspecto visual de Blade Runner.
En la siguiente imagen se aprecia claramente la ilustración utilizada para la escena en la que Harrison Ford cuelga de la cornisa de un edificio y que logra crear profundidad y vértigo bajo sus pies.
En 2017 se estrenó la secuela, Blade Runner (2049) del director Denis Villeneuve. Consideramos que, a pesar de su portento visual, no llega a trasmitir la emoción dramática de la cinta de Ridley Scott.
Blade Runner (1982) es una auténtica joya del séptimo arte que, a pesar del paso de los años, ha sabido mantenerse como un título de referencia dentro del género de la ciencia ficción y donde el trabajo del director de fotografía Jordan Cronenweth continúa tan fresco e inspirador como el primer día.
¡Lo tenemos claro, nos quedamos con la primera!
Si estás pensando en convertirte en un director de fotografía de referencia como lo fue Jordan Cronenweth, te recomendamos que realices el curso de dirección de fotografía de Treintaycinco mm, ya que una buena formación es imprescindible para convertirte en un auténtico profesional.
