Sonidos marginales: el papel de la música en el cine quinqui

¿Te has preguntado alguna vez como una simple canción puede llegar a transportarnos a cualquier lugar y momento? En el cine quinqui, la música así lo demuestra, tiene la capacidad de trasladarnos a los rincones más crudos y auténticos de una ciudad reflejando la realidad de ese tiempo.

Esas canciones se convertían en el latido mismo de los barrios más marginales, donde cada melodía no solo era rumba y flamenco, sino que también acompañaba la trama otorgándole un contexto emocional y social.

¿Quieres conocer alguna de estas canciones y saber su significado tanto antes como ahora? Quédate y continúa leyendo.

Estructura de los géneros musicales en el cine quinqui según zonas y periodos en España

Comenzamos por el norte del país, donde varias películas del cine quinqui se rodaron en el País Vasco, especialmente en Bilbao y su entorno industrial.

Punk y rock radical vasco: finales de los 70 y años 80

Con el final del franquismo, el punk llegó desde el Reino Unido, especialmente con el impacto de los Sex Pistols, y se instaló con fuerza en el País Vasco.

En esta zona se desarrolló el punk rock radical vasco, un movimiento musical y social muy vinculado a la juventud y marcado por la llegada de la heroína.

Aunque otros géneros musicales, que veremos a continuación, fueron más habituales en las bandas sonoras del cine quinqui, el punk y el rock radical vasco (RRV), también dejaron su huella, especialmente en películas de tono más oscuro o comprometido socialmente. Algunas de ellas como: El Pico y El Pico 2 del director Eloy de la Iglesia reflejan la marginalidad, el impacto de la droga y la violencia en la juventud vasca de los años 80.

Destacamos los siguientes grupos y canciones del punk y rock radical vasco o bien que han sonado en el cine quinqui o han sido asociadas a su estética:

Eskorbuto con el tema Mucha policía, poca diversión, y casi un himno del punk vasco, nos mostró el enfrentamiento con la autoridad y la represión, muy afín al espíritu del cine quinqui.

Kortatu con su canción Mierda de ciudad, se enfrentó a la alienación urbana y la marginalidad, temáticas centrales en estas películas. También, la canción No hay Tregua del grupo Barricada muestra la clandestinidad y la lucha en los barrios, muy en sintonía con este cine. Y para rematar, el tema Escupe de cicatriz, que refleja la rabia y el desencanto de la juventud vasca, muy en sintonía con los protagonistas de estas películas.

Y como no podemos hacer que las escuches todas, te recomendamos nuestra selección particular del grupo por excelencia del punk vasco, Eskorbuto. Dos de sus tres componentes fueron víctimas de la droga, y murieron siendo muy jóvenes; al igual que muchos de los protagonistas del cine quinqui.

Nos trasladamos al centro del país, en concreto a Madrid, donde el rock urbano se consolidó en barrios proletarios de grandes ciudades, especialmente en la capital.

Curso de Sonido y Acústica

Descargar gratis el índice del programa

El rock de la calle, rock duro: Madrid, finales de los 70 y años 80

Este género aportaba energía rebelde y cruda a las escenas más intensas. Fue la música recalque de la dureza de la vida en los barrios, donde la droga arrastraba a los jóvenes protagonistas de indomable carácter en muchas de estas películas quinquis.

En Madrid, los barrios periféricos como: Vallecas, San Blas, Carabanchel y los descampados fueron el escenario habitual tanto de la vida real como de la ficción quinqui. Así pues, la película Navajeros (Eloy de la Iglesia, 1980) fue rodada en barrios como Vallecas y otros entornos periféricos de Madrid.

El tema, Va a estallar el obús del grupo Obús y considerado uno de los himnos del rock duro español de los 80, fue utilizado en la película Navajeros. La canción, con su energía y actitud desafiante, encajaba perfectamente con la atmósfera de violencia, persecuciones y rebeldía juvenil que caracteriza al cine quinqui.

No dejes de escucharla a continuación.

La rumba: ámbito nacional, con focos en Madrid, Cataluña y Andalucía, años 70 y 80

La rumba, derivada del flamenco, tuvo su auge en los años 80 y fue el género más ligado al cine quinqui, con temas recurrentes como: el amor, el desamor y drogas, era la música más consumida por los jóvenes protagonistas de estas películas. Incluso los propios autores de las canciones han tenido orígenes y experiencias similares.

Ellos son, por ejemplo: Chichos, Chunguitos, o toda la cultura andaluza. Destacamos a continuación a Lole y Manuel con su canción Desnudos

Como hemos visto, el cine quinqui se nutrió de los géneros musicales que predominaban en los entornos sociales de sus protagonistas, reflejando la diversidad y evolución musical de España en las décadas de los 70 y 80.

Fusión de géneros musicales “cercanos” para conectar con la realidad social.

Hemos repasado como la música fue un elemento central que dotaba de un mayor sentimiento a la propia narrativa del cine quinqui. La fusión musical, interpretada por artistas gitanos de los propios barrios, que reflejaba la complejidad social y cultural durante el periodo histórico de la Transición en España fue la clave. ¿Y cuáles eran esos géneros que destacaban por encima de otros?

Rumba flamenca y pop aflamencado fueron los géneros musicales alma sonora del cine quinqui.

Con estos géneros se aportaba sobre todo un aire callejero, y cercano a las historias de protagonistas como: Juan José Moreno Cuenca (el verdadero Vaquilla), José Luis Fernández (el auténtico Pirri) o el Jaro, entre otros muchos “héroes con navaja” de la época, con los que casi era imposible no empatizar.

Y con esto la música jugó al sentimentalismo, porque las letras de este cine hablaban de marginalidad, delincuencia y deseos incumplidos de “entregarse a la policía”.

Un ejemplo de ello, fueron canciones como: Yo, el vaquilla, que celebraba las fechorías y ensalzaba la figura del delincuente. ¿Quién no podía entre notas emotivas resistirse a pensar en esa vida dura, y a no entender quizás el porqué de sus acciones?

Artistas y canciones emblema del cine quinqui

La música del cine quinqui no puede entenderse sin mencionar a algunos de los grupos y solistas más representativos, cuyas canciones quedaron ligadas a estas películas y que ya no podremos olvidar. Te los contamos de seguido:

• Los Chunguitos son, probablemente, el grupo más representativo del género. Su tema Me quedo contigo se convirtió en la seña de identidad de la película de Carlos Saura Deprisa, deprisa (1981). Mientras que la canción Soy un perro callejero marcó el tono de Perros callejeros II (1979) de José Antonio de la Loma.

• Los Chichos pusieron voz a la vida delictiva y marginal con canciones como La historia de Juan Castillo, que puedes llegar a escuchar en la película por excelencia del cine quinqui: Yo, el Vaquilla (1985

• Rumba 3 aportó la canción Y no te quedan lágrimasa la banda sonora de Navajeros (1980), d, fusionando rumba y temática social.

• Burning, con su rock urbano, dejó huella con No es extraño que tú estés loco por mí en Navajeros (1980), mostrando la diversidad musical del género.

• Antonio Flores compuso para Colegas (1982), aportando un enfoque más pop y personal con temas escritos expresamente para la película como fue Lejos de aquí

• Obús, aportó contundencia con Va a estallar el obús en El pico (1983), mostrándonos sonidos más duros que no por eso menos importantes, dentro del género.

Y como siempre queremos recapitular lo que te contamos, a continuación, te mostramos la siguiente tabla:

Paralelismo música flamenco y música clásica

Mientras que la imagen dominante de los años 80 es la de la fiesta y la “movida”, directores como Eloy de la Iglesia y Carlos Saura eligieron centrar sus historias en los barrios periféricos y en las vidas de jóvenes marcados por la exclusión, la emigración y la precariedad.

Las familias protagonistas de este cine, muchas veces emigrantes del sur y oeste de España, llegaron a las grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Bilbao tras la mecanización del campo, estableciéndose en la periferia urbana. En este contexto, la música no es solo acompañamiento, sino un elemento fundamental que conecta con la parte más íntima del espectador y refuerza la autenticidad de los relatos.

Aquí se produce un interesante paralelismo entre el flamenco y la música clásica en relación con el cine quinqui.

El flamenco, con su raíz popular y su capacidad de expresar el dolor, la rebeldía y la esperanza de los barrios marginales, se convierte en la banda sonora natural de estos filmes.

La rumba flamenca y el rock urbano, presentes en películas como Navajeros o Colegas, son músicas contemporáneas a los protagonistas, generando un profundo proceso de identificación y mitificación: temas como La historia de Juan Castillo de Los Chichos celebran y a la vez poetizan la figura del delincuente, convirtiéndolo en un símbolo

A continuación, puedes escuchar esta mítica canción de los Chichos.

Por otro lado, la música clásica, como la Sinfonía n.º 6 de Beethoven o la Aragonaise de Georges Bizet, aporta una dimensión universal y emocional.

Así como el primer romanticismo musical buscaba la libertad y la expresión indomable del individuo, el cine quinqui utiliza la música para poetizar la vida en los márgenes, estableciendo un paralelismo entre la búsqueda de libertad de los románticos y la de los jóvenes protagonistas de estas películas.

Ambas músicas, aunque de orígenes y contextos distintos, cumplen la misma función: elevar la experiencia individual a categoría poética y universal, y convertir la emoción en el eje central del relato.

De este modo, el cine quinqui, al igual que la música clásica en el romanticismo, utiliza la música como vehículo de emoción, resistencia y libertad, logrando que el espectador no solo observe, sino que sienta y comprenda la realidad de una generación marcada por la exclusión y la lucha por la dignidad.

La música del cine quinqui: legado y evolución en la actualidad

La música del cine quinqui no solo marcó una época, sino que ha experimentado un resurgir en los últimos años. Artistas contemporáneos como: C. Tangana, Derby Motoreta’s Burrito Kachimba y Sweet Barrio han reivindicado y reinterpretado estos sonidos, incorporándolos a sus propias creaciones y acercándolos a nuevas generaciones.

El recopilatorio Gipsy Power. La banda sonora del cine quinqui (Sony, 2022), impulsado por David “el Indio” de Vetusta Morla, es una muestra de este revival y homenajea tanto los grandes éxitos como las joyas ocultas de aquella época.

A continuación, te dejamos el enlace de este recopilatorio para que te lo pases de fábula:

¿Y a ti? Te gustaría poder producir algunas de estas composiciones musicales que fueron clave en los sentimientos de la trama del cine quinqui. Anímate, y consulta nuestra Formación en Sonido y Acústica. No esperes más, y pregúntanos cualquier duda que tengas.