¿Cómo hacer un portafolio de voz?

Cómo hacer un portafolio de voz

Si quieres empezar en el mundo del doblaje, la locución o la narración, seguramente se te habrá pasado por la cabeza grabar un portafolio de voz. ¿No tienes ni idea de cómo empezar? No te preocupes, en realidad es más sencillo de lo que parece.
En este artículo vamos a resolver todas tus dudas y darte unas pautas claras para hacer un portafolio de voz que te ayude a lograr tus objetivos.

¡Comenzamos!

¿Para qué sirve realmente un portafolio de voz?

Un porfolio de voz—también llamado “demo reel” o “voice reel”—no es más que una selección breve con tus mejores trabajos que muestra tu registro vocal y tu estilo interpretativo. No se trata de soltar un monólogo interminable, sino de mostrar de qué eres capaz en poco más de un minuto. La idea es enseñar tu versatilidad: un trocito de un anuncio, algo de narración, un personaje de doblaje, un fragmento de audiolibro… Lo justo para que un director de casting o un cliente entienda al momento si tu voz encaja en lo que busca.

En la industria actual, donde el tiempo es oro, un portafolio de voz marca la diferencia entre sonar “novato” o “profesional” desde el primer play. Además, puede funcionar como tu tarjeta de visita en emails, en tu web, perfiles de redes y en plataformas de casting, y te abre puertas sin necesidad de largas explicaciones. Es marketing puro, pero con tu voz como protagonista.

¿Y por qué te hace falta tenerlo ya?

Pues porque la competencia es brutal, no nos vamos a engañar. Los responsables de casting no tienen tiempo para imaginar cómo sonarías; necesitan oírlo. Una buena demo demuestra que entiendes cómo funciona el mundo del doblaje: que sabes cómo preparar un texto, que controlas los tiempos, que puedes modular la emoción y que respetas lo que te piden. Además, muestra si tu calidad técnica es buena o si sabrás adaptarte a lo que necesita el director de casting.

Si estás empezando, no te agobies. Puedes montarte una demo inicial con textos que escribas tú o que adaptes, mostrando dos o tres estilos en los que te sientas fuerte. Ya la irás actualizando a medida que consigas trabajos. Lo que de verdad cuenta es que suene nítida, que tenga ritmo y que la edición esté limpia. Sin duda, es mejor tener 60 segundos que suenen de maravilla que cinco minutos irregulares.

A partir de ahí, solo queda seguir trabajando. Si ves que necesitas un empujón, formarte con profesionales del sector te ayudará a manejarte con el micro y entender el flujo de trabajo profesional. Así, tu demo no solo sonará bien, sino que dirá quién eres como locutor.

¿Qué grabaciones debería incluir en mi portafolio de voz?

No a todos los clientes les sirve lo mismo, eso está claro. Por eso, tu demo de voz tiene que ser una mezcla cuidada de los estilos más demandados. Piensa en montar una especie de «pack de supervivencia» con un anuncio que tenga chispa, una narración con un tono cercano, un personaje breve y una locución corporativa. ¿Por qué justo eso? Porque son los formatos que más puertas abren al principio y te permiten lucir ritmo, dicción y emoción sin que la demo se haga eterna.

Una vez tengas esa base, puedes añadir otras piezas si te quieres especializar en algo. Por ejemplo, si te atrae el e-learning (con un tono más didáctico), los tráileres (más épicos), las locuciones de centralita (claras y amables) o los documentales (con una voz más íntima). Un buen truco es crear una demo general y, a partir de ahí, tener versiones más cortas para nichos concretos. Piénsalo, ¿para qué vas a mandarle tu reel de personajes de animación a una empresa que busca una voz para un vídeo corporativo? Hacerlo así demuestra que eres profesional y que respetas el tiempo de quien te escucha.

Un último apunte: huye de los textos genéricos que no dicen nada. Adáptalos para que tengan vida. Intenta que cada fragmento dure entre 8 y 15 segundos, y pon tu mejor pieza al principio, para enganchar.

Y, por favor, que la música no tape tu voz. Si usas música o efectos, que acompañen, que no molesten. La protagonista debe ser siempre tu voz. Si ves que te cuesta encontrar el tono para cada registro, no hay secreto: practicar a diario y tener a alguien con experiencia que te guíe es lo que de verdad funciona.

Una buena formación te ayuda a coger soltura mucho más rápido y te prepara para cuando tengas delante a un cliente de verdad.

¿Cómo estructurar tu portafolio para que funcione?

El gran error es alargar. Un portafolio de voz debe ser breve y contundente. La duración recomendable para un demo general está entre 60 y 90 segundos. Para demos más especializadas en un sector, 30 a 45 segundos suelen ser ideales. ¿Cómo organizarlo? Abre con tu mejor pieza —la que te define— y encadena estilos con transiciones rápidas.

No repitas la misma entonación de voz; combina energía y calma, cercanía y autoridad. Deja respirar las frases, pero evita silencios largos. La idea es que quien escucha sienta que controlas la interpretación y el ritmo, sin saturar. Si en los primeros 10 segundos no conectas con el oyente, es probable que pare la escucha. Por eso, en el inicio debes mostrar todo tu talento.

Estructura aconsejada:

  • 0-10 s: Anuncio potente (tu mejor registro).
  • 10-25 s: Corporativo cercano.
  • 25-40 s: Personaje breve con intención clara.
  • 40-55 s: Narración documental.
  • 55-70 s: E-learning o IVR.
  • 70-85 s: Remate comercial con llamada a la acción.

Para terminar, cierra el archivo con tu nombre y contacto muy breve, o coloca esa información en la descripción si lo subes a plataformas. Evita fades eternos. Las transiciones tienen que ser limpias y precisas. Si haces varias versiones, nómbralas de forma clara: “Nombre_Apellido_DemoComercial_2025.mp3”. Mantén el portafolio actualizado cada 6-9 meses o cuando tengas piezas nuevas que superen a las anteriores.

Recuerda que tu porfolio de voz debe evolucionar contigo y con tus objetivos. En definitiva, mantenlo actualizado.

Grabar en casa: lo esencial y nada más

En cuanto a la grabación, no necesitas gastar mucho dinero para preparar tu demostración. Basta con tener un micrófono decente, un espacio bien escogido y una interfaz de audio (o grabadora). Los USB de gama media van bien para empezar. Si un día puedes invertir en un XLR, mejorarás bastante la calidad, pero no es obligatorio.

Lo realmente importante es que el ruido de fondo no estropee lo que grabas. Coloca el micro a unos quince centímetros de tu boca, en un ángulo lateral. Si no tiene acceso a un estudio profesional, procura grabar en una habitación cubierta con cortinas, mantas, lo que sea, que absorba vibraciones.

Hazlo en silencio, apaga el móvil, el ventilador, lo que suena cerca. Siempre hidrata tu voz antes, calienta unos minutos (los típicos ejercicios de zumbido y trabalenguas ayudan). No parece importante, pero todo suma.

Edición: limpia, rápida y sin complicaciones

Cuando tengas las piezas, pasa a la edición. No te líes con efectos ni retoques complicados. Lo básico: elimina ruidos, ajusta el volumen y comprueba que todo suena igual de bien en tus auriculares y en altavoces normales. Utiliza editores sencillos y no te preocupes demasiado por el software. Prioriza la claridad y el ritmo. Si puedes, exporta en WAV como máster y en MP3 para enviar.

Organiza las partes como una pista única, con transiciones sutiles, y pon marcadores para cada estilo. No hace falta que te compliques con fades largos o mezclas musicales. Si la persona que va a escucharte puede identificar cada registro bien y entender lo que dices, el trabajo está hecho.

¿No lo ves claro? Haz la prueba: pídele a un amigo, familiar o compañero que escuche tu demo y te diga si nota algo raro o le cuesta entenderte.

Haz que te encuentren: SEO y visibilidad

El siguiente paso es difundir tu reel. Piensa en cómo buscan los profesionales: “locutor voz joven en español”, “demo doblaje Madrid”, “portafolio de voz e-learning”. En el nombre del archivo y en la descripción, incluye esos términos. Explica de forma sencilla qué tipos de locución dominas, tu idioma y acento, y cómo pueden contactar contigo.

Pon enlaces a tu web o redes sociales para que puedan encontrarte fácilmente. Si compartes tu demo en plataformas de casting, marca los minutos o segundos de cada estilo. Esto ayuda mucho a quienes valoran tu trabajo y, además, posiciona mejor el archivo en los resultados.

Si tienes web o perfil profesional, crea una página para tu portafolio y añade un breve formulario de contacto. Así será mucho más sencillo que te escriban.

Compartir el portafolio y muévete

No te limites a guardar el archivo. Sube tu demo a varias plataformas: tu propia web (si tienes), servicios de audio conocidos, perfiles de redes sociales, plataformas de casting. Intenta que se escuche rápido y que no sea imprescindible descargar nada, aunque si el cliente lo pide, ten la versión lista.

Incluye el enlace en tu correo, tus redes y tu perfil de LinkedIn. Lleva una pequeña lista con los lugares donde lo has compartido y siempre adapta el envío a la persona o empresa que lo recibirá. Si vas a mandar algo a una academia de formación, usa esa versión. Si es para una marca de anuncios, mándales tu parte comercial. Parece obvio, pero adaptarlo hace que te vean como alguien cuidadoso y profesional.

Guion para un fragmento comercial (por si lo necesitas)

¿No se te ocurre por dónde empezar? Aquí tienes una idea para práctica de anuncio breve.

«Hoy, tu día empieza contigo. Nueva bebida Vita+, sabor natural, energía real. Pruébalo y siente el cambio».

Dilo con un poco de sonrisa al principio, haz una pausa antes de “energía real” y termina sonando animado en “siente el cambio”. Graba tres versiones: más animada, más natural y más elegante. Así podrás elegir el que mejor encaje y, de paso, mostrar varios matices.

Cómo presentar tu trabajo a posibles clientes

Cuando mandes tu portafolio de voz, hazlo con mensajes directos y personalizados. Comenta algo sobre la empresa, di por qué crees que encajas y ofrece tu demo con un enlace limpio, nunca como archivo pesado adjunto. Agrega tus redes y tu web, y cierra invitando a una contestación (“Si te interesa, estoy disponible para pruebas esta semana”). Haz seguimiento, pero sin agobiar; si no responde, envía un recordatorio breve y amable al cabo de dos semanas.

En LinkedIn, conecta con directores de casting, comparte fragmentos cortos y usa hashtags relacionados (#locucion #doblaje #portafolioDeVoz). Si te autorizan, añade trabajos reales a tu próximo portafolio.

Conclusión y consejos formativos

Para mejorar día a día, consulta guías de locución y vocalización, escucha portafolios de otras personas y mantén tu rutina de entrenamiento. Un pequeño kit visual con nombre artístico y presentación breve suma puntos de cara a tu imagen profesional.

De todas formas, si quieres avanzar rápido, una formación especializada lo cambia todo. Los cursos de Doblaje y de Locución de Treintaycinco mm te ayuda a mejorar técnica vocal, microfonía, interpretación y edición. Además, recibes asesoramiento directo de profesionales del sector que saben detectar los errores más comunes.

Resumiendo: tu voz, tu sello

Hacer un buen portafolio de voz va de método y práctica. Elige bien los textos, graba en ambiente controlado, edita con cabeza y comparte el archivo allí donde puedan escucharlo nada más darle al play. Optimiza la presentación con palabras clave y cuida mucho los mensajes al enviarlo. No olvides actualizar tu demo con cada nuevo trabajo.

Si te formas, aprenderás más rápido y te sentirás mucho más seguro delante del micro. Pon en marcha tu carrera como locutor o actor de doblaje hoy; cada grabación que hagas te acerca al trabajo que buscas.

¿Te animas a probar con tu primera grabación?

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