¿Eres un amante de la fotografía y te gusta conocer nuevos trucos y técnicas? Si es así, seguro que te interesa descubrir cuál es la regla de la mirada, una de las normas básicas a la hora de realizar una composición en la que se incluye a una o varias personas.
Continúa leyendo y sácale todo el partido a la regla de la mirada. Además, si quieres convertirte en un profesional de la fotografía o aumentar tus conocimientos, también te recomendamos la mejor formación, como nuestro Curso de Fotografía Digital.
¡Comenzamos!
La regla de la mirada: una de las principales reglas de la composición fotográfica
Si eres un amante de la fotografía, pero lo único que haces es disparar tu cámara sin ningún tipo de intención o planificación, es posible que estés pasando por alto ciertas normas de composición. Es cierto que para sacar una buena foto, a veces solo es necesario tener buen ojo y estar en el momento y lugar adecuado. Sin embargo, si no confías en el azar, es posible que tengas más posibilidades de capturar la imagen que estás buscando si tienes en cuenta ciertos factores y reglas.
A la hora de realizar una buena fotografía, deberías prestar atención a factores técnicos como el enfoque, la exposición, la apertura de diafragma o la profundidad de campo. También tener en cuenta elementos tan importantes como el encuadre, el equilibrio o las reglas de composición, como la regla de los tercios, los puntos de interés, las líneas de fuga o la regla de la mirada, una regla vital a la hora de realizar un retrato.
Pero… ¿Cuál es la regla de la mirada y en qué consiste?
La regla de la mirada consiste en respetar la dirección en la que el modelo de nuestra instantánea mira. Por lo tanto, el espacio dentro del encuadre debe ser mayor delante del sujeto, justamente en la dirección de su mirada.
Respetar este espacio permite que la composición mantenga un equilibrio y respire. Tener en cuenta esta regla, también te puede resultar útil si la mirada de tu modelo tiene una intención o se dirige a un objeto o a un lugar determinado.
Normalmente, cuando vemos un retrato fotográfico, rápidamente buscamos los ojos del o la modelo, ya que la dirección de su mirada puede servirnos de guía, desvelarnos características de su personalidad o contarnos una historia. Por lo tanto, la regla de la mirada puede ayudarte a realizar una composición equilibrada, mostrar puntos de interés o a trasmitir sentimientos. En definitiva, puede ayudarte a realizar un retrato que impacte y emocione.
La regla de la mirada es vital a la hora de realizar un retrato, ya que nos permite realizar composiciones equilibradas a la vez que concedemos protagonismo a la mirada de nuestro modelo.
Ejemplos de fotografías utilizando la regla de la mirada
Como una imagen vale más que mil palabras, a continuación te mostramos algunas instantáneas en las que se ha tenido en cuenta la regla de la mirada a la hora de realizar la composición de un retrato.
Comenzamos con esta fotografía de interior en la que la modelo se encuentra sobre el alfeizar de una ventana. Como puedes observar, la ventana sirve para enmarcar la figura principal a la vez que dibuja una línea imaginaria que realiza el mismo recorrido que los puntos de fuga y la mirada de la modelo. Obviamente, el espacio alrededor del sujeto es mayor en la parte inferior izquierda, justo hacia donde está mirando.
En esta fotografía de Allan Franca, también se ha tenido en cuenta la regla de la mirada. Aunque realmente el modelo esta con los ojos cerrados, su postura, con la cabeza ligeramente inclinada hacia la izquierda, junto con la pierna cruzada, los puntos de fuga de la habitación e incluso la disposición del mobiliario y los objetos decorativos, guían nuestra mirada hacia la parte superior izquierda del encuadre.
En la composición, el fotógrafo también ha tenido en cuenta la regla de los tercios.
En esta sorprendente fotografía de The Captusena, es mucho más evidente la regla de la mirada y aunque la modelo se encuentra justo en el centro del encuadre de la parte inferior, el espacio es mucho mayor en la parte superior, justo hacia donde mira y de donde procede la luz.
Si observas bien, verás que la composición está formada por varias líneas, tanto reales como imaginarias. Una diagonal, que sigue la mirada de la modelo, comienza en la parte inferior derecha, pasa por sus ojos y termina en la parte superior derecha y dos líneas que enmarcan a la modelo y separan la zona iluminada de la zona en sombras.
En esta fotografía de Joao Guerreiro, hay varios elementos a destacar. Junto con la regla de la mirada, que nos permite apreciar un espacio mucho más amplio en la parte superior, cabe destacar la posición del modelo, que, aunque se encuentra en una línea imaginaria que dibuja con las rocas un triángulo en la parte inferior de la composición, se encuentra claramente desequilibrada hacia la parte izquierda del encuadre. Esta composición, junto con la temática, trasmite inquietud y desasosiego.
En esta fotografía de Benja Molina, podemos apreciar como la mirada el sujeto se dirige hacia la parte inferior del encuadre, justo hacia donde, probablemente, se dirige con su tabla de skate.
Este ejemplo nos sirve para mencionarte que la regla de la mirada es especialmente útil a la hora de retratar una persona realizando un deporte, ya que puede ayudarte a guiar la mirada del espectador hacia el objetivo del deportista, por ejemplo, una portería de futbol o una línea de meta.
Como has podido comprobar en estos ejemplos, para realizar un buen retrato, además de la regla de la mirada, habitualmente entran en juego otros elementos, como los puntos de interés o las líneas de fuga, ya que aportan equilibrio a la composición.
La regla de la mirada también es muy útil para retratar a un sujeto realizando cualquier otra actividad. Como en esta fotografía de Kool Shooters, donde también se juega con la profundidad de campo.
¿Puedo realizar un retrato sin la regla de la mirada?
Hasta ahora hemos visto que la regla de la mirada es muy útil a la hora de realizar un retrato. Sin embargo, no significa que debas utilizarla en todas tus instantáneas. A veces las normas y las reglas están para saltárselas. Pero si lo haces, al menos hazlo con cocimiento de causa.
Si pretendes realizar un retrato original, sorprender o desconcertar a los espectadores, es posible que te interese crear una composición alejada de las normas o reglas establecidas.
En ese caso, te recomendamos que juegues con el espacio negativo y lo utilices como un elemento compositivo más.
En esta fotografía de Malcon Garret, no se utiliza la regla de la mirada, creando desconcierto en el espectador. Sin embargo, la posición del modelo, abriendo su chaqueta e introduciendo una mano en el interior de un bolsillo, guía la mirada del espectador y aporta una intención.
Podemos ver otro ejemplo en el que no se ha tenido en cuenta la regla de la mirada en esta fotografía de Ana Bregantín. En este caso, observamos que existe un mayor espacio detrás de la modelo, justo en la dirección contraria a su mirada. Esta decisión permite equilibrar la composición, ya que de lo contrario el reflejo del rostro de la modelo en el espejo tendría demasiado peso visual.
Consuelo Borroni nos permite observar otra imagen en la que se ha optado por ir en contra de la regla de la mirada. En esta fotografía callejera de la ciudad de Paris, la modelo pierde protagonismo y simplemente es un elemento más de la composición.
Esta fotografía de Cottonbro Studio, vuelve a ir en contra de la regla de la mirada. Sin embargo, el fuerte peso visual del modelo y el libro que lee se contrarresta con el espacio libre a su espalda. Además, la composición mantiene su equilibrio gracias a la diagonal en la que se encuentran los árboles y el propio sujeto.
La regla de la mirada: conclusiones
Como has podido comprobar la regla de la mirada es muy útil para realizar retratos y crear composiciones equilibradas. Quizás no deberíamos hablar de regla, ya que simplemente se trata de un recurso visual más. Utilizarlo o no depende de tus intenciones y de lo que quieras trasmitir.
Por otro lado, también te hemos mostrado la importancia de las líneas, ya sean imaginarias o reales, a la hora de encuadrar el sujeto dentro de la composición y guiar la mirada del espectador. Encontrar un buen equilibrio entre todos los elementos protagonistas es vital para realizar un buen retrato o cualquier otro tipo de fotografía. Si existe una descompensación, debe existir un motivo o una intención.
Por último, solo nos queda aconsejarte, si quieres dominar todas las técnicas fotográficas y convertirte en un profesional, que realices una buena formación, como el completo Curso de Fotografía Digital de Treintaycinco mm. Sean cuales sean tus pretensiones en el mundo de la fotografía, seguro que te resulta de gran utilidad.