El cine, así como cualquier otra forma de arte, ha ido evolucionando a lo largo de su historia. Las películas que se filmaban a finales del siglo XIX no tienen nada que ver con las que se filman hoy en día, y más allá de que los avances técnicos y tecnológicos hicieron mucho para que esto sea así, existe algo que ha sabido convertir al cine en mucho más que simplemente una fotografía en movimiento: el lenguaje cinematográfico.
Además, si te apasiona el cine también veremos como puedes trasladar estos conocimientos a un producto real y cómo formarte para trabajar en un sector en crecimiento en España. Y es que con formaciones como un Curso de Dirección Audiovisual podrás transformar esta pasión en tu profesión. ¡Empezamos!
¿Qué es el lenguaje cinematográfico?
El lenguaje cinematográfico es el medio a través del cual una historia es contada y comprendida. De la misma manera en que un escritor utiliza las palabras para contar su historia, el director de una película utiliza el lenguaje cinematográfico para contar la suya.
Este lenguaje se compone de diversos elementos que, al unirse en un film, conforman un todo comprensible para la audiencia. Los elementos que componen el lenguaje cinematográfico son:
- Espacio
- Ritmo
- Movimiento
- Sonido
- Montaje
- Iluminación
- Tono y color
Cada uno de estos elementos aportará un matiz expresivo a la película, y la suma de estos matices es la que “explicará” el argumento del film. A continuación repasamos los principales aspectos de cada uno de los elementos del lenguaje cinematográfico.
Espacio: técnicas de filmación y características fundamentales
Cuando hablamos del espacio en el lenguaje cinematográfico debemos analizarlo a través de sus propios componentes:
- Encuadre. El encuadre es, básicamente, la parte de la realidad que el operador de cámara capta a través de la lente de la cámara. O, lo que es lo mismo, todo lo que veremos en la pantalla durante un film.
- Angulación. La angulación está definida por el ángulo de la cámara en relación con el objeto o personaje enfocado. Existen diferentes tipos de angulación que proyectan diferentes mensajes (por ejemplo: una angulación contrapicada otorga un valor de magnificencia y poder al personaje, mientras que una angulación picada lo reduce y rebaja).
- Profundidad de campo. La profundidad de campo es, de forma muy sencilla, todo el espacio que se ve bien enfocado en la imagen. Esto no solo es importante dentro del lenguaje cinematográfico porque nos permite definir a qué queremos que la gente le preste atención y a qué no, sino que también el uso de distintas lentes (una pieza clave en la definición de la profundidad de campo) nos permitirá conseguir diferentes tipos de imagen.
- Punto de vista. El punto de vista habla de la unión de todos los aspectos anteriores sumados al movimiento de la cámara.
Por último, dentro del encuadre también están los planos, en los que influye todo lo anteriormente mencionado. Cuando hablamos de los planos de cine nos referimos a la parte del personaje que mostramos en pantalla. Estos son los más habituales:
Plano general
Es el que se utiliza para mostrar no solo al personaje, sino también el lugar en el que se encuentra. En muchos casos, incluso, el personaje puede perderse o diluirse con el entorno. El principal valor de este encuadre es descriptivo, ya que nos permite detallar y especificar el lugar en el que transcurre la escena.
El plano general, así, se convierte en una herramienta para la narrativa visual de la película que permite que se pueda dar contexto, ambientación y escala en una escena. Hay muchos ejemplos de uso magistral de este tipo de planos en la historia del cine, pero un film en el que se hace especialmente notable es en Apocalypse Now (1979) de Francis Ford Coppola, que lo usa en varias escenas para destacar la magnitud y la locura de la guerra de Vietnam.
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Plano entero
Este es uno de los planos de cine que muestra al personaje en cuerpo completo, dejando solo un poco de “aire” alrededor. Los límites superior e inferior están regidos por la cabeza y los pies del personaje.
Se trata de una técnica de filmación que se emplea para centrar la atención en la figura humana y como esta interactúa con su entorno próximo. Es ampliamente usada en cine documental, en escenas de diálogo, bailes, coreografías o escenas de acción. También es importante en escenas que representan discursos para mostrar al personaje de cuerpo entero.
Plano medio
El plano medio es el que muestra al personaje solo de cintura para arriba. Es el plano que se utiliza generalmente para representar una interacción poco íntima entre dos o más personajes. Se trata de un tipo de encuadre bastante común en cine y televisión ya que permite centrar la atención de los espectadores en las expresiones faciales y el lenguaje corporal de los personajes.
Un buen ejemplo de uso de este tipo de plano lo tenemos en El Gran Dictador (1940) de Charles Chaplin. En este se muestra al personaje subido a un estrado, dando un discurso en oposición a un régimen opresivo.
Primer plano
En este plano el personaje se muestra desde los hombros a la cabeza. Es un plano de cine muy expresivo, ya que nos permite ver en detalle el rostro del personaje, por lo que se lo suele utilizar para aquellos momentos en los que el público debe sumergirse en algún grado de intimidad del personaje.
Este tipo de encuadre se convierte en una herramienta poderosa cuando los cineastas quieren transmitir sentimientos y profundizar en la psicología de los personajes. Hay muchos ejemplos de uso de este tipo de plano a lo largo de la historia del cine, pero uno que es significativo es el que se hace en Psicosis (1960) de Alfred Hitchcock. En este caso, el director británico emplea el primer plano del rostro del personaje de Janet Leigh para intensificar el terror y la tensión durante el ataque en la ducha.
Primerísimo primer plano
Probablemente es el plano más expresivo de todos. En este plano la parte superior e inferior están delimitadas por la parte superior e inferior de la cabeza del personaje, por lo que lo único que podemos ver es su rostro y la expresión del mismo.
Un primerísimo primer plano también es un encuadre que puede mostrar una parte específica del rostro, un objeto o una parte del cuerpo. Este tipo de plano se utiliza para resaltar detalles minuciosos y crear una sensación de intimidad o intensidad.
Kubrick usa este tipo de plano para el ojo de Hal 9000 en Una Odisea en el Espacio (1968) y con ello consigue transmitir la sensación de una presencia fría y calculadora. Además, en una de las escenas de dialogo entre la máquina, sostiene mucho tiempo este plano, algo que no es habitual en cine y que despierta cierta inquietud en el espectador.
Plano americano
Este plano explotó en popularidad en la década de 1940, durante la época de oro del cine western (de ahí el nombre). En el plano americano, que no es más que una adaptación del plano medio, el personaje se muestra desde las rodillas para arriba, dejando fuera del encuadre la parte inferior.
Decimos que este plano es una adaptación del plano medio por una simple cuestión: el plano medio no permitía mostrar las armas de los vaqueros, algo fundamental en cualquier película western. Para resolver esto se ampliaba el encuadre hasta las rodillas de forma que se podía ver con todo lujo de detalles el momento en que el vaquero desenfundaba su arma.
Un ejemplo de esto lo podemos encontrar en esta escena de Solo ante el peligro, en la que podemos ver como cuando se pasa del plano americano inicial al plano medio siguiente se pierde por completo la visión del arma, y se vuelve a recuperar después cuando se vuelve al plano americano.
Plano detalle
Utilizado principalmente en objetos, aunque también puede utilizarse en partes del cuerpo humano o en animales, el plano detalle muestra el elemento en cuestión en su máxima expresión, ofreciendo así un nivel de expresividad solo equiparable con el primerísimo primer plano.
Este tipo de plano también se suele usar para resaltar la importancia de un objeto o un detalle dentro de la escena y crear anticipación en los espectadores. Por ejemplo, en el cine de Wes Anderson podemos encontrar planos detalles que resaltan ciertos objetos que casan con la propia excentricidad de sus películas y con su estilo visual.
Elementos de la cinematografía: el ritmo
El ritmo de una película es una suerte de percepción psicológica que tenemos sobre el film en función de diversos factores. En general, cuando hablamos de ritmo, estamos haciendo referencia a la velocidad y el flujo con el que se suceden y presentan las escenas, que influye en la narrativa visual de la película y está relacionada con las técnicas de filmación de la misma, así como con el montaje que tenga.
Estos son algunos de los elementos fundamentales que los cineastas deben tener en cuenta a la hora de pensar y dotar de ritmo a sus creaciones:
Duración de los planos
En lo referente a la duración de los planos, un plano con un duración larga tenderá a marcar un ritmo lento, mientras que los planos cortos lo acelera. Así, la manera en la que se estructura y combinan los diferentes planos de los que ya hemos hablado hace que nuestra percepción del tiempo como espectadores se vea afectada.
Al mismo tiempo, la combinación de diferentes tipos de planos también puede afectar de manera significativa a la energía que es capaz de transmitir una escena determinada en una película.
Intensidad dramática
Del mismo modo, la intensidad dramática también afecta al ritmo de una película, sintiéndose más lentas aquellas más intensas y más rápidas las que cuentan con un grado de intensidad menor.
En esto influye la interpretación que hagan los actores. Las pausas, el tono de voz o el propio ritmo de dialogo, son algunos de los factores que puede afectar a la velocidad con la que se desarrolla una escena y que afecta a como la perciben los espectadores.
Tipo de montaje
Por último, el tipo de montaje es, probablemente, el factor que más palpable hace al ritmo de una película: una sucesión de planos cortos dotarán al film de un ritmo más veloz en comparación con la misma sucesión en planos largos.
Del mismo modo, pasar de un plano muy abierto a uno muy cerrado marcará la pauta de un ritmo rápido, contrario al pase de un plano cerrado a uno abierto, que nos llevará por un ritmo más tranquilo de la película.
Tono y color: narrativa visual
Si bien el ejemplo más claro y más obvio sobre cómo afecta el color a este lenguaje es la filmación en blanco y negro, la realidad es que existe un abanico casi infinito de opciones que harán que una película determinada comunique una cosa u otra en función del color y el tono que elijamos.
Dejando de lado el cine en blanco y negro, otro ejemplo –aunque no el único- del uso del color para desarrollar un determinado lenguaje cinematográfico lo podemos encontrar en las películas históricas. En ellas podemos ver como se utiliza una paleta de colores determinada para intentar reproducir la atmósfera cromática del momento histórico que se está representando.
Un ejemplo lo podemos encontrar la película Malditos bastardos (2009), en la que la paleta de colores desaturada busca representar los colores que nosotros, en el siglo XXI, percibimos como característicos de la Segunda Guerra Mundial. Es importante resaltar la palabra “representar”, que no es lo mismo que “imitar”, ya que aquellos colores no tienen por qué ser los mismos que se utilizan en la película (incluso más: no lo eran).
Sonido: complemento fundamental del lenguaje cinematográfico
El sonido también es una parte fundamental del lenguaje cinematográfico. Existen personas que lo clasifican dentro del ritmo, ya que la música y los efectos de sonidos pueden, claramente, marcar el ritmo de una escena o incluso de toda la película.
Pero más allá de que efectivamente el sonido puede afectar al ritmo de un film, la realidad es que también tiene una entidad propia dentro del lenguaje cinematográfico, por lo que lo más acertado es analizarlo por separado.
El sonido cinematográfico es un campo sumamente fértil para la creatividad, a tal punto que no son pocas las personas que afirman que puede ofrecer incluso las mismas posibilidades creativas que el montaje.
Tanto la música como los efectos de sonido son pieza clave de la narrativa audiovisual, por lo que la elección de los elementos sonoros de un film afectarán directamente a la percepción que el público tenga del mismo.
Montaje: dando sentido a la narrativa visual
El montaje cinematográfico es el responsable de asegurarse de que las distintas tomas de una película sean capaces de formar una obra fluida, atractiva y creíble. Se trata del proceso a través del cual se cuentan las historias y se transmiten emociones en el cine.
Pero la función del montaje cinematográfico no solo es la de simplemente ordenar las tomas para formar una película (¡como si eso fuera poco!), sino también la de darle sentido a la imagen que vemos en pantalla, ya que una imagen adquirirá un significado u otro dependiendo de con qué otra imagen sea montada a continuación.
Gracias a los cortes, a las transiciones, al tempo, la continuidad, el ritmo o el uso de determinados efectos visuales y sonoros, los directores de cine pueden crear secuencias que cautivan y emocionan a los espectadores.
Técnicas de filmación en el lenguaje cinematográfico: la iluminación
La iluminación cinematográfica es, en sí misma, algo capaz de ocupar decenas y decenas de artículos de nuestro blog, ya que no solo cuenta con un elevadísimo valor artístico dentro del lenguaje cinematográfico, sino que además ofrece una enorme cantidad de variaciones expresivas en función del tipo de luz, el tipo de fuente, etc.
El tipo de iluminación marcará la pauta de una escena o de toda una película. Para ejemplificar esto pensemos en un grupo de personas bailando dentro de un salón. Si utilizamos una iluminación general, este grupo de personas se convertirá en una multitud de entre la que no sobresale nadie; si en cambio utilizamos algunas luces puntuales para iluminar a ciertos personajes mientras mantenemos al resto del grupo en penumbras ya tendremos a los protagonistas de esa escena.
Así, la iluminación en el cine es un aspecto crucial para crear la atmósfera, establecer el tono emocional y resaltar los elementos visuales en una película. Es una herramienta creativa que se usa para comunicar ideas, transmitir emociones y guiar la atención del espectador.
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Hasta aquí llega nuestro repaso por el lenguaje cinematográfico. Como puedes ver, son muchos los aspectos que marcan la pauta del lenguaje de un film y también de su narrativa visual, sonora y expresiva, por lo que te invitamos a analizarlos en la próxima película que veas.
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