Toda película está compuesta de diferentes escenas y secuencias. Para que el conjunto de estas unidades conformen lo que conocemos como largometraje, es necesaria una tarea de edición para juntar todas las piezas. ¿Cómo se consigue? A través de las transiciones de vídeo. Hoy vamos a explicarte las principales que debes conocer si quieres convertirte en un especialista del montaje cinematográfico o hacer nuestro curso de edición y postproducción de vídeo.
La importancia de las transiciones de vídeo
Como bien indica la propia palabra, una “transición”, es un cambio. Aplicado al mundo audiovisual, el paso de un plano a otro. Las transiciones de vídeo juegan un papel importantísimo en la narración de las películas. Un buen uso de estas herramientas conseguirá que el espectador sienta cómo se deja llevar de una escena a otra, sin apenas notar cortes, mientras que si no se saben aplicar con criterio el resultado puede ser nefasto.
Tipos de transiciones de vídeo
Si estás interesado en realizar un curso de edición de vídeo, toma nota. Estos son los tipos de transiciones de vídeo que se utilizan en la postproducción de una película:
Encadenado y sobreimpresión
Es la técnica usada para mostrar el paso del tiempo entre dos escenas. El efecto que se consigue con esta transición de vídeo es que una imagen se desvanece cuando se sobreimpone otra. No se debe abusar de esta transición de vídeo, solamente cuando tenga sentido narrativo incluirla.
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Corte de escena
Sin duda es la transición más utilizada de todas. No tiene técnica ninguna, ya que es cortar una escena y colocar a su lado la siguiente. No cuenta con ningún tipo de ornamento decorativo que distraiga al espectador, por lo que es perfecta si queremos que no se pierda detalle.
Fundido a negro
Su propio nombre indica que esta transición de vídeo se refiere a que la escena se vaya degradando a negro, para pasar a la siguiente. En la actualidad se puede utilizar en el final de los largometrajes, para dar paso a los créditos, pero lo cierto es que su uso es anecdótico y limitado a las películas clásicas.
La cortinilla como transición de vídeo
Imagina las típicas cortinas de tu abuela. Bien colocadas a los lados de la ventana y sujetas por una cinta. Ahora desanúdalas y deja que cierren la visión a través de la ventana. ¿Reconoces ese movimiento? Pues ese mismo efecto se conoce como cortinilla en el mundo audiovisual.
Consiste en la aparición de un plano sobre otro a través de las esquinas, de arriba abajo… Aparece el nuevo y desaparece el anterior. Sin degradados ni superposiciones. Es una transición de vídeo que está en desuso, ya que es bastante aparatosa.
El barrido
Este efecto desconcierta al espectador y es usado precisamente para este fin. La transición de una escena a otra se produce con un movimiento brusco de la cámara que no permite al espectador enfocar la imagen. El efecto es algo parecido a cuando intentas fotografiar a un corredor, va tan rápido que lo que verás en la cámara son líneas horizontales.
Desenfoque de dos imágenes
Es un efecto parecido al encadenado. En este caso se desenfoca una imagen y, una vez borrosa, se limpia y aparece la nueva escena. Se usa para indicar un cambio de espacio.
El uso de las transiciones de vídeo
Como ves, existe un amplio catálogo de transiciones de vídeo para dotar de dinamismo a una producción audiovisual. No obstante, cada especialista en edición y montaje cinematográfico sigue un estilo propio. Esto quiere decir que no existe un manual en el que se explique matemáticamente cómo se deben de utilizar las transiciones de vídeo, sino que cada uno establece sus propios criterios.
Precisamente por esto nos encontramos con modas a lo largo de los años. El ejemplo más claro nos hace remontarnos a 1977, año en que se publicó la primera película de Star Wars.
“Star Wars”, referente en el uso de transiciones de vídeo
La saga de George Lucas es famosa no solo por la historia que narra, sino por el uso de las transiciones de vídeo. En sus películas no se cortaron a la hora de utilizarlas, al contrario, en la actualidad serían criticados por el sobreuso de las mismas.
No obstante, el éxito de la saga ha hecho que las transiciones de vídeo de Star Wars se consideren de culto. El montador introdujo en el montaje final pases de escena de lo más estrambóticos. Quería que se notara el cambio, y así lo hizo. De esta forma, nos encontramos con numerosas cortinillas, de todo tipo. ¿Adivinas cuántas?
El realizador de Los últimos Jedi, Rian Johnson, lanzó esa misma pregunta en su cuenta de Twitter. La respuesta fue reveladora: La Amenaza fantasma tiene 55 transiciones de cortinilla; El Imperio Contraataca, 42; y Una nueva esperanza, 31.
Discreción, la moda actual en cuanto a transiciones de vídeo
Lo cierto es que el sobreuso de transiciones de vídeo está anclado a la segunda mitad del siglo XX. En la actualidad, la tendencia es minimizar la cantidad de transiciones de vídeo que sean aparatosas. No obstante, el montador cinematográfico, ha de saber cómo y dónde cortar las escenas para que no se pierda ritmo en la película.
Así, si observas cualquier largometraje de los últimos años y te pones a contar el número de transiciones de vídeo, lo más probable es que digas que no hay. Si es así, el montador habrá conseguido su objetivo: que el espectador se meta tanto en la película que no sea capaz de vislumbrar los cortes.
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